Rey Malvado

CAPITULO 22 CELOS

Fiorella despertó cuando los rayos de sol se colaron por su ventanal dando inicio a un nuevo día.

Se sentía sumamente feliz y ligera, le encantaba estar allí y había entablado una bonita amistad con Bianca que era un amor y los padres de Ramsés también eran muy amables.

La noche anterior cenaron los tres pues Ramsés había salido sin dar mayores explicaciones.

Cabe señalar que  Bianca y ella se fueron a acostar a golpe de la 1am y él energumeno de su jefe no había llegado, por lo que debió llegar más entrada la madrugada.

y es que su jefe además de adicto del trabajo, no dormía mucho, tomaba mucho café y era todo un misterio.

Quería creer que era por trabajo que se había perdido.

Salto de la cama y fue al ventanal, descorriendo las cortinas y observar ese hermoso jardín que inspiraba tanta paz.

Vio entonces que Ramsés llegaba en su auto.

¿Donde pasaría la noche?

Aunque la verdadera pregunta era ¡con quien había pasado la noche!.

Su corazón resintió esta posibilidad.

Se le veía descompuesto, talvez se paso de copas.

En un momento dado el miro hacia arriba y supo que la había descubierto mirándolo.

Fiorella rápidamente se aparto de la ventana con su corazón latiendo a mil por hora.

 

Minutos después Fiorella entro en la cocina donde un rico olor a especies, tocino y huevo fue demasiado atrayente.

En la cocina atareadas con los menesteres del desayuno esta la cocinera y Luciana.

- Buenos días-saludo ella tímidamente

- Buenos días hermosa-la saludo a su vez con efusividad Luciana.

- Que huele tan rico- pregunto Bianca entrando en ese momento a la cocina.

-- Hice Omelet pensando en nuestra invitada, Fiorella estas muy delgada y he notado comes pequeñas porciones- señalo mirando con preocupacion a la delgada chica y le advirtio- hoy quiero que comas todo

- Pero Señora...-empezó a protestar y se pregunta si Ramsés ha dejado órdenes estrictas sobre hacerla comer.

- Nada de peros- le dice Luciana

- Yo tengo mucha hambre-dice Bianca sentándose en la banqueta del mesón- quiero comer ese rico omelet, modestia aparte mi mama lo hace demasiado sabroso.

Fiorella se encoge de hombros resignada a que tendrá que comer y a su vez maravillada por el trato cariñoso y efusivo que toda la familia Masseratti le dirige.

Bianca muerde una manzana y pregunta de manera capciosa:

- Madre sabes si mi hermano regreso a dormir anoche

Luciana se puso roja quizás apenada por Fiorella

- Claro que regreso- respondió Luciana tapando a su hijo-

Fiorella callo sabiendo que Luciana mentía

- Y a donde iría y con quien se iría anoche-subrayo Bianca a propósito.

- ¡Adonde y con quien por Dios!-le reprendió Luciana - este hijo mío seguro fue a reunirse por algo de trabajo, ni estando con su familia deja de hacerlo, a eso vino-siguió solapandolo- bueno Fiorella tu mejor que nadie sabes que es un adicto al trabajo.

- Exacto-acordó tratando de no entrar en un dilema.

- ¿Te hace trabajar mucho mi niña?-le pregunta Luciana con cariño y esa mirada compasiva.

Fiorella se encoge de hombros y en tono ligero responde:

- Realmente siempre procura que regrese temprano a casa, aunque es muy mandon y quiere obligarme a comer

- Cuida de ti-concluyo con afecto Luciana.

Fiorella no puede evitar que su corazón empiece a latir alocado ante aquella aseveración.

Afortunadamente Luciana pone dos platos delante de ellas y ahora Fiorella procede a comer ante las miradas expectantes de la matriarca de la familia Masseratti y la cocinera que le sirvió más cantidad que a Bianca.

Al terminar de desayunar Bianca se ofreció como guía turística para llevarla a lugares emblemáticos de Roma y Fiorella feliz pero recordó que debía pedirle permiso a su jefe

- Okey pero antes deberé pedirle permiso al señor Masseratti-señala Fiorella a Bianca.

- Fio el esta aquí en plan de trabajo, pero no veo que te haya ecesitado asi que relájate, ademas mira que el si se pierde y no presisamente por trabajo- mira a su madre que ha vuelto a dirigirle una mirada fulminante que ignora y sigue despotricando contra su hermano- quien sabe que estuvo haciendo, aunque mi madre insista que amanece fuera por !trabajo!- subrayo a proposito.

Luciana enrojeció y fulmino con la mirada a su hija

- Bianca no hables así de tu hermano, que ira a pensar Fiorella.

Bianca se encoge de hombros y señala:

- Fiorella como su asistente lo conoce aun mas, dime Fio a cuantas amantes has tenido que sacudirle del camino cuando se aburre de ellas.

- Que lenguaje es ese Bianca Beatrice Julianna Masseratti Pinelli- la cuestiono Lucia que cuando decia su nombre completo es porque realmente estaba molesta.

- Responde Fio- la increpo ignorando nuevamente a su madre.

Fiorella trago en seco, y no queriendo tomar partido, se fue por la verdad y su propia opinion.

- Hasta ahora ninguna, aunque claro tenia relativamente poco tiempo trabajando con el.

Si bien sabia que Bianca tenia razón y Ramses era un puto mujeriego y cuando empezaran a desfilar mujeres por su vida sabia que iba a sufrir mucho.

- En fin- dijo Bianca sin esperar su respuesta- como te dijete necesite como empleado declaro que  tu estas aquí en plan de vacaciones, así que no tienes que pedir permiso- la toma del brazo para jalarla y le ordena-te vienes conmigo.

Vaya que lo mandon y dictatorial venia de familia

Pero Bianca era un amor y solo quería que ella ciertamente disfrutara su estadía con ellos como unas vacaciones y así lo haría con o sin el consentimiento de su jefe gruñón.

Así que Fiorella subió a buscar su cámara para tomar muchas fotografías y disfrutar de este dia al máximo.

Fiorella sube a su habitación y se percata que la puerta de la habitación de Ramses que queda al fondo del pasillo esta abierta y como si una fuerza gravitacional la llevara allí se vio entrando en ella.



#2474 en Novela romántica

En el texto hay: jefe, asistente, ogros

Editado: 28.11.2022

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