Rey Malvado

CAPITULO 15 CUIDADO CON ENAMORARTE DEL JEFE

Ni el príncipe se queda con Cenicienta,

Ni el patito feo se convierte en un bello Cisne

Al día siguiente Ramsés toca a su puerta y Fiorella le abre echa una facha, con su pijama de pocahontas, cabellos desordenados y expresión mortificada pues se quedó dormida y ahora su jefe seguro vino en plan de reclamo.

Pero Ramsés le dirige una mirada de horror solo por el gusto de mortificarla.

Pasa por su lado y con odiosidad le dice:

- Que quieres Marchetti, que me dé un infarto por la impresión, sube ya a cambiarte.

Marchetti se gira y va murmurando "Sí que es odiosito"

- Que dices Marchetti- le pregunta por ese simple hecho de mortificarla, porque ha oido perfectamente y para nada sus apelativos lo molestan, más bien le divierten.

Fiorella se gira y muy seria le dice:

- Nada Jefe, solo que ya regreso.

Tras escabullirse Fiorella, Ramsés se va a sentar en el sofá complacido de siempre molestar a su asistente.

Fiorella va a su habitación y se tarda mil horas en escoger la vestimenta adecuada, quisiera ser como esas gurus de la moda que saben combinar y siempre quedan perfectas y marcan tendencia, pero ella siempre ha sido pobre y pobre con letras mayúsculas, sus vestidos los compraba en el mercado de las pulgas, ropa usada y por lo general por ser extremadamente delgada o tenia que obtar por ropa de niña o que la ropa le quedara extremadamente holgada.

Ahora sentía la necesidad de impresionar a Ramses con esta ropa de la marca Givenci que era simplemente hermosa, pero le costaba tomar una decisión

Un vestido color malva con un labial del mismo tono podía ser llamativo, con la cartera Cartier y accesorios adecuados, resultaba a su juicio una buena elección.

Pero también estaba el vestido color nude, cuello cuadrado, mangas tres cuartas y falda sobre la rodilla que podía ser un batacazo pues lograba acentuar su figura que aunque no era cosa del otro mundo, creaba la ilusión óptica de senos firmes y llenos y caderas pronunciadas.

Suspiro profundo ante la incapacidad de elegir.

Termino poniendo sobre la cama tres tipos de vestimenta y al estilo de Tin marin de dopiriwuela... se quedo con la opción que gano.

Ganando un vestido de corte princesa,  escote en V y falda al estilo Jackie Onassis y le encanto la imagen que el espejo le devolvió.

Decidió dejarse el cabello suelto y se coloco rubor color fucsia en las mejilla, labial rosa y sobra colores neutros.

Volvió a suspirar cuando se sintió invadida por una profunda emoción, pensando solo en que le parecería su atuendo a su jefe, lo aprobaría, lo alabaría, vería en sus ojos admiración.

El corazón le saltaba a mil por horas

Fiorella regresa vestida y tras detallarla unos segundo y sin expresión alguna en su rostro.

Momia sin expresión- pensó ella en su interior desilusionada de nos saber que reacción causaba en su jefe.

Ramses entonces mirando su reloj señalo en tono de critica:

- Marcheti cuarenta minutos para cambiarte y regresas igualita.

Escuchan un ruido de algo quebrándose, Es su corazoncillo que se ha fragmentado en mil pedazos.

Ramses se da cuenta de su expresión desilusionada y aunque le ha impactado lo bella que se ve Fiorella ha preferido disimular porque no quiere entrar en terrenos escabrosos y prohibidos.

- Vamos a desayunar- le dice y lo sigue a la puerta y en su interior le refuta:

- Como usted diga bestia insensible.

Entran al elevador, el marca en el tablero del control el piso 7, ella se pega al fondo del cubículo metálico, con cara enfurruñada pues no puede evitar estar molesta y decepcionada que Ramses no le dirigiera un por los menos "te ves bien" le cuesta tanto ser amable, se va a morir solo por un poco de cortesía.

Ramses sabe porque ella esta así,  es tan transparente para el, así que llevado por un impulso pues no le gusta ser el causante de su tristeza, acorta la distancia y la acorrala contra la pared poniendo una de sus manos contra la pared metálico y con su mano derecha toma su barbilla y la obliga a levantar la mirada para así conectar sus miradas, ella esta simplemente en shock a punto de una embolia cerebral.

Ramses dibuja una sonrisa en sus labios

¡Fin de Mundo!

- Te ves hermosa Marchetti, muy hermosa-repite con voz enroquecida perdido en esos ojos que asemejan a un mar cristalino y esos labios que se vuelven en el foco de su atencion, rosados como fruta tierna y deliciosa y por un momento su cordura lo abandona y esta presto a cometer el acto mas impudente de su vida

Desciende su rostro levemente y ella cierra los ojos anticipando un beso que anhela con todo su corazón.

Pero el elevador se abre, Ramses se aparta, todo serio, con su mirada oscura y su rostro intraficable que no muestra emoción alguna.

Desgraciado elevador.

Hay gente esperando para entrar, Ramses sale primero y ella detrás como perrito faldero y ahora nunca sabrá si su jefe pudo o no besarla.

Se dirigen ahora  al área del restaurante con una mesa tipo Bufet con toda clase de delicias y donde ya hay gente sirviéndose pero Ramsés sigue de largo a una mesa al fondo con mayor privacidad donde un camarero pronto se hace presente con wafless con jarabe de alce, tortilla al etilo español, panecillos dulces, jugo de naranja.

- Han servido un plato-señala ella- compartiremos la comida o ha pedido otra cosa para usted

- Solo Café-responde

- No va a desayunar-cuestiona.

- Ya deberías saber que acostumbro desayunar, que clase de asistente eres-resopla el-

Lo que pasa es que él tiene una su manía con las comidas, que ella coma mientras el solo se limita a tomar un café

- Okey, pero es demasiado para mi sola- indica mortificada, su estómago no toleraría tanta comida sin vomitar seguidamente.



#2493 en Novela romántica

En el texto hay: jefe, asistente, ogros

Editado: 28.11.2022

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