Relatos para caminar a tu lado.

2.- Sirenazos de tinta.

Escribir es crear una sala de emergencias: equipada con todos los implementos para atender y resucitar, si fuera posible, a un lector que llega en ambulancia, con la sirena del texto todavía resonando.

Firmé la nota con mi autógrafo. El asistente a mi charla que compró mi novela me dio las gracias y yo también a él. Para cada comprador de mis libros tenía que regalar una frase muy mía como premio por asistir, por sus muestras de cariño y por su apoyo.
El lector miró la nota mientras yo anotaba otra frase para otro libro, sonrió, se acercó para decirme en voz baja, como quien no desea interrumpir y que los demás no escuchen: Ya me siento mejor, este libro me ha dado de alta. Palabras que suelen usar en los hospitales para decir que un paciente ya se puede ir. Yo no pude levantar la mirada porque se me podía escapar una frase, en esos momentos cuando hay mucha gente son más escurridizas de lo normal, pero sonreí y él se marchó contento.




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