Ritorno

Capítulo 17.

Clara.

Sé que tomé la mejor decisión al pedirle a Andrés que fuera mi acompañante esa noche, no quiero tener que ver con Lucas de ninguna manera.

Sus llamadas no han dejado de entrar a mi celular y después de cansarme tanto de su insistencia bloqueé su número. Por lo que veo no capta la idea de no querer hablar con el, se encuentra frente a mi en el interior de la cafetería, agradezco que no estoy sola.

—Cariño, quiero hablar contigo. —dice y lo noto un poco deteriorado y desarreglado.

—En estos momentos estoy trabajando, si me disculpas, tengo que atender a clientes. Si vienes a pedir algo puedes ordenarlo en el mostrador y vete, no quiero verte —hablo con frialdad.

—Escuchame por favor —ruega y lo único que quiero es que se vaya.

—Jace, ¿Me puedes cubrir un momento?

—Claro, con cuidado —dice viendo el desastre de mi ex novio.

Salgo con Lucas fuera de la cafetería pero no me alejo de ella, no quiero estar a solas con Lucas lo cual me mantengo a la vista de todos.

—¿Que excusas quieres darme?

—Ninguna, se que me equivoque. Perdoname, prometo que esto jamás sucederá.

—Cuando la confianza se daña, nada vuelve a ser normal Lucas. Te encargaste de destruir lo que algún día tuvimos.

—No me hagas esto, te necesito —súplica tratando de agarrarme pero me alejo de él.

—Lo hiciste tú solo, no me culpes a mi por no poder controlarte, sabiendo que estabas saliendo con alguien.

—Yo te amo Clara, no me hagas esto.

—No Lucas, si me amarás nunca hubieras hecho lo que hiciste —puntualizo con un nudo en la garganta, me duele al saber que me traicionó.

—Dame una oportunidad, solo una.

—Lo siento, pero dartela sería como traicionarme a mí misma.

Camino de regreso al interior de la cafetería pidiendo que no me siga adentro, Dios, ¿Porque no puedo tener un día tranquilo?

—¿Todo bien? —pregunta Jace con Sofía al lado.

—Si, no se preocupen —trato de minimizar lo que acaba de pasar.

—No lo sé Clara, ese tipo nunca me ha dado buena espina —dice Sofía.

—No pasa nada, tranquila.

Al cabo de un rato, suena la campanilla de la entrada y al voltear veo al hombre que últimamente no sale de mis pensamientos.

—¿Qué haces aquí? —pregunto.

—Lo que toda persona hace en una cafetería —dice Andrés sonriendo —Comprar café.

—Bienvenido —dice Sofía embobada, otra que se le va la mirada en Andrés, debería ser hermana de Carol —¿Que desea ordenar?

—Espresso doble, por favor —pide mientras trato de irme —Clara, ¿tienes planes para esta noche?

¿Me está invitando a salir?

—Ir a casa y dormir —digo sin importancia.

¿Me va a invitar a salir? ¿Se la rechazo? Pero se supone que somos amigos, los amigos también salen… ¿no?

—¿Quieres acompañarme con Pablo y Aurora? —pregunta recibiendo el café en sus manos.

Claro que no era una cita Clara.

—Esta bien, me dices la hora —le digo tomando una bandeja de pedido.

—A las 7, te paso recogiendo por tu casa.

—Vale - le respondo —Me tengo que ir.

—Yo igual —dice y en el momento justo que lo dice se acerca haciendo que mi corazón se acelere al aproximarse para darme un beso en la mejilla —Nos vemos mi Clara.

Ay. Por. Dios.

Siento mis mejillas calientes cuando se aparta con una sonrisa hermosa y me guiña el ojo dándome la espalda para salir de la cafetería.

—Vaya, ese si me cae bien —dice Sofía que junto a ella ahora estoy embobada al verlo salir así.

¿Cómo puede hacer eso con tanta naturalidad? Este hombre no cambia, me gusta saber eso.

Después de mi trabajo en la cafetería, la visita de Lucas, de Andrés, el examen final que presente hoy en la academia, me encuentro finalmente en casa.

Aurora está a mi lado hablando de lo interesante que le parece Pablo.

—Oye, ¿Estás bien? —pregunto al ver su cara emocionada.

—¿Por qué no lo estaría? —pregunta a modo de respuesta.

—Nunca te había visto babeando mientras hablas de un chico y eso es bastante raro — bromeo.

Me fulmina con la vista a través del espejo mientras deja de maquillarse.

—Es normal —dice encogiéndose de hombros —Es el primero que me cuestiona, todo y no le da miedo llevarme la contraria. Es interesante ver cómo maneja cada argumento que doy.

Inesperado y más en ella.

—¿Te gusta? —pregunto curiosa.

—¿Qué? No, no, solo que es interesante.

—Interesantemente te gusta —bromeo más para sacarla de quicio.

—¡No! —afirma levantándose —Ya te dije, me llama la atención, como amigos.

—Ay si, como amigos.

—Nosotros podemos ser amigos Clara —dice con las manos a modo de jarra —No como tú y Andrés.

—Andrés y yo somos amigos —declaro tratando de sonar firme.

—No disfraces esa amistad que ni tú te la crees.

—Aurora hablo en serio, quedamos en ser amigos nada más.

—A ver cuánto te dura esa amistad —dice segura y me sorprende la convicción con la que lo dice.

—Pues verás y te darás cuenta, Andrés solamente es mi amigo y lo del pasado ya está superado.

—Veremos —dice Aurora riendo.

—¡Aurora! —grito al ver que no deja ese tema morir.

—Terminemos de alistarnos, los chicos no tardan en pasar.

—No entiendo como me haces maquillarme para algo que ni siquiera sé que será — reprocho cuando comienza a maquillarme.

—Nunca se sabe si te propondrán matrimonio... ¡Auch! —grita cuando pellizco si estómago.

—Basta. —pido.

—Si, si, lo que tú digas.

—Chicas, las esperan abajo —anuncia mamá en la puerta de mi habitación.

—Ya bajamos mamá —le respondo.

Bajamos casi al mismo tiempo que mamá y veo a dos hombres que nos esperan.

—¿Listas? —pregunta Andrés cuando bajamos.

—Siempre princeso —le responde mi amiga sonriendo.

—Me cuidan a mis chicas —pide mamá y eso causa que Pablo pase su brazo por los hombros de Aurora, acción que no solo sorprende a mi amiga si no a mí también.




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