Reflejo de un amor. Una oportunidad

Capítulo 35: Molly

Me despido de un abrazo de mi amiga Ariana y de su novio Anthony.

Lamenté no haber venido más seguido de visitas y quedarme por más tiempo, pero prometí corregir eso.

Ariana y Anthony—la pareja “A” como le decíamos nosotros—se casaron el verano después de la graduación. Aún recuerdo su boda en la playa. Si bien me alegré por ellos, no pensé que durarían, en especial cuando empezaron a buscar un hijo sin suerte y casi les cuesta la relación. Por suerte lo solucionaron y tienen un par de gemelos que solo he visto por fotos.

Supongo que cada quien es feliz a su manera, como Ariana que es feliz dando clases a los niños de primaria, ateniendo a su esposo y a sus hijos.

Ellos se van y acepto que Cody me lleve, pues no tengo vehículo y no pude los de mis padres porque temo conducir.

—Es increíble que los dos sigan juntos después de diez años. Ellos se pusieron de novios antes que lo hiciéramos nosotros.

—Sí. Así es el amor. Si hubiéramos seguido juntos, puede que nos hubiéramos casado con ellos. Boda doble.

Suelto una carcajada.

—Claro que no.

—Nunca te lo dije… Te iba a proponer matrimonio aquel verano. Tenía el anillo, estaba listo y fue cuando me dijiste que te ibas a Nueva Jersey a estudiar y luego te instalarías en Nueva York.

Nos detenemos en su vehículo.

—¿Me ibas a proponer matrimonio? —él afirma con la cabeza—. Menos mal que no lo hiciste porque te habría dicho que no, aunque hubiéramos seguido juntos e ido a la misma universidad.

—¿De verdad?

—Sí. Está bien que Ariana y Anthony se casaran al acabar la preparatoria, hubiera sido raro de no ser así. El nuestro no era el mismo caso. Yo no estaba lista para casarme, ni contigo, ni con nadie, ni siquiera ahora me siento lista.

—De todas maneras no importa. No me animé a proponértelo. Estabas tan emocionada con tu aceptación en Columbia y con tus planes que no quise arruinar el momento y menos complicar las cosas entre nosotros.

—Menos mal. Habría sido incómodo—reímos—. Ya vámonos. Quiero volver con Rachel.

Pateo una piedra y enseguida me doy cuenta de que es una pésima idea, tropiezo y Cody me agarra. Me sostengo de sus hombros riendo.

—Hay cosas que no cambian.

—Sí, yo tropezándome y siendo el inodoro perfecto para las palomas. Ha defecado en mí muchas veces.

Dejo de reír al notar que Cody me observa raro, abro la boca para decir que nos vayamos y su boca cae sobre la mía.

Mierda.

Me quedo tiesa por un momento y cuando logro reaccionar me aparto y pongo distancia.

—Molly…

—Lo siento, Cody, yo…

Él pasa la mano por su cabello y niega con la cabeza.

—Perdóname. No quise… Sé que tienes novio y no está bien.

—Siento mucho si te hice creer que podía pasar algo entre nosotros. No fue mi intención. Yo amo a Tom y es con él con quien deseo estar y…

Y decir en voz alta que amo Tom me golpea con la realidad. Estoy enamorada de Tom y el beso de Cody me ayudó a decirlo en voz alta y aceptar lo innegable.

Si he estado reacia a verlo, ha sido por todo lo que está pasando con su padre. Ya no puedo negar que lo amo.  

Le pido a Cody que olvidemos el beso y lo que pasó. Él está de acuerdo y me lleva a casa de mis padres en completo silencio.

—Espero que no dejes de hablarme. Prometo que no volveré a hacer algo como eso. Los recuerdos del pasado removieron sentimientos.

—No tenemos que volver a hablar de eso. Estrictamente amigos.

En cuanto llegamos, me despido de él secamente, bajo de su camioneta y corro al interior de la casa.

No traicioné a Tom, pues no somos novios y Cody fue quien me besó inesperadamente. Yo no devolví el beso y lo aparté. Ese hecho lo tengo claro y lo acepté.

Ahora tengo que arreglar las cosas con Tom, decirle lo que siento y ver si podemos estar juntos realmente o su padre seguirá siendo una piedra en nuestro camino.

La idea de volver a vivir en este pueblo sigue dando vueltas a mi cabeza, pero antes de tomar una decisión, necesito saber que pasará con Rachel y necesito hablar con Tom. No quiero dejarlo por más que su padre sea un idiota, menos ahora que acepté que estoy enamorada de él.

En las relaciones, las parejas toman las decisiones juntos y esa es la clase de relación que yo quiero con Tom.

Subo las escaleras hasta mi vieja habitación, Rachel está durmiendo cómodamente en mi cama y me acuesto a su lado.

Mamá dijo que podíamos quedarnos en una habitación en la casa de huéspedes para estar más cómodas y no quise. Me gusta mi vieja habitación y es bueno estar en mi vieja casa con tantos recuerdos en esta.

Agarro mi celular y busco a Tom en mis contactos. No sé si estará despierto a esta hora. No es de los que se desvela por la noche. Prefiere dormir temprano y levantarse temprano, dice que de esa forma tiene la cabeza más despejada, y es cierto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.