Regresé por ti

Nascita di un sole

Capítulo 32

9 meses embarazada

16 de noviembre**

–Sigo sin entender por que rayos no quieres saber si es niño o niña

–Papá, ya lo discutimos no quiero saber hasta el día que nazca 

En cada chequeo con mi doctor tanto mis padres como Eli tratan de averiguar el sexo de mi bebé, pero le advertí al doctor que no dijera nada sin mi autorización, no quiero que la sorpresa se arruine, ni siquiera yo quiero saber, quiero que me sorprenda cuando llegue ese día. Sé que será el mejor regalo del mundo.

Acabamos de llegar de una tienda comprando algunos libros para mi ya que sé que estaré unos cuantos días en el hospital y no quiero aburrirme, a menos que mi bebé sea un tremendo desastre y no pueda ni dormir a gusto. 

Los tres abuelos seguían discutiendo sobre lo mala que era con ellos, ya que ni un nombre teníamos para mi sole, pero ni eso hacia que cayera en sus trampas para poder tener mi permiso y saber que seria.

–Dejen de discutir – dije algo bajo – necesito mi malteada

Camine a la cocina y una contracción me ataco sin avisar.

Stronzo di... – no pude terminar 

Debajo de mi había un enorme charco y también escurriendo de entre mis piernas indicando solo una cosa... 

–Alessandra, te encuentras... – dice Eli, pero no termina

–AAAAHHHHHHH – grito

El dolor era insoportable, sentía que me estaba partiendo, todo me dolía, solo quería sentarme, pero no podía ni moverme, cada grito que soltaba me hacia doler cada extremidad de mi cuerpo. 

Tanto Eli como mamá fueron a mi rescate ayudándome a caminar para ir al hospital, papá estaba en transe y Eli lo tuve que cachetear para que reaccionara y fuera él quien manejara ya que nuestro chofer estaba en su descanso.

En el camino mamá y Eli no dejaban de indicarme que hiciera respiraciones para ir calmando cada dolor que se aproximaba, pero cada uno dolía mas que el otro y no era broma...

–AAAAAHHHH – grito – mamá, ayúdame... me duele muchísimo

–Tranquila hija ya pasara

–NO ME DIGAS QUE PASARA PORQUE NO ES ASI – le reclamo

–De acuerdo, no digo nada 

–Perdón, es que duele mu... AAAAAAHHHHHHH

–AUMENTA LA VELOCIDAD LORENZO, CON UNA MIERDA – grita Eli

–ESO HAGO, NO ME GRITES – le responde papá

Por fin llegamos y nos pasan directo a la habitación que ya había preparado con antelación para no esperar. El doctor llega minutos después checando cuanto he dilatado en el transcurso y al parecer este bebé ya quiere salir porque estaba mas que lista para mi parto, no sin antes...

–Mamá, llama a Emir... - tomo aire – lo necesito conmigo, por favor

–Creo que lo mejor es que entre Eli o tu madre, sole

–No papá, lo necesito a él

–Ya le hablé, tu tranquila que esta en camino – me indica Eli

–Gracias 

Y me llevan a la sala de parto para prepararme, no quería comenzar todavía, pero las contracciones no paraban, de hecho, ni anestesia lograron colocarme porque mi dilatación era tan buena que el medico dijo que solo necesitaba pujar un poco mas para que mi bebé saliera. Estaba a punto de hacer hasta que una persona entro a la sala y por un segundo lo vi, era él, era Andrés, estaba aquí conmi...

–Lo siento por tardar, amore mio

–Emir – mi desilusión llego – gracias – aún así le sonrío

–De acuerdo señorita Antonelli solo tiene que pujar

–Okey - tome aire

–Yyyy... puje

–AAAAAAAHHHHHH – apreté la mano de Emir

El medico me seguía indicando que pujara y pujara, creo que a la cuarta vez mi corazón broto, ese llanto, ese dulce llanto chillante llegaba a mis oídos indicando su llegada a mi vida, una vida que compartiría gustosa con...

–Es una hermosa niña

Una enfermera me la acerca envuelta en una manta rosa ya un poco limpia, no dejaba de llorar, pero hasta que la pusieron en mis brazos paro, paro y se acomodo en ellos sintiendo mi calor maternal

–Es preciosa Ale – me besa la frente Emir – lo hiciste bien

–Hola, amore – le acaricio su cabecita – soy tu mami

No sé si solo fue un movimiento involuntario y no quiero crearme mas ideas, pero al decir eso, ella sonrió, fue el gesto mas lindo que pudo existir en mi vida, solté lagrimas solo por ella, por mi niña, que daría la vida solo por volverla a ver sonreír así, sea o no involuntario ese movimiento, me encantó, me hipnotizo justo como él, justo como él lo hacia conmigo, creo que estaba viendo su viva imagen en ella, pero ahora solo la tengo a ella y eso me bastaba para no detenerme jamás. 

–Vengo por la nena – dice la enfermera – la llevaremos a la incubadora y a usted a su habitación

–De acuerdo – con dificultad se la entregue

–Yo saldré a informarles a todos que... - lo interrumpo

–Ni se te ocurra, hasta que este en mi habitación con mi niña lo sabrán

–Okey, como digas – se ríe

Terminamos con todo el proceso medico para poder pasarme a mi cuarto. Al llegar me acomodan en mi cama, lo bueno que ya estaban mis cosas aquí como mis libros, apenas lo tomo y tocan a la puerta.

–Yo abro – dice Emir

–Gracias, en la próxima abro yo – me burlo

–JA JA, que graciosa

Suelto una carcajada y la enfermera aparece con mi bebita hermosa en brazos.

–Una disculpa, pero esta princesita no deja de llorar – me la da – quisimos darle un poco de formula para dejarla descansar, pero no la aceptó

–No pasa nada, de hecho, mis pechos ya comenzaban a doler

–De acuerdo – se ríe – le doy un poco de privacidad, con permiso

Se retira, pero sale por un momento con Emir para informarle unas cosa ya que entrando me dice, pero no pongo tanta atención ya que me preparo el pecho para alimentar a esta señorita tan quejumbrosa.




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