Después de su exitosa (y desastrosa) participación en Danza del Amor VIP, Sofía recibió una invitación de una editorial para hacer una pequeña gira por el país con su libro.
—¿Pequeña gira? —preguntó Tomás, revisando el itinerario—. Esto parece una campaña presidencial.
—Es solo… Asunción, Encarnación, Villarrica, Ciudad del Este, y una firma simbólica en un café temático de gatos en San Lorenzo.
—¿Los gatos firman también?
—Eso espero.
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En el primer evento, en Encarnación, todo iba bien…
Hasta que apareció ella.
Una mujer de unos 30 y algo, con ojos vidriosos y una camiseta que decía:
> “TOMÁS ES MÍO (aunque él no lo sepa)”
Sofía tragó saliva.
Tomás murmuró:
—Creo que es la misma que me confundió con Ricardo Cifuentes en la panadería…
La mujer se acercó, le entregó un dibujo en el que se veía a ella y a Tomás montados en un unicornio, rodeados de nubes, y le dijo:
—Tomisito, soñé con vos. Anoche. Anteanoche. Y la semana pasada.
Sofía puso su mejor sonrisa falsa y dijo:
—¡Qué suerte! Yo soñé que aprendías a respetar relaciones ajenas.
¿Firmo el libro con nombre o con orden de restricción?
La mujer se fue murmurando:
—Ella no te merece, Tommy… yo sí te habría dejado usar medias con sandalias…
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En el siguiente evento, en Ciudad del Este, Sofía fue confundida con una monja.
¿La razón?
Un señor muy amable se acercó, la miró fijamente y le dijo:
—Hermana Clara, sabía que iba a encontrarla. ¿Ya volvió del retiro?
—Eh… ¿perdón?
—Su libro… Reencuentro Incómodo. Claramente habla de su lucha espiritual.
Tomás apareció justo a tiempo, con un chipita en la boca, y dijo:
—No, no. Ella no es una monja. Es mi pareja. Y escribe cosas sobre ventiladores, exnovios y gente con poca inteligencia emocional.
—¡Ah! —dijo el señor—. Entonces, mis disculpas… ¿pueden bendecirme igual?
Sofía le puso la mano en la cabeza y le dijo:
—Dios te libre de los Tadeos emocionales. Amén.
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Pero lo mejor vino después.
Al regresar a Asunción, Teté los esperaba con un cartel que decía:
> “COACH DE VIDA – Licenciada en Experiencia y Sinvergüenzura”
—¿Qué es esto, abuela?
—Me contrató la dueña del gimnasio para dar charlas motivacionales.
—¿Charlas?
—Sí. Cada martes doy “Cómo sobrevivir a exnovios tóxicos” y los jueves, “Cómo detectar un idiota antes de que te pida la clave del Wi-Fi”.
—¿Y cómo te va?
—Ya tengo más alumnas que el zumba. Y un podcast. ¡Se llama “Chancleta y Verdad”!
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Sofía la miró con admiración.
—¿Sabés qué?
—¿Qué?
—Creo que somos la familia más disfuncionalmente maravillosa del país.
—¿Lo decís porque Tomás casi firmó un autógrafo como Ricardo Cifuentes hoy?
—Sí.
—¿O porque vos confundiste al taxista con tu editor?
—También.
—¿O porque a mí me ofrecieron hacer una serie web con las frases que digo?
—Exacto.
—Entonces sí.
Somos un quilombo con corazón.
Y olor a empanada.
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Y esa noche, agotados, felices y un poco más locos que antes…
Sofía escribió en su cuaderno:
> “A veces, el amor no es una historia perfecta.
Es una gira desorganizada, con fans intensas, curas equivocados y una abuela que da consejos como si cobrara en dólares.
Pero si te reís en el camino… vale la pena.”
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el amor de dos personas diferentes, el amor no existe para mi, el reencuentro con verdadero amor
Editado: 01.11.2025