DISCULPAS

DISCULPAS

Razón que se da o causa que se alega para excusar o purgar una culpa.

—Disculpas. —Señalé el título que podía verse en la pantalla del televisor; Hansel la miró fijamente mientras se acomodaba en el sofá.

Habíamos terminado la semana de finales en la escuela y nuestros padres, más que nada los suyos, nos dieron autorización para ocupar la casa de campo que casi no visitaban.

Solo teníamos una semana de vacaciones antes de volver a la preparatoria, así que a sus padres les pareció una buena idea que nos tomáramos un par de días para deshacernos de todo el estrés que habíamos acumulado en el semestre.

Así que, aquí estábamos, en la casa de campo, o de descanso como solíamos llamarle nosotros, hablando sobre temas un poco, fuera de lo común, porque así éramos siempre.

Hansel y yo teníamos un juego un poco diferente y que no muchos entenderían; a principio de año solíamos escribir doce palabras cada uno, las colocábamos en una caja de cartón que solía llevar siempre a todos lados porque nunca sabíamos cuando podíamos realizar dicha actividad que muchos no encontrarían divertida.

Después de haberlas colocado dentro, antes de que el mes terminará elegíamos una palabra y después nos dábamos exactamente media hora para poder preparar una pequeña presentación de la palabra que nos tocó; si, como si estuviéramos en clases y tuviéramos que explicar un determinado tema en un tiempo límite; solo que, debíamos de generar nuevos términos, categorías, definiciones, más que solo explicar el significado que se le daba a esa palabra dentro de un diccionario era encontrarle una nueva definición, algo personal y con lo que te pudieras identificar.

Así fue como habíamos llegado al mes siete, y las palabras que habíamos tomado habían sido muy diferentes entre sí; Hansel tomó mentiras y yo tomé disculpas.

Conocía ya su postura sobre las mentiras, aun así, estuve atenta a cada una de sus palabras porque no estaba de más que recordará aquello que podría molestarlo si en algún momento rompía con alguna de sus reglas; porque si, él y yo teníamos un par de reglas que seguir si de mentiras se trataba; por mi parte creo que no he roto ninguna.

—Bien, la palabra disculpa no es más que la definición de aquella acción que tenemos los seres humanos cuando hemos hecho algo que esta moralmente mal, y que va en contra de nuestros principios; disculparte es asumir que has hecho algo malo, que no va con los valores que presumes. —Hansel miraba fijamente la pantalla; quizás eran dos temas que habíamos estado tratando desde nuestros inicios como amigos, pero es que éramos tan jóvenes que no podíamos entenderlo, pero ahora somos un poco más mayores y comprendemos un poco mejor las cosas. —Y las he categorizado en tres—pasé la diapositiva y mostré mi pequeña categorización. —; disculpas honestas, disculpas falsas y disculpas inconscientes. —Pasé nuevamente la diapositiva; había tratado de ser lo más clara con el tema porque no quería sobre cargar de palabras cada diapositiva. Así que continue. —Las primeras, son aquellas que se sienten desde el fondo de nuestro ser; cuando después de haber dicho aquellas palabras que hirieron a alguien; después de haber hecho esa acción que destrozó a esa persona, somos conscientes de que hemos hecho algo mal y entonces el sentimiento se queda atorado en tu pequeño; sientes como si un remolino estuviera pasando sobre tu corazón y entonces sientes la necesidad de que ese remolino desaparezca y sabes que la única manera de que eso ocurra es pidiendo perdón a la persona a quien dañaste si bien con tus palabras o con tus acciones.

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Ryan me mira desde el marco de la puerta de mi habitación.

No puedo verlo, porque me encuentro de espaldas, pero sé que es así porque siento su presencia y puedo escuchar la ligera respiración que tiene mientras en su mente seguro está buscando las palabras correctas para decirme lo que sea que lo haya traído hasta aquí.

—Lo siento mucho Sese—Él era el hermano mayor, sin embargo, siempre me llamó de esa forma, como si el pronunciar mi nombre le fuera difícil, como un niño pequeño aprendiendo a hablar. —Mamá dice que se puede coser. —Hizo una pausa mientras se quitaba los pellejitos que sobresalían de sus cutículas; siempre hacia lo mismo cuando esta nervioso, y de manera inconsciente en las noches.

Esta vez, podía ser porque no sabía cual era mi reacción, o porque sabía a la perfección que nuestra madre no haría nada para solucionar el problema.

—Así que, lo he cosido yo mismo. —Señaló de pronto. Mi ceño se frunció e inmediatamente después de escuchar esas palabras me giré a verlo; tenía entre sus manos mi muñeca favorita; hecha con tela y estambres; el abuelo la había hecho especialmente para mí, era muy importante, tenía un significado muy especial. En ese momento fue que noté sus manos manchadas de sangre y por ridículo que parezca verifique antes que mi muñeca no estuviera dañada. Luego la solté y abracé a mi hermano quien se había lastimado los dedos cosiendo mi muñeca que había roto mientras jugaba con ella solo para molestarme.

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