"Y aunque te hayas ido, se que regresaras a mí. Si dices y dijiste amarme, sé que volverás, dejaras tu orgullo a un lado y ahí estará tu mensaje en mi celular y ahí estaré yo volviendo a sonreír torpemente a la pantalla del Celular".
Eso fue lo que dije cuando escribía el borrador de este libro, pero el tiempo paso y las cosas cambiaron. Y aunque él volvió después de dejarme estancada, él siempre volvía a irse y aparecía después de días, semanas o meses. Y si, yo siempre terminaba mirando torpemente la pantalla de mi celular; tras la llegada de un mensaje de él, creía que seria diferente que él no se volvería a ir pero hacia cada cosa que me decepcionaba, sin embargo, siempre estuve ahí.
Y es que creo que como cualquier persona enamorada siempre damos segundas oportunidades porque pensamos que esta vez será mejor, que esto solo es un bache y que en verdad esa persona si nos ama.
"Te amo"
"No me dejes de llamar amor, me gusta"
"¿Como estas?"
"¿Ya comiste?"
"Si te dije que quedáramos como amigos es porque no quiero perderte"
Estas palabras hicieron que me quedara una y otra vez, me conforme con migajas de amor cuando lo que yo necesitaba era que entregara todo por mi.
Me di cuenta de toda su manipulación cuando él y su supuesto amor ya me había consumido.
Y era una droga que ya no podía soltar, porque cada vez necesitaba un poco de él; por mas mínimo que sea.