Sofía abrió los ojos con esa mezcla de emoción y resaca emocional típica de los comienzos que parecen ir bien.
Tomás estaba dormido a su lado, con la boca entreabierta y el brazo estirado como si buscara retenerla incluso dormido.
Y ella… no quería moverse.
No todavía.
No cuando por fin el silencio se sentía tranquilo y no incómodo.
Pero claro. La paz es una visitante caprichosa.
Porque apenas agarró el celular, su mundo digital estaba ardiendo.
> 🔔 “ETIQUETADA EN UNA PUBLICACIÓN”
🔥 “¡TOMÁS ME DIJO QUE ESTABA SOLTERO CUANDO ME BESÓ EN UN EVENTO EL MES PASADO!”
✨ “Las EX de la EX: ¿Sofía sabe con quién compartió reality?”
—¡No puede ser! —dijo Sofía en voz alta.
Tomás se removió, medio dormido.
—¿Pasó algo?
—Sí. ¿Tenés algo que decirme sobre una tal… Milena De León?
Él se sentó tan rápido que el acolchado voló.
—¿Qué?
—Una influencer, rubia, falsa, con más filtros que neuronas… que acaba de subir un reel diciendo que vos la besaste en una fiesta hace un mes.
Tomás se pasó las manos por la cara.
—Sofía, no. Te juro que no.
—Entonces explícame por qué está tu cara en el video que subió.
Ella le mostró el teléfono.
El video era claro.
Tomás en un evento. Con una copa en la mano.
Milena acercándose.
Una conversación…
Y sí, un beso. Corto. Pero ahí. En HD.
—¡Eso fue antes del reality! —exclamó él—. ¡Antes de saber que vos ibas a estar ahí!
—¿Y por qué no me lo contaste?
—Porque pensé que no importaba. Porque no fue nada. Fue una noche. Una estupidez.
Sofía se levantó de la cama.
—El problema no es el beso. Es que me estoy enterando por internet, como si fuera una espectadora más de tu vida.
—Sofi…
—No. Basta de “Sofi” cuando la cagas y querés minimizarlo.
Yo no quiero más mentiras piadosas. Ni silencios convenientes.
Quiero honestidad. Brutal, si hace falta. Pero real.
Tomás se quedó en silencio.
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Esa tarde, mientras ella intentaba distraerse con un café y un cuaderno en blanco, su celular volvió a vibrar.
Mensaje de Milena:
> “No lo tomes personal, Sofi. Yo también pensé que estaba soltero. Pero si te sirve, en cámara se los ve muy bien 😉”
Sofía no respondió.
No porque no tuviera qué decir.
Sino porque por primera vez, no sabía si tenía ganas de seguir defendiendo lo indefendible.
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Horas después, Tomás apareció en la puerta del café.
Camiseta blanca. Cara de perro arrepentido.
Y algo en la mano.
—No traigo flores ni excusas —dijo, dejando una hoja sobre la mesa.
Ella la miró.
Era una carta. Escrita a mano. Otra vez.
> Querida Sofía:
No voy a mentir. Milena pasó. Fue antes de vos. Pero lo callé por miedo a arruinar algo que recién empezábamos a recuperar.
Y eso fue peor.
Si todavía querés escribir una historia conmigo, prometo que desde ahora todo va en tinta negra, no invisible.
Te amo. Aunque hoy no alcance. Aunque me cueste demostrarlo como vos merecés.
Elegime otra vez. Pero esta vez, sabiendo todo.
Tomás.
Sofía lo miró.
Y por primera vez, no supo qué hacer.
Porque el amor era real.
Pero las dudas… también.
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el amor de dos personas diferentes, el amor no existe para mi, el reencuentro con verdadero amor
Editado: 01.11.2025