Reflejo de un amor. Una oportunidad

Capítulo 13: Tom

Observo el viejo edificio de piedra gris que actualmente se usa como refugio de mujeres.

No me desperté planeando venir a este lugar, fue algo que se me pasó por la mente luego de hacer ejercicio, ducharme y sentarme a desayunar.

Mi hermana dijo que si quería acercarme más a Molly me involucrara en las cosas que a ella le importan y este lugar es lo que le importa.

A mis exnovias, incluso a mi ex prometida, podría mantenerlas interesadas con flores, joyas o regalos que le gustarán, Molly es diferente.

No tengo idea que es lo que quiero con ella, si es una aventura o una relación, mas estoy dispuesto a averiguarlo. No soy de los que deja ir las cosas ni los que aceptan un no como respuesta.

Probablemente, me hubiera dado por vencido si no fuera consciente de que yo también le gusto a ella y se niega a aceptarlo.

Mientras tenga esa certeza, no me daré por vencido.

Subo los escalones de cemento gris hasta llegar a la enorme puerta antigua de madera, entro sin golpear y una mujer mayor de cabello gris me detiene antes de poder dar un paso más.

—Buenos días, ¿qué puedo hacer por usted?

—Hola—sonrío—. Me llamo Tom Archer y soy amigo de Molly Miller. Ella habló del trabajo que hace aquí y pensé en venir de voluntario. También soy abogado y estoy en contra de cualquier tipo de maltrato, ya sea mujeres, niños y animales.

Ella enarca una ceja y se cruza de brazos.

—Es raro encontrar hombres voluntarios y somos muy cuidadosas en ese sentido. Muchas mujeres se asustan con ver a un hombre.

—Puedo imaginarlo.

—Espere aquí. Buscaré a Molly para confirmar su identidad.

Se da la vuelta y desaparece por una puerta gris. Me quedo aquí mirando las paredes blancas con carteles que hablan sobre los derechos de las mujeres, maltrato infantil y tema relacionados con ello.

—Tom.

Volteo y le sonrío a Molly que se acerca seguida de la señora de cabello gris. Es guapa con cualquier cosa que se ponga. Desde los trajes de oficina, la ropa deportiva que parece pijama y el simple pantalón con zapatos de tacón de bajo y una camisa rosa sin mangas.

—Hola, Molly.

—¿Qué haces aquí?

—Dijiste que venías cada sábado y como no tenía nada que hacer, pensé en pasarme y ofrecer mi ayuda. La señora me dijo que los hombres no siempre son bien recibidos.

—Me llamo Agnes Sinclar y le explicaba la situación. Aunque sea abogado…

—Las mujeres no confiarán en él—termina Molly—. Lo siento, Tom, como abogado, no puedes ayudar. Las mujeres se sienten incómodas hablando con hombres después de haber sido maltratadas por estos.

—Lo entiendo. Si es posible, puedo ayudar en otra cosa.

Molly y Agnes intercambian una mirada.

—Mi esposo Bob se ocupa de la comida y justo hoy mi hija no vino, es quien suele ayudarlo, si te interesa…

—Claro, encantado, señora Sinclar. Soy bueno cocinando.

—Mi esposo se ocupa de eso, nada más necesita ayuda para armar las bandejas y luego entregarlas. ¿Puedes hacerlo?

La verdad no esperaba servir comida a mujeres maltratadas, la idea era darle apoyo a Molly con asuntos legales y pasar más tiempo con ella, pero no puedo librarme de esta. No quiero quedar mal ni con Molly ni con la señora.

—Claro, encantado, señora Sinclar.

—Dime Agnes. Molly te mostrará el lugar.

Ella se aleja y Molly me pide que la siga.

—¿Rachel?

—Con otros niños en terapia infantil de grupo. Madeleine cree que es una buena alternativa para que los niños expresen lo que sienten. Dice que algunos se abren más luego de saber que otros niños han vivido algo similar o peor. Ha tenido buenos resultados, ya veremos que pasa con Rachel—entramos por una puerta y caminamos por un pasillo blanco y frío—. ¿Qué se te dio por querer ayudar en un refugio de mujeres?

—Me levanté, hice ejercicio, desayuné, me puse a pensar que iba a hacer un sábado y recordé que dijiste que vendrías aquí. Me dije a mí mismo: ¿Por qué no echarle un vistazo y hacer algo diferente? Era esto o ponerme a trabajar.

—¿Cómo supiste la dirección?

—Me la dio Chloe—nos detenemos en el umbral de una puerta y visualizo la cocina. Molly me mira con ganas de interrogarme—. Tengo los números de teléfono de casi todos los empleados de la firma y como sé que con ella te llevas bien, asumí que sabría.

—Espero que estés aquí por interés a ayudar y no por mí. Me desilusionaría saber que eres capaz de fingir que te importan estas personas para acostarte con una mujer.

Me arrimo a ella.

La razón por la que estoy aquí es por Molly, quiero acercarme a ella y ganarme su confianza lo suficiente para romper con la distancia que ella puso entre nosotros. No obstante, también quiero ayudar.

—Luego de conocer la historia de Rachel, mi mente se abrió por completo y vi el mundo más allá del que crecí. Conocí una realidad dura de la que no era consciente.




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