Capítulo 8
Megan
Lo primero que veo al salir de seguridad en el aeropuerto es el cartel de “Bienvenidos, Megan, Tyler y Charlie”, y sonrío al notar la sonrisa divertida de Darla detrás de dicho cartel.
No sabía que vendría a buscarnos al aeropuerto y, por la cara de confusión de Tyler, él tampoco sabía. Algo debe estar pasando en la empresa para que ella viniera por nosotros, puedo apostar a que quiere ponernos al corriente de los últimos sucesos antes de que lleguemos mañana, cosa que no tiene buena pinta.
¿Qué podría ser tan malo para que tenga que decirlo en persona y no por teléfono?
—Darla, es un gusto verte, pero tengo miedo de preguntar por qué estás aquí —dice Tyler cuando llegamos a ella.
Darla sonríe, bajando la vista hacia Charlie.
—Vine a conocer a mi nuevo mejor amigo. —Le tiende la mano a Charlie y él le da un apretón firme—. ¿Cómo estás, Charlie?
El chico no parece muy seguro de lo que está pasando, pero no tiene sentido aclararlo cuando Darla es así de confusa.
—Bien —responde él en un tono lento—. ¿Cómo me conoces?
—Soy la secretaria de Tyler y quiero creer que soy amiga de Megan. —Río, negando. Ella sabe que es mi amiga—. Y quiero ser tu amiga porque estoy segura de que nos veremos mucho a partir de ahora.
Charlie todavía parece confundido, su nariz está arrugada en una mueca de lo más tierna.
—La secretaria de mi padre nunca quiso hacerse mi amiga.
Darla abre la boca, fingiendo sorpresa.
—Qué aburrida mujer, ¿cómo no quería ser tu amiga? —Niega, como si no pudiera creerse lo que le dice Charlie—. Pero yo no soy como ella, yo sí quiero ser tu amiga.
Charlie le da una sonrisa lenta antes de mirarme.
—¿Tu secretaria también será mi amiga?
Lo dice con tal entusiasmo que, si Rylie no quiere, la obligaré.
—Rylie también será tu amiga, es una chica genial.
Él mira a Darla y asiente.
—Bien, me gustaría ser tu amigo.
Gracias a Dios que Darla existe, nunca había querido a esa chica tanto como la quiero a día de hoy. Si pudo lograr que Charlie sonriera y se abriera es merecedora de un aumento de sueldo y unas vacaciones pagadas en Cancún.
Salimos del aeropuerto y abordamos el auto de Darla. Aprovechamos que está aquí para que nos haga de chófer. Tyler sube delante con Darla y yo me quedo detrás con Charlie, que se duerme cuando salimos al tráfico; el pobre debe estar muy cansado del viaje. Darla pone las noticias de la mañana en la radio en volúmen bajo y pone las ventanillas bajas para que entre aire fresco al auto.
—Puedes ponernos al día en lo que pasa en la empresa mientras nos llevas a casa —sugiero y Darla sonríe a través del retrovisor.
—Te vas a estresar con solo escucharme, te sugiero que descanses hoy y mañana entres del todo en el trabajo.
Así de mal está.
Hago sonar mi cuello, apoyando la espalda en el asiento.
—Dime ahora, quiero hacerme a la idea de lo que voy a encontrar mañana cuando ponga un pie dentro de la oficina.
Tyler asiente, dándome la razón. Darla suelta un suspiro y se encoge de hombros.
—Eagles y Donovan no quieren firmar el contrato a menos que sea con ustedes presentes, la Sra. Millar se niega a tratar de nuevo con el Sr. Adriani luego de la discusión a gritos que tuvieron hace un par de días, la gerente de recursos humanos amenazó con renunciar luego de que las quejas aumentaron debido a algunos rumores que surgieron hace unos días. —Se detiene a tomar aire—. Rylie y yo estamos a punto de colapsar y dicen algunos que el Sr. Maddox va a anunciar a su sucesor en la fiesta de aniversario de la empresa la próxima semana, cosa que tiene a la empresa dividida.
Es mucha información qué procesar, mi cerebro está cansado solo de escucharla.
—De todo lo que dijiste quiero tener más información de los rumores que tiene a la gente con los pelos de punta.
Darla sonríe, mirando a Tyler brevemente.
—Hay peleas entre las secretarias porque creen que has dejado de nuevo a Miranda por Megan, y si entre las secretarias hay problemas nada avanza bien.
Dios Santo, los chismes en esa empresa van a terminar hundiéndonos.
Tyler suelta un suspiro y no dice nada al respecto. No hemos hablado de Miranda, y no creo que yo quiera hacerlo, pero espero que esto no cree problemas entre ellos, sea una amistad o una relación. Ignoro la punzada que pensar en ello me provoca, así como lo he ignorado todas las veces que habló con ella delante de mí o le enviaba mensajes.
—¿Y qué es eso de que el Sr. Maddox va a anunciar a su sucesor?
Darla ríe, como si mi cambio de tema fuera un buen chiste.
—No lo ha dicho a nadie, Miranda lo escuchó y le dijo a algunas personas que lo han acabado regando todo, pero no es algo confirmado. —Mira a Tyler, esperando que diga algo, pero él permanece callado—. Ni siquiera la misma Miranda está segura, el Sr. Maddox no dio una confirmación, pero es una posibilidad, sobre todo después de las veces que ha dicho en los últimos días que está cansado.