Capítulo 7

Capítulo 7

Tyler

Mientras preparo mis maletas para el viaje de regreso pienso en todo lo que tengo que hacer cuando llegue. Lo primero en la lista es hablar con mis padres de lo que pasó hace 11 años y lo que ocurrió en estos días. 

He evitado las llamadas de mi madre tanto como he podido, pero apenas sepa que estoy en Chicago va a aparecer en mi casa para exigir respuestas. No es una de esas madres que se entrometen en la vida de sus hijos, pero hay ocasiones en las que es indetenible. 

No siempre puedo ir a mis anchas. 

El vuelo sale esta noche a las 11 p.m. Quería irme mañana y que Charlie y Megan descansaran, pero Darla ha llamado hoy para avisar que no puede continuar haciendo nuestro trabajo por más tiempo. Los socios están haciendo preguntas y que ambos, Megan y yo, estemos ausentes no está haciendo bien a la empresa. 

Estoy recogiendo las cosas en el cuarto de baño cuando mi móvil suena, anunciando una llamada de Miranda. Respondo de inmediato. 

—Hola, chica —saludo con entusiasmo. 

Miento si digo que no la he extrañado en estos días, necesito hablar con alguien de lo que pasa con urgencia. 

—Hola, TyTy —devuelve el saludo en un canturreo—. Tu padre me ha preguntado por ti más veces de las que puedo contar. 

Arrugo la nariz, sabiendo que mi regreso va a ser un gran revuelo. 

—Sus reacciones a lo que les voy a decir me mantienen despierto, tal vez por ello es que no estoy tan feliz de volver. 

Ella suelta un suspiro. 

—Ve el lado bueno; vas a tener a Charlie amortiguando todo el peso. Tus padres quieren que te asientes, tener la custodia de tu hijo va a alegrarlos. 

Es cierto, Charlie va a ser un buen distractor y mis padres van a ser felices. Aunque no creo que estén felices cuando sepan todo lo que hice. 

Miranda no me permite responder nada al respecto, pasa de inmediato a otro tema. 

—¿Cómo va todo con el amor desventurado de tu vida? 

Sonrío. 

—Con Megan todo va bien, nos hemos entendido los últimos días. —Mi sonrisa va muriendo de a poco—. Pero creo que se debe a que nos hemos tratado amigablemente. No lo sé, todo con ella es complicado. 

Mirando no dice nada por unos minutos y estoy por creer que la llamada se cortó. Pero no, sigue ahí. 

—Deberías enfocarte en tu hijo, es lo más importante ahora —sugiere y no puedo estar más de acuerdo con ella—. Cuando todo esté solucionado y sean legalmente los padres de ese chico, piensa en lo demás. 

Suelto el aire, pasando una mano por mi cara. Su consejo es sensato y debería llevarlo a cabo, pero no puedo evitar intentarlo ahora que tengo la oportunidad de ganarme su corazón.

No le voy a confesar tal cosa a Miranda, por supuesto. 

—¿Cómo van las cosas en la empresa? —cambio de tema—. ¿Nuestra ausencia está causando estragos?

Miranda ríe. 

—Ni siquiera hemos pensado en ustedes desde que se fueron, tu padre no hace preguntas y los socios no están molestos por su ausencia. De hecho, creo que estamos mejor sin ustedes. —Suelto una carcajada y ella gruñe—. Te juro, Tyler, que si no escucho tu nombre o el de Megan por el resto de mi vida voy a ser feliz. No hay nadie en este lugar que no los mencione día sí y día también. Es estresante y agotador. 

—Es bueno saber que hago falta en mi lugar de trabajo. 

Ella suelta una risita y se oye el sonido amortiguado de una voz masculina al fondo. Está con su novio. Todavía no entiendo cómo es que al chico no le enoja la amistad entre nosotros, aún más sabiendo lo que hubo hace un año entre Miranda y yo. 

Tiene una madurez que yo nunca tendré, es eso.

—Al menos ahora han acabado los rumores sobre nuestra relación y ahora están diciendo que tú y Megan volvieron a las andadas. —Son una panda de chismosos en ese lugar—. Algunas de las secretarias han estado preocupadas por cómo me estoy tomando el hecho de que ustedes hayan escapado juntos. —Suelta una carcajada estruendosa—. Son tontas, no puedo creer que esté rodeada de personas tan pobres de mente. 

—Creo que deberían aumentarles el trabajo, así no tendrán tiempo de hablar en los pasillos. 

Miranda gruñe. 

—Pensamientos de un tirano, tomo I. 

Río, negando. 

—Oye, debo terminar de empacar. Nos vemos pasado mañana en la oficina y te cuento los detalles completos de estos días. 

—Gracias por someterte a tal martirio pensando en mi necesidad de saber todo. —Vuelvo a reír y ella me imita—. Hasta pronto, Tyty. 

—Adiós, Miranda. 

Acabo de empacar mis cosas y me siento frente a la TV a esperar que sea hora de ir por Megan y Tyler. Aunque los días más movidos han pasado ahora estamos por entrar a una parte importante: la convivencia entre los tres. No vamos a vivir juntos, Charlie se va a quedar con Megan, pero voy a pasar mucho tiempo con ellos, como si fuéramos unos padres divorciados.