Relatos para caminar a tu lado.

5.- No me deshice. No esta vez.

No me deshice. No esta vez.
Aunque todo dolía como si me hubieran arrancado un organo para donarlo, no dejé que se notara.
Guardé cada fragmento donde nadie pudiera verlo, donde ni yo misma quisiera tocarlo por un tiempo.
La cara que muestro ahora no es mentira, pero tampoco es toda la verdad. Es una versión útil para cuando llegan preguntones. Además, ésta es la versión que uso para caminar entre la gente sin caerme.
He aprendido que no siempre hay que hablar del dolor. La gente se da cuenta por la forma que te comportas. Nadie camina con un gran peso sin que se le note.
Respiro hondo antes de salir a la calle, como si fuera a enfrentar algo grande. Eso es todo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.