Regresé por ti

Viejo y nuevo amigo

Capítulo 15

Nunca creí poder terminar con alguien como Andrés, lo es todo para mi no hay momento que no esté pensando él. Cada noche hablamos por teléfono hasta alta horas de la madrugada hace mis días divertidos y llenos de vida. Por el momento no le hemos contado nada a nadie de nuestra relación pero ya no aguanto más, necesito desahogarme de como en tan poco tiempo conocí a esta persona que me vuelve loca. Me decidí por contarle a Scar ya que ella fue la que nos encontró comiendonos en la fiesta.

**Holaaa mi reina, prácticamente te desapareciste, no me dijiste si llegaste bien ni me hablaste en estos dias

**Hola Scar – me reí de los nervios – es que he estado algo ocupada pero por eso te marque quiero contarte algo y como eres mi única amiga pues...

**¿De verdad soy tu única? – sé escuchó un grito del otro lado del celular – eres tan dulce, enserio pero bueno CUENTAAA

**Ya ves que Andrés y yo... en la fiesta pues... tu sabes... nos encontraste

**Besándose, aja y?

**Pues que ahora estamos saliendo

**WHAT?

**Es muy pronto, yo lo sé pero...

**No, no es eso reina – se comenzó a reír – todos sabíamos que con Lucrecia quería terminar desde hace como un año porque prácticamente ya lo tenía harto y no lo dejaba respirar. Le checaba todo, con quien podía estar, con quien no y pues él se dejaba para ya no hacer más problemas PERO CONTIGOOO. Eso sí que es una sorpresa

**Lo sé y estoy muy emocionada, me gusta y lo quiero mucho

**Yo igual estoy segura que te quiere mucho pero cuenta detalles, como sucedió, cuando sucedió, que tal estuvo la acción en la cama

**SCAR!! – me rei

**¿Qué? No es nada del otro mundo tener relaciones con quien te gusta, así que cuenta ya...

Me pase todo el día hablando con Scar, creo que congeniamos super bien y rápido. Como es posible conocer a las mejores personas y quererlas en tan poco tiempo, cuando con los que creerías dar la vida por ellos no fue así. Duele que esa sea una realidad, todos deberíamos de tener un buen amor desde un principio, pero a la vez es bueno que llegue tarde porque ya te sabes el camino. Solo me queda arreglar un asunto y ese es Sebastián que no ha dejado de parar con sus mensajes y llamadas, de pura suerte es que Andrés no ha estado cuando eso sucede si no, sus celos lo controlarían e iría hasta su casa para golpearlo.

Después de pensarlo por un buen tiempo me decidí por ir a la casa de Sebastián para resolver de una buena vez este problema, no me gusta estar peleada con la gente que quiero y por mas daño que me haya causado yo lo quería, pasamos tantos buenos momentos juntos.

La casa de Sebastián en realidad no se encontraba tan retirada de la mía, estaba a menos de 10 minutos así que ya me encontraba estacionando mi coche y bajé de este para ir a la puerta. Estaba algo nerviosa pero ya me estaba aquí, no podía echarme para atrás. Levanté la mano para tocar la puerta pero esta se abrió haciéndome quedar más que sorprendida.

- ¿Qué haces aquí? – me dijo Janeth

- Vi... vine a – no podía hablar, mis sospechas habían sido ciertas

- Ale – salió Sebastián y puso cara de confundido

- Hola – dije casi en un susurro

- Todavía no contestas mi pregunta, niña ¿Qué haces en casa de Sebas? – los dos me miraron esperando una respuesta

- Yo... yo vine a hablar contigo – mire a Sebastián – pero... pero creo que mejor vengo en otro momento, lo siento – di media vuelta y me dispuse ir a mi coche

- No Ale – me tomo de la mano deteniendo mi retirada – Janeth ya se va, puedes quedarte

- ¿Me estás corriendo por esta? – me señaló 

- No, mejor yo me...

- Nada Alessandra, te quedas y punto – me dijo Sebastián y después su vista se fue a Janeth – tu ya te ibas, así que Adios

No dijeron nada más, nos metimos los dos a su casa y Sebastián le cerró la puerta en la cara dejándola con su indignación. Nos fuimos a la sala y nos sentamos en el sillón color negro que se encontraba en el centro de todo. 

- Me alegro de que hayas venido hasta acá por mi – me dio una sonrisa amigable

- Si, esque viene para arreglar – nos señalé – nuestro... asunto

- Perfecto – se le iluminó la cara - ¿gustas algo de tomar antes o...?

- No no no, así estoy bien gracias

- De acuerdo – me miró nervioso – Empieza por favor

- Bien – me acomodé un poco mejor para mirarlo – vine aquí, a tu casa, con la intención de que arreglemos nuestros problemas Sebastián – inhale y exhale – no voy a regresar contigo, eso es más que obvio, pero lo que no quiero es que por errores de los dos perdamos esos divertidos momentos que pasamos juntos estos 3 años y... - me interrumpio

- Espera espera, ¿quieres que seamos amigos? – me cuestionó – Alessandra yo te amo

- No Sebastián, no puedes decir que me amas cuando estás con Janeth – suspiré – simplemente nos quedamos con la idea de que éramos la "pareja perfecta" para satisfacer a nuestros padres pero nunca hubo un romance, lo intentamos pero no sucedió, lo que sí sucedió fue una bonita amistad entre nosotros. Nos divertíamos demasiado, por ejemplo cuando íbamos al cine y te asustabas con las películas de terror, yo riéndome de ti porque aventabas las palomitas a la gente – con lágrimas en mis ojos, recordando esos momentos me reí – cuando me enseñaste a manejar y casi chocamos con un bruto que no tuvo paciencia de nosotros o cuando por ir distraída le tire la soda a un chico en la feria y tu me defendiste.

- Ese desgraciado se lo merecía, te llamó estupida cegatona – nos reimos

- A esto me refiero, quiero mas momentos así, contigo Sebastián, pero si no aceptas esto – me limpie las lágrimas – lo entenderé y no volverás a saber de mi




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.