Relatos en Medio de la Oscuridad

5- Reinicio

1

La luz era tenue, casi como si la electricidad no estuviera funcionando como debería. Es más, la luz parpadeaba de vez en cuando, ocasionando sombras por todos lados.

Nike sentía terror al mirar a su alrededor, como si de algún momento u otro, algo saldría de la oscuridad y lo despedazaría como si nada. Trago grueso, mirando a todos lados con los ojos desorbitados del miedo. Quería correr desesperado, pero de manera cortante, su mirada se detuvo en un punto fijo en la lejanía.

De pronto, dejo de sentir cosa alguna, como si, de repente, le hubieran borrado los emociones de su ser; y en un abrir y cerrar de ojos, todo cambio. La luz dejó de ser luz y la oscuridad dejo de ser oscuridad.

Todo se transformó de forma tan cruda e irreal que solo pudo sentir como su existencia desaparecía en la nada. Una sensación de vacío capaz de volver loco a cualquiera lo cubrió por completo.

Dejo de pensar. Dejo de sentir. Dejo de ser el mismo.

Simplemente, todo desapareció tan rápido y tan instantáneamente, que su mirada reflejaba la más pura indiferencia. Un rostro que reflejaba la muerte misma, sin el más pequeño rastro de vida.

— Di tu nombre. —escuchó a lo lejos.

— Mi nombre es Nike678-RC —dijo de forma automática.

— Bien... —volvió a escuchar.

Luego de unos minutos, que para Nike le pareció nada. Todo volvió a la normalidad.

Volvió a sentir el miedo, la angustia, el deseo de correr. Su mirada se enfocó, y se dio cuenta de que estaba en una habitación blanca con paredes de espejo. Miró a todos lados, observando sus reflejos moverse a la par que se movía.

Estaba atrapado. No podía escapar.

— ¡Quiero salir...! ¡Ayuda! —gritó a la soledad del cuarto. El pánico lo apoderó de forma inédita, obligándolo a sentir como una corriente de adrenalina lo lleno del más puro terror. Comenzó a golpear los espejos con insistencia, desperado por escapar.

Hasta que, de la forma más tétrica, el reflejo que yacía frente a él se detuvo en seco, poniéndose en una posición firme, con las manos extendidas hacia abajo y su mirada se mantuvo en sus ojos.

Dicha escena lo impacto de tal forma que comenzó a temblar.

Pero lo que paso después, lo dejo más helado que un hielo.

2

Su reflejo comenzó a distorsionarse frente a él. Dejando ver como la mano de su imagen salía de la misma. Una mano compuesta por cables y partes mecánicas, rodeados de un líquido blanquecino que se asemejaba a una baba.

Nike se quedó quieto mientras la mano seguía saliendo junto al resto del cuerpo. Dio unos pasos atrás por la impresión del ver como su reflejo salía por completo del espejo. Pero esta vez, al igual que la mano, en su forma cruda. Real.

Un monstruo repleto de la más pura mecánica de primera.

Su copia se paró justo al frente de él. Mirándolo fijamente con aquellos ojos bien abiertos. Como si analizará lo más profundo de su ser.

— Di tu nombre —dijo la máquina con voz electrónica.

Nike no pudo decir palabra alguna. Simplemente, se quedó callado y con un mar de dudas. Miró la máquina frente a él y sintió como su corazón dejó de palpitar.

Supo de forma tan extraña que lo que veía era lo que realmente era.

La máquina siguió cada acción milimétrica de Nike y supo por sus reacciones, que estaba descubriendo la verdad.

— Di tu nombre —volvió a preguntar.

Nuevamente, Nike no supo qué responder. Estaba seguro de que lo sabía, pero de su boca no salía palabra alguna.

3

— ¿Crees que es correcto esto? —preguntó Laurel cuando observaba como Nike entraba en un estado de shock al ver a su copia frente a él.

— Es nuestro trabajo... Ellos deben saber la verdad cuando su sistema genera sentimientos humanos.

Chris respondió de la forma más seca que le pareció hasta insensible a Laurel. Lo miro con ojos dudosos y volvió su vista a la pantalla.

— Hasta donde hemos llegado... —pensó en voz baja al mirar como Nike comenzó a entrar en error. Vio como de sus ojos, nariz y oídos, comenzó a secretar un líquido negro que era el propio del sistema neuronal del robot.

Aquello la obligó a soltar una exhalación de rabia y tristeza.

— Valla, otro que no aguanto... —comentó Chris con un aire de: "me da igual"— Bueno, ya envío a un militar para que vaya a recoger la basura.

Laurel lo miro con cara de: "¿No tienes corazón?", a lo que solo Chris le respondió con un encogimiento de hombros.

Laurel no tuvo más remedio que tachar a Nike678-RC de una lista que estaba en su escritorio. Era el quinto en la lista, una que parecía no tener fin.

De pronto se escuchó un grito que le heló la sangre a la mujer. Su mirada se levantó tan rápido a la pantalla que cuando vio el cuerpo del militar en el piso con el cuello volteado de una forma atroz. Simplemente se quedó quieta. Paralizada.

Nike había salido y aún peor. Había matado a un ser humano sin piedad.

4

Todo paso muy rápido.

El caos se desató como una gran ola de pánico y gritos. Lo primero fue la alarma de emergencia que se encendió casi enseguida y el sistema de emergencia comenzó su cierre automático.

Laurel quedó pasmada mirando la pantalla con la falsa esperanza de esperar de que todo fuera un simple malentendido. Sin embargo, ahí seguía el cuerpo... Tan real como la pantalla que estaba frente a sus ojos.

Sintió su corazón palpitar con violencia. Su respiración se tornó pesada y la adrenalina recorrió cada rincón de su ser. Quería correr, pero no puedo.

Un grito desgarrador rompió con su silencio. Uno que provenía de una mujer... Uno que provenía de atrás de ella. Luego un silencio de muerte la envolvió.

Una lágrima rodó por su mejilla y se giró para mirar en dirección de aquel grito. Su respiración se entrecortó al ver el cuerpo de Emma caer como un títere al que le cortan las cuerdas en el suelo. El sonido seco la obligó a soltar un par de lágrimas más.




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