Llamas... calor... miedo... la gente gritaba, el niño muy desconcertado buscaba con la mirada a sus padres dentro de la pequeña choza, sin obtener resultado alguno.
El terror comenzaba a apoderarse de el, cuando noto que alguien lo observaba por un gran hueco que había en su hogar.
El misterioso hombre llevaba puesta una túnica negra con capucha la cual no dejaba ver su rostro, aunque en parte eso también se debía a la oscuridad de la noche. El niño miró fijamente por unos instantes a aquel desconocido intentando descifrar quien era y porque lo observaba, pero los gritos que provenían desde fuera de su hogar lo sacaron de su trance por un momento haciéndolo desviar la atención del hueco por unos instantes., valiosos instantes, ya que cuando volteo nuevamente para seguir observando, el misterioso hombre había desaparecido.
El pequeño no le dio importancia, incluso llego a pensar que no había visto a tal hombre y que era producto de su imaginación; aunque eso ahora no importaba, estaba muy asustado y tenia que encontrar a sus padres en aquel infierno.
Se levantó del frío suelo y contempló las llamas que lo rodeaban, en busca de un lugar para poder escapar de allí; y lo encontró. A unos cuantos metros por delante de el logró divisar una parte de la choza que aún no había sido alcanzada por el fuego, pero no por demasiado tiempo...tenia que apurarse.
El niño intento avanzar, pero sus piernas le fallaron, había respirado demasiado de aquel humo.., sin fuerzas se derrumbo nuevamente sobre el suelo, sentía su cuerpo pesado, de repente le agarro mucho cansancio.., comenzó sin darse cuenta a quedarse dormido; sin embargo algo en su mente le decía que no tenia que rendirse, que aquel no era el lugar donde tenia que morir.
Sus ojos se le cerraban, en un ultimo intento por no quedar inconsciente, recogió un fragmento de vidrio que había en el suelo y con las fuerzas que le quedaban, se hizo una herida en la mano izquierda.. Funcionó.
El dolor lo despertó de su estupor; con mucho esfuerzo logró volver a incorporarse y empezar a avanzar, aunque muy lentamente. Pensó por un momento que no llegaría, pero finalmente pudo escabullirse por una pequeña abertura en una pared.
El miedo y el desconcierto se multiplicarón, su pequeña aldea estaba ardiendo, había cadáveres a montones, el pánico enloquecía a la gente, algunos escapaban de las llamas, otros gritaban en busca de sus familias, mientras que otros se encontraban luchando contra los que parecían los responsables de aquella masacre: unos extraños hombres vestidos de negro, los cuales algunos atacaban desde lo lejos a los aldeanos con una lluvia de flechas ardientes y otros que eran muy veloces se acercaban rápidamente y apuñalaban con sus dagas a los sorprendidos pueblerinos. Y allí volvió a verlo.. a aquel hombre que seguía observadolo...
Ezquiel despertó de repente muy asustado, aunque rápidamente se calmó, ya estaba acostumbrado a aquello, había soñado lo mismo una y otra vez durante bastante tiempo.
De todas maneras, al ñino no le molestaba en absoluto soñar con aquello, tenia la certeza de que si lo soñaba tan repetidamente podría recordar el resto de la historia. Pero ese dia no fue el caso; el sueño se habia quedado en la misma punto de siempre. No recordaba quienes eran sus padres y que habia sido de ellos en esa oscura noche, ni quienes eran aquellos hombres que los atacaron, ni tampoco de que aldea, ciudad o reino provenía.
Deseaba con todas sus fuerzas saber más de su pasado, el pensar en esas cosas lo hizo derramar algunas lagrimas.
-Otra vez soñando con lo mismo niñito sentimental...deberias dejar de darle tantas vueltas al asunto de tu pasado y concentrarte en el presente...bueno...eso claro, si quieres sobrevivir- Dijo ironicamente una voz conocida.
Rapidamente el niño se limpió las lagrimas con su brazo, no le gustaba que su amigo lo viera vulnerable.
Derek más que un amigo era como un hermano mayor para Ezquiel. El lo había encontrado cuando tenia diesciocho años y Ezquiel tan solo once
Cuando Derek lo encontró, su relacion no era tan buena. El joven no confiaba en el niño, ni siquiera pretendió cuidarlo ya que lo veía como un estorbo y como alguien débil., pero Ezquiel lentamente logró ganar un poco el respeto del joven.. y comenzaron a viajar juntos por el mundo, intentando sobrevivir. Incluso le enseño al pequeño el manejo de la espada y el arte del sigilo, muy necesario según Derek, ya que para conseguir comida se las tenían que arreglar robando en los grandes reinos o a carretas de vendedores ambulantes, aunque alguna vez también se dedicaban a cazar animales. De eso ya había pasado un año.
El joven tampoco tenia un hogar o familia, quizás había sentido empatía por el, pensaba Ezquiel a diario, aunque tambien tenia sus dudas de si el lo consideraba un amigo, ya que Derek era un joven bastante frío, que rara vez mostraba afecto o emociones, pero aún asi; el niño se sentia bien viajando con el, por lo que no quería ser una carga, razon por la cual intentaba ser fuerte y controlar sus emociones.
Luego de limpiarse las lagrimas, rapidamente Ezquiel se puso de pie.
-No estaba llorando, de tanto exponerte al sol te imaginas cosas-mintió el niño.
Derek se acercó con el rostro serio y lo golpeó amistosamente en el brazo.
-No me importa lo que estabas haciendo...me importa lo que no estabas haciendo...como acompañarme a cazar esta mañana, maldito niño perezoso-respondió el joven observandolo duramente.
El joven niño lo miro aparentando estar ofendido y rápidamente salió de la tienda de dormir en donde habían pasado la noche.
-¿Que haremos hoy?¿Cazar más?¿Robarle a algún vendedor ambulante?¿Rescatar a alguna bella damisela en apuros?-Dijo Ezquiel bromeando.
Aquel comentario pareció herirle más que una daga al joven, que cambió su expresión por un momento, aunque Ezquiel no lo notó.
-Nada de eso.-Respondió Derek serenandose.- hoy nos iremos del bosque, tenemos un encargo que hacer... nos pagarán bien.-agregó.
Ultimamente, robar y cazar no les era suficiente para subsistir, asi que de vez en cuando, desempeñaban el rol de mercenarios en pequeñas ciudades o aldeas, por lo que Ezquiel estaba acostumbrado ya a este tipo de cosas.
Sin embargo, al niño no pareció agradarle la idea de trabajar tan temprano.
De todas formas y de mala gana, recogió sus pertenencias y al cabo de unos minutos ya estaba dispuesto para partir.
-Ya estoy lis..Dek?- Ezquiel observó a su alrededor , viendo a su compañero a lo lejos.
"Siempre es lo mismo..jamás me espera" pensó, y suspirando de resignacion, se echó a correr para alcanzarlo.