El avión aterrizó.
Sofía miró por la ventana como si volviera de una película con presupuesto raro.
Tomás bostezó como oso regresando de la hibernación.
Y Teté… estaba furiosa porque no le dieron el asiento con ventana.
—Una falta de respeto. ¿Vos sabés cuántas películas argentinas vi para practicar mi discurso cuando bajáramos?
—¿Qué ibas a decir? —preguntó Tomás.
—“No hay lugar como el hogar, excepto París si te pagan en euros.”
---
En el aeropuerto de Asunción, los esperaba un caos absurdo.
Primero, la valija de Teté no llegó.
Segundo, la valija de Tomás llegó… ¡pero con ropa interior que no era de él!
—Esto no es mío.
—¿Estás seguro?
—A menos que esté empezando a usar tangas de leopardo, sí.
Teté:
—¡Eso me lo regalaron en París! ¡Esa valija es mía!
---
Y por supuesto, en medio del escándalo…
Un notero de un canal local apareció con micrófono en mano.
—¡Sofía Rodríguez! ¡Tomás! ¡Teté! ¡Bienvenidos a casa! ¡Están en vivo para “Mañanísima con Maribel”!
Sofía se quedó congelada.
—¿Qué?
—¡Estamos en vivo! ¿Qué se siente volver de Europa con fama internacional, acusaciones legales, y un podcast en camino?
Teté se acomodó el pelo.
—Yo quiero decir que no todo en Francia es croissant. También hay croquetas emocionales y hombres que lloran con vino tinto.
—¿Y usted, Sofía?
—Eh… yo… estoy feliz.
Tomás, emocionado, interrumpió:
—Y estamos por publicar un libro. Juntos. ¡Una comedia romántica real!
El notero se entusiasmó:
—¡¿Y pueden adelantar el título?!
Sofía sonrió tímida.
—Reencuentro Incómodo.
Teté murmuró:
—Me gusta, es como mi segundo matrimonio.
---
Todo iba bien.
Hasta que el micrófono empezó a hacer ruidos raros.
—¿Hola? ¿Sí? ¿Se escucha? ¿Probando? Uno, dos…
PFFFZZZT—BEEEEP—GLUB GLUB
El sonido se mezcló con los altavoces del aeropuerto.
Y de repente… la voz de Teté se escuchó por TODO el hall:
> —¡Y POR ESO A ESE FRANCÉS LE DIJE QUE TENÍA CARA DE TRABAJO MAL HECHO!
Silencio.
Gente mirando.
Un bebé aplaudiendo.
Un guardia de seguridad riéndose a carcajadas.
Tomás, resignado:
—Ya somos leyenda urbana.
---
Al salir del aeropuerto, un grupo de lectores los esperaba con carteles que decían:
“¡Team Tomás!”
“Sofía, te amamos (aunque confundas maletas)”
“Teté presidenta 2026”
Sofía no podía creerlo.
—¿Nos siguen?
—Sí —dijo una chica—. Vi tu historia de la cama giratoria y desde ahí supe que eras mi gente.
Teté repartió empanadas que misteriosamente sacó de una bolsa térmica.
Tomás abrazó a Sofía y susurró:
—Estamos en casa.
—Y somos famosos.
—Y seguimos siendo un desastre.
—Pero nuestro desastre.
---
Esa noche, ya en su pequeño departamento, con la ropa colgada, el wifi lento y el sonido de vecinos escuchando reguetón…
Sofía se sentó a escribir.
> “París nos confundió.
Pero volver nos hizo entender que a veces el amor no tiene glamour…
Tiene errores, enchufes que no funcionan y olor a milanesa recalentada.
Pero si es con la persona correcta…
Es perfecto.”
#1102 en Novela contemporánea
#1609 en Otros
#523 en Humor
el amor de dos personas diferentes, el amor no existe para mi, el reencuentro con verdadero amor
Editado: 01.11.2025