- Amor, creo que es mejor que nos separemos – dijo él con todo el dolor de su corazón
- No, yo se que los puedo convencer, tan solo ellos... – dijo ella toda preocupada, no lo quería dejar, a sido su apoyo, su esperanza para seguir con vida.
- Si no aceptaron nuestra relación desde un principio, ¿crees que lo hagan ahora? – la interrumpió gritando y enojado por la situación
Soltó un suspiro, cerro los ojos y unieron sus frentes - Te amo Alessandra, te amo como nunca amé a nadie, pero hay que aceptar que nuestros estilos de vida nos lo impiden. Tu estas acostumbrada a una vida llena de lujos y donde todo lo tienes a la mano, aunque no lo necesites y yo... yo estoy acostumbrado a siempre trabajar para obtener lo que tengo, visto y como, pero, y si seguimos juntos ¿de que vamos a vivir? – no quería aceptar la realidad, para él nunca fue importante el dinero, pero en este caso lo es si querían seguir juntos y unir sus vidas al otro.
- Yo puedo trabajar, no me importaría si así puedo estar a tu lado como hasta ahora – dijo ella tratando de convencerlo, pero, fue imposible
- No debería de ser así, yo debería de preocuparme por ti. Debería de complacer tus necesidades sin problemas, no debería arrastrarte a mi estilo de vida cuando tu estas mas que cómoda y acostumbrada a la tuya. De amor no se vive Alessandra – esas palabras le dolieron hasta a él – y para estar juntos necesito primero tener lo necesario para ti, para nosotros. Tan solo espera, espera a que yo llegue a ti y tenga las posibilidades para que estemos juntos sin preocupaciones, porque por mas que me duela admitirlo, tu padre tiene razón, yo en este momento no tengo y no puedo ofrecerte nada mas que todo mi ser, pero eso no es suficiente para estar a tu lado.
- Para mi si, no es necesario que consigas nada, los dos trabajaremos, viviremos juntos en una casita lejos de todo y de todos, en un campo como me dijiste
- Mi decisión ya esta tomada Alessandra, iré en busca de un futuro digno para los dos y hasta que eso no pase – tomo un respiro y cerro sus ojos por un momento – no regresare a ti.
- No me digas eso – sus ojos no dejaban de soltar lagrimas y cada una le dolía en lo mas profundo de su ser – no me dejes así, te lo pido, eres todo para mi, tu me ayudaste a salir de mi depresión y lo que haces ahora hará que regrese. Sin ti no podre subsistir Andrés, te necesito a mi lado, que calmes mis demonios, que me cuides cuando quiera cometer otra estupidez. Eres mi amigo, mi novio, mi confidente, mi bastón para sostenerme y no caer en la maldita oscuridad en la que me quieres dejar por palabras idiotas que dijo mi padre. – la chica no dejaba de llorar, todo esto era demasiado para ella
- No pienso dejarte, tan solo espérame por favor – la sujetó de sus mejillas y depositó un tierno beso la frente – tan solo pienso en lo que es mejor para los dos. Regresare por ti, lo prometo. Te amo
- Yo también te amo, por eso te pido que no me dejes – lo sostuvo del cuello de su playera
Él se soltó de su agarre, la miro a los ojos, le dio un beso apasionado lleno de amor, desespero y con sabor a lagrimas de parte de ambos porque sabían que seria el ultimo en mucho tiempo, hasta que Andrés decidió que era suficiente porque sabia que si continuaba con ella no podría irse por ese futuro que aclamaba un bien para una artista y un jardinero llenos de amor para darse.
– Adiós, mi flor...
Ella vio como se alejaba poco a poco, hasta que cerro la puerta principal; cayo de rodillas y no dejo de llorar. Por dentro pedía que, si había algún dios, un ser, quien sea, que por favor le regresara al amor de su vida, a su mejor amigo, al único ser humano que la hacia estar de pie en sus peores momentos.
Su llanto fue tanto que se desmayo, una de las chicas de limpieza la vio caer y llamo a gritos a sus padres.