Clara.
Ha pasado una semana desde que empecé a salir con Andrés y debo admitir que había olvidado lo buen novio que es Andrés.
—¿Lista? —pregunta cuando entro a su auto.
—No, pero quiero acabar con esto ya.
Estoy nerviosa por los resultados de los exámenes finales que presente antes de salir de clases, esta tarde me los entregarán y Andrés quiso acompañarme.
—Seguro que saldrás bien, eres inteligente —trata de animarme cuando ve mi nerviosismo.
—Si no salen bien, no sé qué haré Andrés —respondo apretando mis manos sobre mis piernas.
—Si sales bien te compensaré —toma una de mis manos y la besa—Y si no, igual lo haré.
Llegamos a la academia y siento como mi pulso se acelera a medida que nos acercamos a la tabla de resultados, si logro pasar este examen significa que podré aplicar a una universidad.
Empiezo a leer con rapidez buscando mi nombre y cuando siento que no puedo ponerme peor encuentro mi nombre y al lado veo que está escrito “aprobada”
Oh por Dios, Oh por Dios… lo logré.
Volteo a ver al hombre que está a mi lado sonriendo de manera orgullosa y demostrando la alegría que siente por mí.
—Nunca dudes de la confianza que tengo en ti mi Clara —dicho esto salto a sus brazos por la emoción del momento.
—¡Clara! —escucho como llaman a mi nombre de manera enérgica —¡Lo logramos! No lo puedo creer aún, lo logramos.
Carol salta de emoción y yo me uno a su celebración llenas de alegría al saber que ambas lo logramos.
—Si, lo logramos Carol.
—¿Aplicaras a la misma universidad que yo, verdad?
—Si, mandé mi solicitud y solo hace falta mandar los resultados de el exámen.
—Igual yo —me responde mi amiga y nota mi acompañante. —¿Aún eres amigo de Clara?
—No, ya no. —sonríe Andrés de manera amable.
—Me da gusto. —responde Carol con un atisbo de sonrisa.
Me aparta un poco de Andrés para poder hablarme de manera más privada.
—Me agrada mas este que el infiel de tu ex —comenta mi amiga —Aunque me preocupa que se encuentren aquí.
Su comentario se me hace extraño.
—¿De qué hablas? —pregunto con mi ceño fruncido.
—¿No lo sabías? Lucas ha estado viniendo seguido, lo he notado cuando salimos juntas de clases.
Oh…
—No lo sabía, ni lo había notado. —respondí un poco preocupada.
—Solo ten cuidado, no me gusta mucho lo que está haciendo tu ex —me advierte mi amiga y eso es algo que comienza a encender las alarmas de mi cabeza.
—Gracias cariño, lo tendré. —respondo volviendo al lado de Andrés.
—¿Nos vamos? —pregunta mi novio —Tu mamá quiere que te lleve a casa.
—Está bien, Carol viene con nosotros —informo cuando empezamos a buscar el auto.
Sigo con la extraña sensación de preocupación luego de la conversación que tuve con Carol, así que, decidí mejor no prestarle mucha atención. Lo más seguro es que Lucas quiere volver a disculparse y querer volver.
Bajamos del auto cuando llegamos a casa y me encuentro con la sorpresa de una mini fiesta con un cartel que dice “felicidades por tu egreso” en media sala junto al comedor.
Aurora viene a mi encuentro con un ramo de flores y Camila se acerca con una torta que igualmente dice felicidades, los demás se mantienen atrás pero atentos a mi reacción.
—Muchas gracias, pero no hacía falta tanto alboroto —inquiero ante todo lo organizado.
—No me digas que no hace falta y sabemos cuánto te esforzarte por lograr eso —comenta Camila con la mirada brillante.
Me gustaría que papá también estuviera aquí, pero sé que su presencia me acompaña al ver a mi alrededor y sentirme rodeada por las personas que me aman.
Pasamos un momento de charla y risas como en cada reunión disfrutando del buen ambiente que hay en casa.
—Gracias por todo —me dice Carol que se está por ir —Disfruté mucho el pasar con tu familia.
—Gracias a ti cariño, por acompañarme. Te veo otro día.
Me despido de ella y vuelvo finalmente a la rueda que tienen mis amigos para volver a sumergirme por más tiempo entre platicas y bocadillos.
Al pasar el tiempo siento como tengo la necesidad de ir por agua y me levanto dirigiéndome hacia la cocina, lo que no me esperaba es que hubiera otra decoración muy distinta a la que hay en la sala ya que está dice “No te rindas, a la próxima lo lograrás”
—No vayas allá… —grita Samantha, pero es muy tarde porque ya logré ver todo.
Me volteo de manera exagerada y con sorpresa.
—¿Pensaron que no lo lograría? —exclamo a voz de grito.
—No es que no tengamos fé en ti, hija —contesta mamá con nerviosismo —Era por si acaso.
—No puedo creer que de verdad hicieran eso —respondo de manera indignada y dramática.
—Te dije que nos avisarás —murmura Valentina al lado de Andrés.
—Lo hice, Elena nunca respondió a mis mensajes —contesta de la misma manera.
—¿Por eso habías mencionado que de igual manera me compensarias cualquiera que fuera el resultado? —entrecierro mis ojos y abro mi boca de manera sorpresiva.
—Hay otro pastel por si quieres probar —sugiere Samantha al querer aligerar el ambiente.
Me voy directo a la nevera y me encuentro con el segundo pastel que habían mencionado. Tomo un tenedor y lo incrustó en el interior para sacar un pedazo llevándome lo a la boca.
—Y todavía este pastel está mejor que el otro —comento con la boca llena y un poco molesta, está bueno el condenado —¿Quién trajo este?
Todos señalan de manera acusatoria al que se hace llamar mi novio y este lo único que hace es sonreír de manera nerviosa.
—Increíble, sabes cuál es mi pastel favorito pero no sabes que tu novia pasará bien los exámenes —declaro al ver cómo el resto sigue de pie en la cocina mientras me ven comiendo sola un pastel enojada.
∆∆∆
—Ay ya Clara, ¿puedes perdonarnos? —súplica Aurora con ojos de cachorro —Eran opciones que podrían pasar.
#6110 en Novela romántica
#1287 en Novela contemporánea
amor drama humor, amistad aventuras romances y misterios, empresa ceo
Editado: 22.09.2025