Esa tarde al llegar a su apartamento, Sharon la esperaba con la cena ya servida y tan pronto la vio cruzar la puerta fue a su encuentro dándole un efusivo abrazo de bienvenida.
- Como te fue amiga en tu primer día de trabajo-le pregunto ansiosa por saber.
- Muy bien, estoy aprendiendo tanto de todo y todos, mis compañeros son todos muy agradables y estoy absorbiendo todos los conocimientos que puedo.
Mientras cenaban y esta vez Sharon vio con gusto que Fiorella comió un poco más de lo acostumbrado y emocionada le contaba todo lo que le había sucedido en el día.
Luego la ayudo a llevar los trastes a la cocina y los lavaron juntos.
Sharon entonces le sugirió subir a su habitación para que se diera una ducha pero su intención era darle una gran sorpresa a su amiga.
Fiorella entro a la habitación y lo primero que capto su atención fue ver sobre su pequeña cama su cámara fotografía.
Lagrimas empezaron a fluir de inmediato.
Sharon había entrado a la habitación corrió a abrazarla.
- Nunca te olvides de tus sueños- le dijo Sharon- tomaras muchas fotos, un día las expondrás en una galería, viajaras por todo el mundo, porque tu cumplirás tus sueños-le reitero también hecha un mar de lágrimas.
- ¿Cómo supiste? ¿desde cuándo?-pregunto secándose las lágrimas.
- Un día se la vi a Luca, me dijo que se la habías vendido, te llame a la librería y me dijeron que habías sido despedida hace unas tres semanas y lo entendí, entonces le explique Luca lo que significaba para ti y se la compre de vuelta
- Sharon no debiste gastar tu dinero- le dijo mortificada.
- Tranquila, sabes que acabo de recibir otro aumento- le dijo con orgullo.
- Es el tercero de este año-recordó Fiorella con ese jefe tan generoso que tenía su amiga.
- Sí, mi jefe es lo máximo-reconoció feliz
- Es un buen hombre- acepto
- Por algo Bella lo llama el Rey Bondadoso-apunto
- Te quiero tanto, eres un ángel que Dios envió a mi vida-le expreso con toda sinceridad.
Y se fundieron en un nuevo y emotivo abrazo y ella también le reitero:
- Te quiero Fio, eres mi hermana, nunca lo olvides.
Más tarde después de darse una ducha Fiorella decidió dormir temprano, vio la cámara sobre la mesita y la envolvió en un pañuelo y metió en una caja para guardarla en el guardarropa.
Por ahora sus sueños serian guardados pero sabía que después de aprender mucho junto con Ramsés estos sueños volverían a resurgir y se harían una realidad.
Dias despues por orden de Ramsés Masseratti, Fiorella tuvo la consulta con su médico para un chequeo general, de allí fue remitida con el nutricionista y la internista.
La remitieron luego a la farmacia donde le entregaron las vitaminas y estimulantes del apetito, así como alimentos proteicos que requería.
Eran las 11 cuando tomo el metro para ir al trabajo.
Un trabajo que ya amaba.
Y esperaba ser lo único de lo que se enamorara.
La noche anterior de solo pensar en Ramsés su corazón que hasta ahora había permanecido sereno, empezó a saltar y eso era algo que debía poner en stop.
Era la asistente de Ramsés Maserratti y punto.
El personaje en cuestión ya estaba allí fotografiando a Gina Lombardi para su disgusto.
Fue a el quien dejo de fotografiar a Gina que ahora al reconocerla le dirigió una mirada primero de asombro y luego de disgusto.
- Jefe reporto asistencia- le dice como un soldado.
- No tienes que hacer esto, que no se te vuelva costumbre Marchetti-la reprendió.
- Lo siento ¿lo estoy avergonzando?-expresa divertida- Si conoce la vergüenza, que novedad llegue a pensar que era totalmente inexpresivo, mi teoría es que una roca era más expresivo que usted.
- Que te dije Marchetti de cuidar tus expresiones-mascullo entre dientes.
- Lo siento-se disculpó sin que la sonrisa se quitara de sus labios.
Ramsés se descoloco por unos segundos ante su manera impetuosa de ser y esa sonrisa que era matadora.
- ¿Cómo te fue con el medico?-pregunto cambiando el tema.
De reojo Fiorella veía que la modelo rubia estaba roja de la furia al haberse detenido la sesión o simplemente porque no le gustaba verla con Ramsés.
- Bien, me dio vitaminas y otras cositas.
- Okey-mascullo entre dientes.
¿Cómo le gustaba hacerse el ogro!
Ya ella tenía poco tiempo de conocerlo y había aprendido al hombre detrás de la máscara.
- ¿Qué necesita hoy?-pregunto diligente pegándose a el mas a propósito para fastidiar a la modelo.
- Que te vayas a esa esquina-gruño el-permanezcas callada y no me jodas más la paciencia
- Entendido-acepto igual de risueña.
Se acostumbraría a sus gruñidos, porque debajo de esa fachada de Rey Malvado había descubierto un hombre con un corazón generoso y nada ni nadie, ninguna circunstancia le haría cambiar esa opinión que tenia de el
Gina se acercó a Ramsés y pregunto:
- Ramsés esa no era la aspirante a fotógrafa
- Si-respondió sin humor.
- ¿La contrástate siempre?-cuestiono furiosa.
- Como mi asistente personal
- ¿Porque?-pregunto escandalizada.
- Porque me dio la gana y punto-bufo cortante.
- No tienes que ser siempre tan grosero- chillo Gina
- Y tu tan metiche, ve a cambiarte para seguir con la sesión
Gina estaba que echaba humo y Fiorella lo sabía cuando la vio caminar hacia ella y entonces señalándola con un dedo y en tono pretensioso le ordeno.
- Tu asistente, ven a ayudarme
- Marchetti quédate allí-intervino Ramsés cuando ella accedía ir detrás de la modelo.
Parecía furioso con ella.
Quien lo entendía.
- Gina, es mi asistente no a tuya-le aclara a la rubia.
Fiorella se emociona de saber que la rabia no es contra ella sino contra la escuálida modelo y todo por defenderla a ella.