Capítulo 31
3 meses de embarazo
Andrés, no ha dado señales de vida, solo manda dinero para su familia, el suficiente para que Eli deje de trabajar - al parecer cumplió su objetivo - dirán que esa ya es una pista, pero es que ni dirección viene en ese sobre con dinero, solo que va dirigido para Eli.
Hoy voy con Emir de camino a un restaurant donde festejaremos mi cumpleaños con mis padres, la familia herrera y los amigos de Andrés - que ya son los míos - tardamos porque no podía poderme ningún vestido que tenia, ya nada me quedaba, creí que los embarazos se tardaban en crecer, pero lo mío parece de 5 o 6 meses, así que Emir fue por un vestido adecuado para mi y no esta tan mal, es muy bonito.
Llegamos y espero a que llegue a mi puerta para bajar - no puedo ni bajarme sola - comenzamos el camino y veo a todos ya en la enorme mesa con globos alrededor, todos me felicitan y no pasa el que pasen la mano por mi enorme barriga. Al terminar Emir me ayuda para sentarme y él lo hace a un lado mío.
–¿Por qué lloras? - me dice
–Es que todo es tan lindo, todos están aquí y además... tengo hambre
Lo ultimo se lo susurro, Emir solo se ríe y con su pulgar limpia mis lagrimas.
–Te tengo una sorpresa para que dejes de llorar
–Dime que es comida, porque enserio me muero de hambre - digo esperanzada
–No, esto no lo puedes comer - se levanta yendo hacia la puerta del restaurant
Vuelve a entrar ero con otra persona detrás de él y me quedo sorprendida de verdad, lo veo caminar a mi con una enorme sonrisa que se desvanece cuando me pongo en pie observando mi enorme vientre.
–Estas... estas - intenta decir
–Si estoy embarazada - suelto lagrimas - pero abrázame stronzo di merda, te extrañé
Sebastián sale, de si trance para abrazarme como puede, yo lloro sin parar, estas malditas hormonas me tienen mal, ahorita puedo estar llorando, pero después puedo estar riéndome como si nada eso si, la comida no me puede faltar ya que este bebé me lo pide a cada nada.
–Me fui dejándote bien y ahora estas... enorme - no digo nada
–Tarado - le golpea la cabeza - no le digas eso que llora
–Mierda, perdón
–No - otra vez me da el sentimiento - tienes... tienes razón - Emir lo mira mal - ¡ESTOY ENORME!
Solté a llorar hasta que mamá se acerco a nosotros.
–Hija, siéntate que vamos a comer - paro y me limpio las lagrimas con el dorso de mi mano
–Ay si, ya me estaba muriendo de hambre mamá - sonreí
Veo como Sebastián hace una señal de que estoy loca y Emir lo golpea de nuevo, agradeciendo y haciéndome reír.
En estos meses no me he sentido sola como antes, las pastillas para dormir mis ideas tanto malas como buenas desaparecieron, mis padres siguen yendo de viaje de ves en cuando, pero a veces solo se va uno y el otro se queda, cuando los dos se van le hablan a Eli para que me cuide mientras no están.
Emir nunca olvida visitarme después de trabajar, ahora hace como fotógrafo en una empresa de publicidad y su intento por pintar fracaso, lo suyo es fotografiar y punto. Papá le ofreció trabajar en la empresa, pero quiso mejor empezar desde cero en una totalmente desconocida y en caso de que sí necesitaban de su ayuda, con gusto lo haría.
Eli me visita cada fin de semana para que tanto Alex y Amelia pasen también tiempo conmigo viendo crecer a la enorme personita dentro de mi. También como dije antes, en caso de que mis padres se vayan, ella viene a quedarse a mi casa.
Tanto Scar como Rebe junto a los chicos hacen - la mayoría de los fines de semana - una carne asada en casa para pasar tiempo juntos, hasta hacen apuestas de que sexo será mi bebé.
La verdad no he pensado yo en eso, ni siquiera quiero saber antes de que nazca, deseo que sea una sorpresa para mi. Es por eso por lo que hemos estado comprando la ropita, zapatitos, su cuarto... de colores neutros para no definirlo por el momento como niño o niña.
–Todos sentados por favor - comienza Eli - es hora de que la cumpleañera sople las velas
Después de eso, llega un mesero con el pastel y unas cuantas velas encendidas, lo pone frente a mi y las voces cantando el happy birthday poco a poco se escuchan lejos. Solo observo las velas lita para pedir ese deseo, el deseo que pido cada noche al irme a dormir, esperando que en algún momento el jardi... que Andrés entre por la puerta de mi casa corriendo a abrazarme, colocando sus manos en mi panza sintiendo las pequeñas pataditas de nuestro bebé.
Los aplausos me traen a la realidad sacando una sonrisa para soplar las velas.
La noche culmina despidiéndome de todos, mis padres se adelantan a casa mientras Emir se ofrece a llevarme junto con Sebastián para dejarlo en su casa ya que se quedará unos días antes de regresar a Londres.
Todo el camino íbamos platicando de como le iba la vida en otro país, también riendo cuando decían tontería y media. Por fin lo dejamos en casa y nosotros agarramos camino...
–¡Oh por dios!
–¿Qué sucede?
Lo miro con cara de asombro
–¿QUÉ SUCEDE ALESSANDRA? ME ESTAS ASUSTANDO - grita preocupado
–Detén el auto
Estaciona el coche a un lado de la carretera a toda prisa
–Dame tu mano - me mira raro - rápido, tu mano
Me la ofrece y la tomo llevándola a la zona donde mi bebé esta pateando - creo que se esta acomodando - no lo ha dejado de hacer, solo siento como golpea mi vientre.
–Wow - sonríe - por fin se mueve
–Creo que ha despertado - me rio
–Se siente genial - no deja de sonreír
–Antes solo daba una patada antes de que me fuera a la cama - suelto mas para mi pero alcanza a escuchar
–¿Y porque no me dijiste?
–Porque solo era un leve movimiento, no como ahora - dije feliz