Romance de otoño

Capítulo 1 ~ Fin de las vacaciones.

~ Para esas personas que pasan las noches viviendo en los recuerdos e historias...~

¡Ring! ¡Ring! ¡Riiiing!

Escucho el estresante sonido de la alarma en toda mi habitación. Había olvidado lo molesto que era ese sonido, ahora mismo extraño mis vacaciones... aunque apenas terminaron ayer. Descubro mi rostro de la sabana que me cubre, rápidamente extiendo mi mano para apagar la alarma; antes de que colme mi paciencia y lo lance por la ventana.

Bostezo y me estiro un poco. Observó al techo de mi habitación recordando lo libre que fui en las vacaciones, claro que omitiendo las recientes peleas de mis padres. En fin, así es la vida.

Me descubro de las sabanas, doy media vuelta para ponerme de pie e iniciar mi día, de nuevo el regreso a clases. Me pongo mis pantuflas y observo mi uniforme. Una camisa blanca con el logo del bachillerato al cual asisto, una falda azul, tampoco tirándole a falda de monja, pero no está muy corta. Unas medias de color blanco con unas zapatillas.

Estoy por tomar mi iPhone al escuchar una notificación de mensaje, pero de pronto en mi habitación irrumpe mi hermano pequeño: Kevin.

Un niño pequeño de 10 años, súper tierno y guapo, claro; es mi hermano y lo saco de la familia. Acaricio un poco su mechones enchinados de color castaño mientras me abraza.

—¡Lizeth!—me envuelve con sus brazos. —No quiero volver a la escuela—exclama antes de que mi madre ingrese a la habitación.

Una señora de 38 años ingresa a mi habitación, piel blanca y un cabello agitado de color negro con algunos mechones cafés. Es mi madre; Paola.

Sonríe. —Buenos días, nena—me saluda y da un beso en la mejilla. —Puedo notar esa felicidad por tu primer día de clases—comenta con sarcasmo al ver mi cabello alborotado y con una mueca de <<Quiero volver a dormir>>.

Dibujo una sonrisa falsa en mi rostro. —Muero de emoción, otro año en el bachillerato con mis emocionantes clases y algunos compañeros fastidiosos. La vida es hermosa... —agregó al final con una pequeña risa de ironía.

—Esa es la actitud, cielo—guiña su ojo mientras abraza a Kevin para llevar y cambiarlo.

—Perdiste el privilegio de hacer lo que más te gusta en la vida: Dormir—agrega entre risas mientras intenta llevarse a Kevin.

Se escuchan algunos pequeños gritos de mi hermano menor, y apenas inicia su viaje en este camino de la escuela....

Camino hacia la puerta y le cierro con seguro. Al mismo tiempo tomó mi iPhone y reviso los mensajes, en efecto... mi pensamiento atino a la persona. Es Camila; mi mejor amiga.

WhatsApp

Cami 🫧

En linea.

Cami: ¡Buenas! ¿Ya estas despierta? Espero que no te vayas a quedar dormida como en tu primer día de clases cuando llegamos a 1er grado de bachillerato JAJAJA.

7:04

Lizeth: JAJA. Quiero seguir durmiendo... pero bueno, me pondré bella para otra vez romper corazones.

Te dejo, me iré a cambiar. Allá nos vemos...

7:09

Tomó el cable y conectó mi iPhone, quiero llevarlo cargado. Pongo un poco de ambiente y así tomar energía, le pido a Siri que reproduzca <<Lover>> de Taylor Swift. —Creo que ya voy adaptándome de nuevo...—murmuro mientras tomo mi uniforme.

Comienzo por colocarme las medias, continuo con la falda y finalmente termino con la camisa de la escuela y las zapatos. —Tenía mucho que no hacía esto—exclamó mientras terminó de vestirme.

Me paro frente al espejo largo que está en la esquina de mi cuarto. Sonrió al verme en el. —¿Princesa de Disney?—bromeo mientras tomó mi iPhone para tomar una fotografía.

Me acerco a la ventana y veo por la ventana el resto de casas qué hay en mi privada. Vivo en una privada un poco pequeña, solo hay 20 casas, aunque casi no hay distancia entre cada una de ellas, y todas se parecen; son blancas(como siempre).

No se porque presiento que este año será diferente, y no se si sea algo bueno o malo; o los dos jaja.

Salgo de mi habitación y escucho como aún continúan cambiando a Kevin. Camino por el pasillo y veo que la puerta de Oliver se encuentra abierta. El es mi hermano mayor. Un chico agradable y un clon de mi padre. Su cabello es oscuro y quebradizo, su color de piel es moreno claro. Es un poco mal alto que yo, me gana por unos 10 centímetros jaja. Pero creo que no me doy cuenta de nuestra diferencia de estatura, ya que el suele estar más tiempo en su habitación jugando en línea con amigos que nadie de nuestra familia conoce, ya saben, ese tipo de personas que conoces por internet y se vuelven amigos inseparables a larga distancia.

Aunque claro, tiene amigos de la cuidad y la escuela, pero rara vez le veo con ellos.

—¡Buenos días!—le saludo mientras ingreso a su cuarto.

El salta de su asiento frente a la PC. —Hola. Me asustaste, bruja—responde entre risas y con sarcasmo.

Le lanzo una mirada penetrante. —¿Me estás llamando fea?—inquiero.

El ríe. —Un poco—contesta mientras intenta contener una carcajada aún mayor.

—Pues somos hermanos, así qué...—sonrió en forma de burla.

Él se pone de pie y camina hacia donde está su mochila, para guardar su laptop. —Sin duda yo soy el guapo—comenta.

Hago una mueca de seguridad. —Uy, sí sí claro. No tengo dudas de eso—río. —¿Y qué? ¿Feliz después de tu año sabático? Apenas entrarás a la universidad, digo, creo que puedo percibir esa emanación de emoción por volver a la universidad—le digo con una sonrisa mientras le veo con ropa formal.




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