Libros, cláusulas ridículas y actores demasiado lindos

Era lunes.
Sofía se había despertado con el sonido del “pip pip” del microondas.
Tomás estaba intentando recalentar el café sin derretir la taza (spoiler: la taza perdió).

—¿Sabés que la taza no era apta para microondas? —dijo Sofía.

—Era mi taza de la suerte.

—Tenía a Pikachu con lentes de sol.

—Precisamente.

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El celular vibró.

📞 Llamada entrante: “Editorial Yerutí”

Sofía atendió medio dormida.

—Hola… ¿Sí?

—¡Sofíaaa! ¡Queridaaa! ¡FELICIDADES!

—¿Eh?

—¡Tu libro “Reencuentro Incómodo” fue seleccionado para presentarse en la Feria Internacional del Libro!

Sofía casi deja caer el teléfono.

—¿En serio?

—Con alfombra roja, panel de autoras top y público con cartelitos. Pero… hay una pequeña condición.

—¿Cuál?

—Tenés que asistir vestida de personaje.

Silencio.

—¿De qué personaje?

—¡De Sofía Rodríguez!

—¿Yo… vestida de mí?

—Sí, pero versión dramática. Vestido con vuelo, gafas oscuras, actitud de mujer que se enfrenta a sus ex con un ventilador en la mano.

Tomás desde la cocina:
—¿¡PUEDO IR COMO TETÉ!?

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Pero eso no era todo.

Esa tarde, llegó otro mail.

Asunto: Propuesta de adaptación cinematográfica de “Reencuentro Incómodo”

Sofía abrió el PDF mientras Tomás y Teté miraban desde el sofá con pochoclo.

—¿Te imaginás? ¡Nuestra historia en la pantalla grande! —dijo Tomás.

—Con actores hermosos haciendo de nosotros. Qué irreal. —agregó Sofía.

Teté:
—Que a mí me haga la Mirta Busnelli o nada.

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El mail incluía el nombre del actor propuesto para interpretar a Tomás.

> TOMÁS — Propuesta de casting: Nicolás de la Vega
Edad: 30
Nacionalidad: Argentino
Descripción: Físico “perfectamente ilegal”. Sonrisa capaz de derretir acero.
Nivel de actuación: dudoso, pero tiene muchos seguidores en Instagram.

Sofía levantó la ceja.

—¿Quién es este Nicolás?

Tomás buscó en Google.
Al ver la foto, Sofía casi deja caer la laptop.

Un tipo sin camisa, montando un caballo, con la leyenda:

> “Cuando el amor te da limones, hacés limonada sin remera.”

Teté:
—Yo no quiero decir nada… pero si me dan a elegir entre Tomás y esto… ¡le doy mi voto al caballo también!

Tomás cruzado de brazos:

—No me molesta que me interprete alguien lindo…
Me molesta que lo haga alguien cuyo mejor logro es un abdominal con cuenta de TikTok.

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Sofía estaba dividida.

Por un lado: su historia llegaba al cine.
Por otro: le estaban poniendo músculos y caballo a un hombre que todavía no sabía si su taza era apta para microondas.

Y eso, para ella, también era parte del encanto.

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Esa noche, mientras debatían en pijama y entre risas quién haría de quién en la película…

Sofía escribió en su cuaderno:

> “No sé si quiero que el mundo vea nuestra historia…
Pero si lo hacen, quiero que vean las risas, los errores, la abuela y el ventilador.
Quiero que vean que el amor no siempre es sexy…
A veces, solo es real.”