Ritorno

Capitulo 1.

Clara.

Hay momentos en la vida que a veces nos hacen querer desaparecer como por arte de magia. La cuestión es la siguiente, uno, este sería el momento perfecto para poder desaparecer por arte de magia, dos, ¡No existe la magia!

Así como tampoco existe mi buena suerte en estos momentos al darme cuenta de lo ocurrido recientemente.

-¡Oh por Dios! - Digo tratando de limpiar el desastre que he ocasionado - ¡Lo siento mucho!

-¡Genial, justo lo que me hacía falta. - dicen con voz de molestia y desagrado antes de levantar la mirada.

A como decía, ganas de desaparecerme en estos momentos no me hacía falta al reconocer la voz y notar quién es el dueño y portador del elegante traje azul marino y quien como cereza del pastel es la persona que menos espere ver después de 6 años de no saber nada de él.

-¿Andrés? - Digo sorprendida y extrañada.

En ese momento jamás pensé que al decir su nombre y verlo directamente a los ojos recordaría la época del instituto y que al ver ese par de ojos color verde bosque me daría cuenta cuánto tiempo ha pasado desde el último momento que nos vimos.

-¿Clara? - Contesta consternado y sin poder creer lo que realmente está pasando recientemente en estos momentos.
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3 horas antes...

Mi alarma me despierta como cada mañana y estiró la mano para apagar el objeto que transmite tal sonido desagradable y que cada mañana puedo llegar a detestar un poco más. Me cuesta levantarme cada mañana al saber el día largo y tedioso que me espera.

-¡Vamos clara, tú puedes! - me digo a mi misma en un intento fallido para automotivarme.

Levantando me finalmente de la cama como cada mañana abro la ventana de mi habitación.

Camino al baño para tomar una ducha rápida ya que carezco de mucho tiempo en las mañanas y más los días lunes, principalmente por que la cafetería donde trabajo se llena a más no poder , por lo tanto tiendo a darme más prisa para poder llegar un poco más temprano esos días. Termino de vestirme.

-¡Mamá! - grito desde la segunda planta que es donde se encuentra mi habitación. - ¿Has visto mi bolso?

-Si cariño, como cada cosa que te guardo siempre. - Me responde cuando bajo a la cocina apurada.

-Buenos días mamá.

-Buenos días hija, toma, bebe café - me dice extendiendo la mano con la taza de café que tiene un aroma muy apetecible - Tu bolso lo puse hace un momento sobre la mesa que está al lado de la entrada, lo puse ahí porque como siempre sales corriendo de casa.

-Gracias mamá - digo mientras tomo mi taza de café - Ya me voy - le digo tomando mis cosas y devolviendo la taza de café que bebí rápidamente.

-¿Se te pegaron las sábanas a la cara? - pregunta Valentina que está al lado de mamá.

-Por poco, casi no logro hacer que mi cuerpo se levante, como cada mañana. - se ríe ante mi comentario, haciendo que mamá ruede los ojos exasperada. Valentina nos visita tres días a la semana y uno de esos días son los lunes que para mí mala suerte es el día el que más apurada estoy.

Samantha baja por las escaleras casi al mismo tiempo que me voy.

-¡Nos vemos por la noche, llegaré un poco más tarde! - grito en la salida a modo de saludo y despedida hacia Samantha.

-No olvides nuestros planes - grita mi hermana menor, ya que, cada lunes siempre como tradición de ambas inventamos o realizamos recetas de comidas o postres para compartirlas en un orfanato los días martes por las tardes.

Salgo finalmente de casa, colocando sobre mis oídos mis audífonos dejando sonar la canción “The bones” de Marren Morris a la vez que me contagio de buen ánimo y siento mi cuerpo llenarse plenamente por cada nota musical que inunda mis oídos.

Veo el reloj que está en mi muñeca izquierda midiendo el tiempo justo para llegar a la cafetería Dupont, salgo a la calle principal para poder tomar un taxi que me lleva a vía D'Azeglio que es donde se encuentra la cafetería a 20 minutos de casa.

Dejando sonar mi lista de reproducción en mi celular camino calculando los pendientes que tengo durante este día, ya que, después de mi turno en la cafetería me toca ir a la academia, hoy me toca hacer examen escrito.

Antes de ingresar al local me entra un mensaje de Aurora, mi mejor amiga desde que estábamos en la primaria.

Aurora:

¿Llegando o te hace falta?

Buen día por cierto. ♥

Clara:

Si, casi entrando.

Buen día para ti también cariño 💓.

Aprovecho igualmente para responder los buenos días de Lucas, mi novio como cada mañana.

Entró a la cafetería y me recibe el olor a dulces variados y café por todas partes. Lo curioso de esta cafetería es la variedad de dulces que no son únicamente de italia si no que su diversidad en dulces internacionales se debe a la dueña y a sus muchos viajes alrededor del mundo.

-Clara, gracias a Dios que estás aquí cariño. - Me dice Lorena la dueña de la cafetería y mi mentora en cuanto al arte repostero se trata. -Faltan 45 minutos para abrir y Jace no se ha dignado en aparecer.

-Tranquila de seguro le surgió algo en el camino - le digo para tratar de tranquilizarla un poco.

-Solo espero que por lo menos llegue a tiempo para que nos ayude a terminar de organizar lo que nos hace falta, no sé cómo puedo soportar su impuntualidad. - dice mientras toma unas cosas que se necesitan en la cocina.

-Es tu sobrino y creo que es el favorito, así que no te quejes - le digo a modo de broma cuando ya casi desaparece al entrar a la cocina.

-¿Qué le habrá ocurrido? Es raro que no haya venido aún - pregunta Sofía una vez que Lorena ya no está a la vista.

-No tengo idea pero espero que aparezca pronto porque no quiero ver cómo Lorena le arranca la cabeza y más por la mañana tan atareada que nos espera.




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