La escritora copia, Teté reacciona, y Twitter arde

Todo empezó un miércoles a las 7:43 AM, hora en la que nadie debería sufrir.
Pero ahí estaba Clara, la amiga de Sofía, mandándole un audio urgente:

> —¡Amiga, tenés que ver esto YA! ¡Te están copiando! ¡Hay una escritora nueva en BookZone que publicó una novela que es como la tuya… pero con nombres cambiados y sin gracia!

Sofía parpadeó.
Abrió el link.

Título: "Amor Incómodo: la historia de Sofi y Tadeo."

—¡TADEO! —gritó Sofía— ¡TADEO! ¿Quién se llama TADEO en la vida real?

Tomás, medio dormido, respondió:

—Un chico que seguro tuvo problemas en el colegio.

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La autora en cuestión se hacía llamar “Luz de Amor 88”.
Tenía una foto de perfil con un filtro de mariposa y una bio que decía:

> “Escribo desde el corazón. Y también desde lo que me aparece en el feed.”

La historia era un collage de frases copiadas palabra por palabra.
Hasta la escena del ventilador.

—¡NI MI VERGÜENZA ES ORIGINAL YA! —gritó Sofía.

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Teté entró a la cocina en bata y con una taza de café que decía “Abuela sin filtro”.

—¿Qué pasa, mi reina?

—Me están plagiando, abuela. Una señora con nombre de vela aromática me robó el libro.

Teté se sentó, seria.

—¿Cómo se llama?

—“Luz de Amor 88”.

Teté sacó su celular, puso los lentes, y murmuró:

—Listo. La tengo.

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Media hora después, Twitter explotaba.

Teté había publicado lo siguiente:

> ✨ “A la señora Luz de Amor 88:
Si va a copiar, al menos no le cambie el nombre a mi nieta. Se llama Sofía, no Sofiía con doble i.
Y Tadeo no le llega ni a los talones a Tomás.
Agradezco la atención. Teté (sí, con tilde).” ✨

El tuit tenía 14 mil likes en 45 minutos.
Se volvió trending topic bajo el hashtag:

> #TetéTeExpone
#TadeoNoEsTomás
#LuzDeCopiadora88

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Luz de Amor 88 respondió en un vivo:

—Yo solo me inspiré. Además, las historias de amor son universales.

Tomás entró al vivo desde una cuenta falsa y comentó:

> “Universales sí, pero no con la misma escena del ventilador y la misma frase sobre los fideos con manteca, SEÑORA.”

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Sofía fue invitada a un programa para hablar del tema.
Y ahí pasó lo mejor.

Gloria, la conductora de la vez pasada, la recibió con flores y dijo:

—Tenemos a Sofía, autora de Reencuentro Incómodo y a… Luz de Amor 88, para aclarar todo.

Sofía tragó saliva.
Teté, desde la tribuna, gritó:

—¡SI LLORA, MIENTE!

Y la gente aplaudió.

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La charla fue absurda.

Luz decía que las coincidencias eran cósmicas.
Que “Sofiía” y “Sofía” eran nombres diferentes.
Que “Tadeo” era una inspiración divina.

Hasta que Teté se levantó y caminó al escenario como si fuera una final de telenovela venezolana.

—Mirá, mi amor —le dijo—. Te voy a decir algo con amor, pero sin anestesia:
La inspiración no te da derecho a copiar.
La creatividad no se roba, se trabaja.
Y si vas a robar, al menos corregí los errores de ortografía.
Porque “empecemos” no lleva zeta.

Explosión de aplausos.
Gente de pie.
Luz de Amor 88 se levantó, dijo “yo me retiro de las letras” y desapareció como personaje que pierde en reality.

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Sofía, aún en shock, abrazó a Teté.

—¿Cómo hacés para tener tanta seguridad?

—Mi reina, tengo 82 años. A esta altura, ya no me callo ni con anestesia ni con flan.

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Esa noche, Sofía y Tomás brindaron con vino y empanadas.

—¿Y ahora qué sigue? —preguntó él.

—Ahora… escribo la segunda parte.

—¿Y cómo se llama?

—“Reencuentro Incómodo 2: La abuela no perdona.”

Y sí.
Teté ya estaba escribiendo el prólogo.