Relatos para caminar a tu lado.

6.- El amor no dura lo que uno espera.

El amor se nos va porque a veces callamos cuando deberíamos hablar.
Solía creer que amar era entregarse por completo. Que el amor tenía una forma fija, un camino claro, como si fuera algo que alguien más podía definir por mí. Me imaginaba cómo sería sentirlo, cómo me cambiaría, qué sacrificios implicaría. Pero no sabía entonces que el amor también puede volverse invisible, que puede desaparecer sin explicaciones, como si nunca hubiera estado allí.
Ahora ya no espero respuestas. Ni de él ni de nadie. He aprendido que hay lenguajes que no necesitan traducción, que algunas distancias no necesitan causa, solo efecto. Y aunque duela, no me siento perdida. Solo estoy en un lugar donde antes no había estado. Estoy conociéndolo para no regresar.
Tengo el corazón roto, sí. Pero no soy menos por eso. No soy menos mujer, ni menos valiosa, ni menos digna de ser querida. Porque no es el amor ajeno lo que define mi valor, sino la fuerza con la que sigo adelante cuando se va.
Mis pensamientos están enredados en mi cabeza, cierto. Tengo que desenredarlos como he desenredado el cabello tantas veces.
Porque soy más que un corazón herido. Soy resistencia. Soy paciencia. Soy mujer que sigue caminando, Me permito recordar, pero no quedarme atrapada.
No soy menos por haber amado con intensidad. Soy más. Porque aprendí que mi corazón no es un acertijo que otro tenga que resolver. Es mío. Y no tiene que justificarse ante nadie.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.