Rechazada Por El Alfa

Capitulo 16

El Despertar De La Alfa.

Aylin sintió una corriente de energía recorrer su cuerpo. Sus sentidos estaban agudizados como nunca antes: podía escuchar el latido acelerado de Ethan, el crujir de las hojas bajo los pies de los lobos enemigos y hasta el sutil cambio en el aire antes de que Damien diera un paso hacia ella.

—Así que finalmente despiertas —murmuró él con satisfacción.

Aylin respiró hondo, sintiendo el poder latente en su interior. No sabía qué era exactamente, pero lo sentía. Era como si su cuerpo siempre hubiera estado esperando este momento.

Ethan y Caleb seguían luchando, sus cuerpos en movimiento constante, esquivando y atacando. Pero Damien no se movía, solo la observaba con esa sonrisa misteriosa.

—Aylin —Ethan gruñó entre dientes—, corre.

Pero ella no lo hizo.

—No voy a correr —susurró, y por primera vez en su vida, sus propias palabras le sonaron más ciertas que nunca.

Damien chasqueó la lengua con diversión.

—Eso me gusta.

Y sin previo aviso, desapareció de su vista.

Aylin apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió su presencia justo detrás de ella. Pero, de alguna manera, su cuerpo se movió por sí solo. Se giró y esquivó el ataque en el último segundo, sus reflejos más rápidos de lo que nunca había imaginado.

Damien arqueó una ceja, impresionado.

—Interesante.

Aylin sintió la adrenalina recorrerla. Su corazón latía con fuerza, pero no de miedo. Era otra cosa. Algo más profundo.

—¿Qué me está pasando? —murmuró.

Damien sonrió.

—Estás recordando quién eres.

Ethan apareció a su lado en un instante, su lobo todavía transformado.

—No le creas —gruñó.

Pero Aylin apenas lo escuchó. Sus ojos estaban clavados en Damien, quien se mantenía relajado, como si todo esto fuera un juego para él.

—Tu sangre es especial, Aylin —continuó Damien—. No eres solo una Alfa cualquiera. Eres la última descendiente de un linaje perdido. Uno que tenía un don muy especial.

Ethan rugió y se lanzó contra él, pero Damien lo esquivó con facilidad, como si ya hubiera anticipado el movimiento.

—Eres la clave para despertar un poder que ha estado dormido durante generaciones —dijo Damien, mirando directamente a Aylin—. Y yo puedo enseñarte a usarlo.

Aylin sintió un nudo en el estómago.

—¿Y si no quiero?

Damien sonrió con calma.

—Lo querrás. Porque cuando descubras lo que eres capaz de hacer… no habrá nadie que pueda detenerte.

Aylin sintió su piel erizarse. Algo dentro de ella le decía que había verdad en sus palabras.

Pero entonces, Ethan la tomó del brazo y la atrajo hacia él, obligándola a mirarlo.

—No lo escuches —su voz era urgente, casi desesperada—. Él solo quiere usarte.

Damien se cruzó de brazos con una sonrisa confiada.

—Tú decides, Aylin. Puedes quedarte con ellos, siendo débil e indefensa. O puedes venir conmigo y descubrir la verdad.

Aylin sintió su corazón martillar en su pecho.

Sabía que tenía que elegir.

Pero, ¿en quién podía confiar realmente?.




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