Rey Malvado

CAPITULO 43 HABITACIONES SECRETAS

Su vida está llena de habitaciones secretas, cerradas con llave
donde a ella no le es permitido entrar

Fiorella regresa del baño cuando ve a Ramsés recostado a la pared del pasillo con los brazos cruzados
¿Esperándola?

Muy enojada con él por haberse comportado como un puto promiscuo es incapaz de enfrentarlo intenta pasar por su lado pero siente la presión de el en su muñeca y tira de ella, arrastrándola hasta otro pasillo largo y oscuro y empujándola la acorrala contra la pared.

Sus ojos están inyectados de furia asesina.

Ella aguanta la respiración.

Ramsés lleva su mano a su mejilla y apoyó la otra mano en la pared, a la altura de su hombro. Estaba atrapada como un siervo atrapada por un león.

Ella se permitió un momento para aspirar su aroma a colonia mentolada mientras se pasaba la lengua por los labios, notando ciertamente que el no parecía contento en absoluto.

 — ¿Desde cuando sales con ese tipo? ¿Porque yo no lo sabía?-demando furioso.

— No tienes por qué saberlo, es mi vida personal-le refuta en un arranque de valentía.

— Cuantas citas has tenido con el, 1, 2, 10, responde Marchetti-exige

Ella negó con la cabeza, demasiado enfadada para responder, y trató de escabullirse por debajo de su brazo, pero él la atrapó por la cintura.

Con él no había escapatoria posible, por lo que decidió ser sincera:

—Fue una citas a ciegas que Sharon se inventó, pero por favor no vayas a asesinarla y mucho menos quitarle su oportunidad en Givenci.

—Me crees tan tirano y desgraciado

—Tu fama te precede- le suelta frustrada, enojada porque él se cree con derecho de cuestionarla, cuando él está con Sonia y esta noche se ira con ella a tener sexo.

—Ten cuidado —susurró él en tono amenazador y Fiorella sintió que un escalofrío le recorría la espalda- pueden lastimarte

“Más de lo que lo haces tú por ser un amor no correspondido”-le refuto en su mente pero las palabras nunca salieron de su boca.

Ramsés acaricio su mejilla y ella fue incapaz de sostenerle la mirada y el latido desbocado de su corazón cuando su cercanía la afectaba demasiado.

—Mírame Fiorella- le ordena pero en tono suave, ahuecando su rostro y haciéndola levantar su mirada para conectar con la suya.

Ella se arma de valor y le sostiene su mirada y el mundo se detiene en ese momento.

—Porque quiere cambiar las cosas…- su tono implicaba un reproche y una pregunta pero detecto que él no estaba enfadado. Más bien parecía herido.

A qué se refería al hecho que el pretendía que ella eternamente estuviera a su lado, siendo un amor no correspondido y se negara la posibilidad de ser feliz. Es como Sharon dijo: “si miras fijamente al sol no podrás ver las estrellas”.

Pero qué pasa cuando el sol es lo único que te hace feliz, cuando Ramsés es el único que puede romperla y repararla.

Se trata de una ¿relación toxica? o ¿amor verdadero?

Ramsés vio la duda en sus ojos color miel y como un imán que es atraído por el metal le buscó la boca con la mirada. Vio que el labio inferior le temblaba.

No había una cosa que deseara más en la vida que tomar su boca, besarla y que eso los llevara a donde los tenía que llevar.

La deseaba como jamás ha deseado a otra mujer, porque no solo es un química de cuerpo, no es solo libido, no sería solo sexo, sería algo mucho más profundo y a eso le temía, porque si cruzaba esa línea delgada entre el cariño y el amor podía llegar a convertirse en el verdugo de esta historia, llegar a lastimarla de muerte y eso jamás se lo perdonaría.

Por lo que se separó y dejo que la sensatez y la razón predominaran.

—Volvemos a la mesa- sugirió.

Al regresar a la mesa Sonia y Luciano estaban en una conversación muy fluida.

Resulta que Luciano es Cirujano plástico, y según, uno de los mejores en el país y la rubia engreída sin perder esa oportunidad le estaba platicando de todas las operaciones que quería hacerse: busto, pompas, liposucción, hasta bypass gástrico.

Por vida de Cristo acaso quería desaparecer.

Luciano se apuró como todo un caballero para sacarle la silla pero Ramsés fue más rápido e hizo lo propio.

Entre ambos hombres había un reto silencioso.

Quienes brillaron por su ausencia eran Sharon y su novio.

—Sharon y Luca se han ido-informo Luciano.

—Sin mí- pensó pensando literalmente “Te voy a matar Sharon”

Ramsés aquí estaba poniéndome de acuerdo con el Doctor para una cirugía de busto ¿te parece que deba subirme 2 tallas más?

La cara de Ramsés era de poema.

En eso sonó un aparato que tenía Luciano en el bolsillo y anuncio que era un llamado del hospital y debía atender una emergencia

Por vida de Cristo era cirujano plástico, no un médico de esos del programa de Sala de Emergencias o de Anatomía Grey, que si salvan vida.

¿Cuál es la urgencia?  Una paciente quedo inconforme con el tamaño de su derriere.

El caso es que él está a punto de ofrecerle irse con el pero Ramsés se adelanta y le pide:

—Podrías llevar a Sonia, que mañana tiene una sesión fotográfica temprano y yo me quedare otro rato.

Luciano comprende lo que Ramses intenta hacer confirmando su teoria que entre el y Fiorella hay una relacion complicada

Sonia por su parte que quiere seguir su conversación sobre cirugías y acepta sin mayor problema.

Luciano se dirige a Fiorella.

—Fiorella ¿vienes conmigo?

Pero Ramsés es quien responde

—Mi asistente se quedara conmigo porque hay asuntos que hablar y yo la llevare a su casa

Fiorella no atino a negar nada pues cuando Ramsés hablaba con ese tono tan autoritario donde hay que hacerle caso sí o sí.

Pero vamos a estar claras, quería quedarse y ver si algo mas iba a pasar entre ellos, ya había descubierto que él estaba celoso ahora a ver a donde eso la llevaría y ya era ganancia que decidió deshacerse de la rubia y quedarse con ella.



#2488 en Novela romántica

En el texto hay: jefe, asistente, ogros

Editado: 28.11.2022

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