Ritorno

Capítulo 15.

Clara.

17 años.

—¿Cuando piensas decirle lo que sientes? —pregunta Aurora comiendo su helado.

—¿Estás loca? Si no siente lo mismo y me manda al diablo como manda a las demás, nuestra amistad se dañará y es algo que no quiero, no quiero tomar ese riesgo —le confieso a mi amiga.

Andrés y yo somos muy buenos amigos desde que se mudó a nuestro vecindario y aunque a veces no lo soporto es un buen amigo que siempre está ahí para mi. Me di cuenta que estaba enamorada de él a los 15 años estando con él frente a una fogata cantando y él tocando su guitarra.

&No lo sabrás si no lo haces —inquiere mi amiga quien insiste en que confiese mis sentimientos.

—No Aurora, no quiero tomar ese riesgo, no por ahora. Andrés me ve como su hermana y no quiero que me diga eso.

—Clara, a veces en la vida tienes que tirarte para saber si hay algo más que un precipicio sin fin y aunque da miedo sabes que hay dos opciones: Una muerte asegurada o algo que pueda salvarte a último momento.

Su metáfora da más miedo que confesarle mis sentimientos al chico que me gusta.

—Aurora, nunca te conviertas en psicóloga —bromeo.

—De mi no vuelves a recibir nada ingrata —responde señalándome con su dedo índice —¿Irás al baile de aniversario de la empresa de tu papá?

—Tengo que, mi papá nos presiona a mí y mis hermanas para que asistamos.

El baile anual que se realiza es por la fundación de la empresa que papá y unos amigos crearon.

La llamaron Verdecampo en honor a la primera granja que papá heredó de mis abuelos, la empresa se encarga de producir alimentos y materia prima, lo distribuyen a lo largo de Italia, siendo una de las empresas agrícolas más sostenible que existen en Italia.

—Ya tengo el vestido que llevarás —no me sorprende que me lo diga, se que siempre puedo contar con ella cuando de vestidos o eventos se trata.

—Gracias —me levanto de donde nos encontramos sentadas —Vamos a buscar a los chicos.

Nos encaminamos hacia donde ellos se encuentran y veo a Félix con Camila y Andrés al lado. Andrés sonríe al vernos y su sonrisa hace que mi corazón se acelere con cada paso que doy al acercarme a él, aún no encuentro el valor de decirle como me siento.

No quiero arruinar nuestra amistad de años y que de pronto todo se convierta en algo incómodo, por eso decidí dejar las cosas así, no veo a Andrés interesado en mi como novia, más bien como su mejor amiga y hermana menor.

—¡Hasta que por fin se dignan a aparecer - comenta Félix —Siento que envejezco cada vez que ustedes se tardan en algo.

&Bueno ya te estás volviendo —inquiere mi amiga al lado - Casi cumples 19, no nos culpes de tu vejez.

—No tanto como tú, me sigues el paso cada vez más cerca —declara Félix, el cumpleaños de Aurora es en dos días, lo que quiere decir que el mío es pasado mañana.

—¿Qué harás? —pregunta Andrés cuando se acerca a mi y dejando a los dos locos peleando al lado de Camila.

—¿Yo? Envejecer cada día más —contesto encogiendo mis hombros.

—Eso lo haremos todos Clara, a lo que me refiero es a tus planes de cumpleaños.

—No lo sé, quizás haga una torta de cumpleaños y pasta con ustedes y mi familia.

—Estaré ahí sin falta —me dice y eso me da alegría, cada cumpleaños que he pasado desde que él llegó a mi vida ha sido especial y divertido.

—Gracias —digo acomodando un mechón de su cabello que está un poco desarreglado y quitando una hoja que se encontraba sobre él.

Ay no, ¿Qué hice?

—Tenías una hoja encima —le muestro la hoja que está en la palma de mi mano.

Sonríe tomando la hoja entre sus dedos.

—Vamos, cerrarán la tienda y no llegaremos a tiempo si no empezamos a caminar —comenta Camila y eso ocasiona que Félix señale a Aurora y por consecuencia a mi.

—Culpa a estas dos si no llegamos a tiempo.

—Deja el drama y camina —dice Andrés arrastrando a Félix de la camisa para evitar otra discusión entre Aurora y el.
_____________________________________________________

5 discusiones, 4 tiendas asaltadas y 2 cajas de pizzas más tarde, salimos del centro comercial con los trajes de los chicos para la cena y el baile de la empresa de papá, en cierta parte me emociona un poco por qué no estaré sola, sino que estaré con ellos.

—Vamos a casa, papá nos espera —invito a mis amigos por pedido de papá.

Llegamos a casa y como predije papá y mamá nos esperan en el patio de atrás junto a mis hermanas preparando la mesa para comer todos, preparó lasaña su especialidad. Creo que mi arte culinario proviene de él, papá no solo cultiva sino también cocina y eso me encanta de él.

—¡Chicos! —exclama con emoción al vernos llevar —Justo a tiempo, ya casi está todo preparado.

Y vaya, es cierto. Tiene todo preparado solo para sentarnos a comer, es una tarde linda digna de pasarla en familia, el aire fresco de los árboles cercanos y la sombra que nos brindan hace que se convierta en una escena hermosa donde todos disfrutamos.

—Señor Daniel, Nunca deja de impresionarme —inquiere Felix contento al ver todo lo que papá ha preparado.

—Sabes que siempre es un honor tenerlos en casa —habla papá sentándose en la mesa junto a nosotros —Linda, tu cumpleaños será pasado mañana ¿Qué harás?

—Eso mismo he preguntado yo tío —opina Andrés tomando un bocado de la lasaña que mamá le ha servido - No quiere hacer nada más que una torta y pasta.

—Hija, son tus 18 tienes que celebrar a lo grande.

—Papá, no hace falta nada exagerado. No hay porque hacer tanto escándalo, tu sabes cómo soy yo y que me gusta —expreso restándole importancia a una fiesta grande, no me gustan las cosas ostentosas y él lo sabe muy bien.

—Papá, si Clara no quiere fiesta yo sí quiero —comenta Samantha con entusiasmo.

—Niña, te hacen falta 6 años más para cumplir 18 no pienses en fiesta todavía —le responde papá.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.