Romance de otoño

Capítulo 9 ~ Salida nocturna.

—Déjame adivinar... no vendrás con nosotras. ¿Te irás con tu novio?—se cruza de brazos.

Yo carcajeo. —Debo ir a casa para preparar lo que me pondré. Además papá me dijo que solo cuidara a Kevin. Pero no quiero echarle ese peso encima—respondo mientras caminamos al borde de la cera de la escuela.

—Ay, y que yo me joda, ¿verdad?—inquiere con un poco de molestia.

Le volteó a ver. —¿Qué es lo que te molesta?

Ella sonríe. —Estaba bromeando—se apresura a responder. —Me alegro que durante esta tormenta encontrarás a alguien con quien la pasas bien. Que es tu refugio para ocultarte de la lluvia... o que te saca una sonrisa en momentos donde todo es tristeza y soledad. Pero sí admito que me siento un poco desplazada...—la expresión en su rostro y su sinceridad en las palabras lo dice todo.

Me acerco y la enredo con mi brazo. —Tu siempre serás mi mejor amiga. La que siempre me apoya y está ahí—le beso la mejilla y comienzo de empalagosa para dejar huella de mi cariño hacia ella.

...

Subo las escaleras muy apresurada. Aún en mi mente cruza la idea sobre si dejar a Kevin con Oliver, o no.

Abro la puerta de mi habitación y coloco la mochila sobre mi cama. Detrás mío está Kevin. —Liz, ¿a donde irás?—pregunta mientras me observa.

Yo estoy observando entreabierto mi ropero, ideando que me pondré. Algo casual para la ocasión... porque un vestido no es tan necesario...

Volteó a ver mi hermano. —¿Por qué lo dices?—le devuelvo la pregunta mientras me doy la vuelta y camino hacia el cuarto de papá.

Se extraña. —Actúas como si fueras a salir. Parece que tienes prisa...—expresa lo obvio.

Yo rio. —Saldré con un amigo—respondo.

De inmediato acelera su paso y se coloca frente a mí. Con una mueca de ternura. —¿Me llevas contigo?—me insiste con unos ojos cristalinos y mientras hace un puchero.

Sonrió. —Te tienes que quedarte con Oliver—contestó mientras me inclino un poco hacia él.

Se queja de inmediato. —No me digas que otra vez pasaré una tarde aburrida... estar con él es como estar solo. Nunca sale de su cuarto para hablar o jugar... solo está ahí. Llévame... prometo portarme bien—me toma de la mano y me intenta jalar hacia él.

Logra hacer que me mueva un poco mientras me sujeta de la mano y la zangolotea. —Está bien, está bien. Escucha...

Kevin asiente y sonríe.

—Si vas y arreglas el desorden que tienes en la sala... puede que reconsidere llevarte conmigo, pero es quizás...—le recalcó mientras me rodea y corre a las escaleras. —Con cuidado... y dije "que tal vez"—le reitero mientras escucho como baja las escaleras corriendo. Solo entrecierro los ojos esperando que no se caiga por las escaleras. Se me vendría el mundo encima si eso pasa.

Una vez que escucho que finalmente llega al primer piso. Doy la vuelta y continuo mi camino al dormitorio que solía ser de mis padres, ahora solo mi padre lo habita.

Ingreso a la habitación. Realmente no hay cambios, ni desorden, aunque claro; hice limpieza hace poco y hasta eso mi padre mantiene limpio. Camino al buró donde me indicó que estaba el dinero.

Mientras doy algunos pasos para llegar al cajón, me percato que del lado donde duerme él coloco de nuevo la el retrato de él y mamá. Es una extraña decisión. También la muestra, donde estamos toda la familia, aunque esa estaba desde siempre ahí. Tiempos más felices. Suspiro y finalmente tomo el cajón y lo abro. Veo una caja que de color café claro, que de agarradera tiene un pequeña bola. Levantó la tapa y allí hay suficiente dinero como para que yo escape de casa y pase un buen fin de semana, aunque terminaría volviendo cuando acabe el dinero y solo le diría a papá que fue una mala decisión...

Sonrió al crear ese escenario en mi cabeza. Bien podría tomar dinero para darle a Oliver, pero no se sí papá tenga el dinero contado. Tomo los $50 dólares que me dijo y guardo de nuevo la caja. A un costado de la misma hay unos papeles que llaman mi atención al tener un avión dibujado.

Mi curiosidad me lleva a tomar los documentos y de inmediato me percato que es un vuelo. Era lo que sospechaba, no quería que fuese cierto. Pero debía serlo.

Mi padre viajará a Vancouver, irá de "visita" con los abuelos. Pero estoy segura que cuando vuelva, estará decidido a llevarnos para allá.

Me deja pensativa y con mi mirada perdida. Ya estoy visualizando ese escenario. Su viaje es para el 10 de octubre, ya casi... había pensado que si quería mudarse, podría quedarme con alguien de mi familia. Pero tomando en cuenta lo que me enteré... estoy por mi cuenta y solo tengo a mis hermanos. Ir con mi familia sería como pedir a gritos que me escupan en la cara.

Salto al escuchar la voz de Kevin. —¡Liz!—grita mientras se anuncia y salta. —Terminé de acomodar...

Me causa un buen susto. —Kevin...—sonrió mientras guardo las cosas de nuevo en el cajón. Aún falta para que realice su viaje... pero me agrega otro problema a la lista.

Doy la vuelta y camino hacia él. —¿Muy limpio?—inquiero y agudizo mi mirada.

Él asiente y me toma de la mano para jalarme y llevarme por el pasillo hasta las escaleras... apenas bajo y me doy cuenta que algunas cosas no están acomodadas del todo bien... pero se esforzó jaja.

—Está bien... ahorita te preparo ropa y podrás acompañarme. Iré con un amigo a una cena...—explicó mientras tomo el control y apagó la TV.

Apenas volteo a verle y esta sonriendo, una sonrisa pícara. —Iremos con tu novio...—ríe.

Cambio mi expresión, se nota mi seriedad. —Creo que quieres quedarte...—respondo y sonrío mientras me cruzo de brazos.

—No, estaba bromeando...—se queja mientras me agita de la mano una y otra vez. —Sube para que te des una ducha... enseguida subo—agregó mientras camino a la cocina.




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