Romance de otoño

Capítulo 29 ~ Una estrella en el cielo.

Camila seca mis lágrimas, estamos afuera de mi casa. Ya confirmaron la información y no hay duda.

Yo quiero creer que es mentira, que lo sea... pero juzgando por la llamada a mi tía, las publicaciones de familia en redes sociales, está más que confirmado que esta pesadilla es real.

Me siento devastada, en estos momentos solo me mantiene firme el abrazo de mi amiga, pues todo lo que veo desde mi perspectiva es muy negativo. Nada tiene caso y no puedo observar nada de forma positiva, en estos momentos no puedo ver más allá del presente, solo veo el momento y lo siento, es una tristeza profunda lo que hoy sucede.

Una gran persona se va y deja un vacío en mi corazón que es imposible de llenar, alguien con quien compartí miles de momentos. Compartí tantas cosas con él, era esa persona en quien podía confiar y hablar de cualquier tema. No debía tener vergüenza, pues siempre me entendería y me aconsejaría.

Podíamos hablar o pasar el rato charlando de cualquier tema, eso era especial. Momentos a veces comunes, o que solo fluían y surgían de la nada, son cosas que se vuelven especiales y atesoramos.

Era increíble.

—Es correcto llorar, amiga... de esa forma expresas tu sentir... yo lo entiendo—destaca mientras me tiene abrazada con su mano derecha y con la izquierda sostiene un pañuelo, que es con el que me está limpiando mis lágrimas.

Yo solo estoy estática. —No puedo creerlo... le miré hace unos días. Apenas le iba invitar a mi casa... era lo que iba a hacer... tenía planes, Camila—expresó con una voz entrecortada por mi llanto.

Ella me ve y escucha con atención. —Lo sé, amiga. Me habías hablado de ello... ojalá la vida no fuera así de imprevista, pero lo es... pero de algo estoy segura. Él estaba muy feliz porque pudo charlar contigo esa última vez, ese día cuando me dijiste que estuviste allí, y hablaron de diferentes cosas—comenta y continúa secando mis lágrimas.

—Sí...—tomó aire. —Estaba recordando esa charla...—expresó cerrando mis ojos y bajando un poco mi cabeza. Camila me antepone a ella.

Intento controlarme pero realmente no puedo. Solo estoy llorando mientras momentos en mi cabeza vienen junto a él.

Un sonido de timbre da aviso a que hay alguien afuera. Tras escucharse una vez, no pasan muchos segundos para que vuelva a sonar. Parece que quien está afuera tiene mucha prisa por ingresar.

Camila se pone de pie y camina para abrir la puerta.

Con mi visión borrosa por estar llorando, logro apreciar que la puerta se abre e Izan ingresa de inmediato. —Ya me enteré...—expresa cuando ve a Camila. Después me observa y camina directo a mí.

—Liz...—se sienta a mi lado y me abraza fuertemente. Suspira. —Lo siento mucho—exclama cuando me tiene rodeada con sus brazos.

Yo continuó sollozando, no puedo responder casi de inmediato. Su abrazo cálido logra tranquilizarme unos segundos después y realmente su presencia me calma, sentir que está aquí apoyándome me alegra, tenerle me estabiliza.

—Gracias por venir, Izan—le agradezco como puedo, con una voz un poco apagada, pero transmitiéndole que sí estoy agradecida de que esté aquí.

Él coloca cabeza junto a la mía. —Calma. No hay nada que agradecer. En cuanto me enteré vine corriendo—contesta.

Camila se dirige a la cocina para prepararme un té, mientras que Izan me consuela, me escucha llorar, pero con el paso de los minutos me logró calmar.

El té que prepara Camila me es de mucha ayuda, es lo que me logra estabilizar por completo.

Izan se queda charlando conmigo, escuchándome lo que le cuento, mientras bebo mi té.

Las horas transcurren, altas horas de las madrugada bañadas con recuerdos y lágrimas al rememorar momentos de mi pasado.

Izan se retira, pero Camila se queda conmigo.

Después de una larga charla y una noche interminable, me siento cansada y me logro perder en mis sueños....

...

Comienza a sonar "Making Love out of Nothing at All" mientras mi abuelo sostiene un tarro con cerveza. Sonríe al verme. —Y es por eso... es todo un tema el hecho de tu Tia...—sonríe. —Así es ella y lo ve a broma algunas cosas—expresa con tranquilidad sobre su hija.

Sonrió después de que tomó mi botella con jugo de frutas rojas. —Lo sé... a veces ella es un poco extraña. Además de empalagosa—comentó yo antes de beber.

Él sonríe de oreja a oreja. —Tampoco creas que su forma de ser es sincera. Ella es muy convenciera algunas veces. Es cariñosa, pero su cariño por lo general aparece en momentos cuando necesita dinero—explica.

Yo sonrío. —Creo que no puedo decir lo contrario...

Él me observa. —De quién obtengo cariño sincero es de tu madre. Ella sin duda es quien más unida ha estado a mí—aclara mientras de fondo suena la canción de Air Supply.

Me saca una sonrisa natural. —Sí, ella siempre te menciona para todo... se expresa con mucho cariño cuando habla de su infancia, los momentos contigo—agregó.

Él me ve con cariño. —Tu madre es muy linda.—bebé de su cerveza. —La música de antes de los 2000 son mis favoritas, pero todavía la década de los 2010 y 2020... tiene canciones que me agradan y se pueden rescatar.

Yo comienzo a reír. —No diré mucho, a mi me gusta de todas las épocas. Me gusta música de todas las décadas, y eso en parte te lo debo a ti...—le digo.

Él curva un poco sus labios. —Te enseñe de buena música—guiña su ojo. —El otro día estaba con unos compañeros del trabajo, y me dio risa cuando uno de ellos puso música... un poco peculiar para ser él ya un hombre de 50 años, música de los jóvenes de ahorita... empezamos a molestarle, obvio como broma... porque sí se me hizo extraño que escuchara ese tipo de música—destaca al recordar.



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En el texto hay: romance, amor, cambiodevida

Editado: 28.07.2025

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