Mejor amiga. ♥️: Hola, Liz.
Liz: Hola, Amy!
Admito que me asustó tu mensaje, la campana de notificación sonó estando todo en silencio.
Mejor amiga♥️: Lo siento jaja. Siempre estás con tus amigas y no hay tiempo para hablar. Quería preguntarte: ¿Qué sucedió con Uriel? De pronto le dejé de ver a tu lado.
Liz: Es una larga historia jaja. Pero él se iba mudar de la ciudad desde hace tiempo, estaba en sus planes. Solo que tuvimos una pequeña diferencia, pues él quería una relación conmigo y yo no accedí. En sus planes de contingencia estaba ese. Y se fue.
Mejor amiga.♥️: Mierda. Eso es triste. O sea, que se haya ido, y como se fracturó la relación. ¿Él no te atraía?
Liz: Son cosas que pasan, pero a mí no me atraía. Yo tengo mis ojos en alguien más, eso no lo tomo bien.
Mejor amiga.♥️: Sí, en Izan jaja. Mis fuentes fueron confiables. Me habían dicho que estás quedando en una relación con él. ¿Correcto?
Liz: Siempre te encantó el chisme. Pero acertaste, creo que tendré una relación con Izan, me abriré al amor después de un tiempo.
Mejor amiga.♥️: Lo siento, pero aunque estos años estuvimos alejadas, me enteraba de cosas jaja.
Liz: No hace falta que lo digas, me tiraste mierda casa que podías... eras la cruella de la escuela.
Mejor amiga♥️: Sí, admito que fui muy mierda. Pero me disculpo por ello jaja. Pero ya, el pasado quedó atrás. Por cierto, me gusta el apodo. Así ponme en mi contacto. Quizás sea mejor que el negó en este momento, no quiero imaginar JAJA.
Liz: De hecho nunca elimine tu número, siempre te dejé el mismo nombre de contacto jaja.
*Liz envió una captura de pantalla*
Mejor amiga♥️: Wow. Creí que habías cambiado el nombre con el cual me tienes agregada. Ha pasado tiempo... pero agradezco que no me eliminaras. ♥️
Liz: No jaja. Aún cuando sucedió todo, te guardé cariño, Amy. Me tengo que dar una ducha, hablamos después. ✌️
Salgo del chat y me dirijo con Camila. No le mencionaré el motivo por el cual no había enviado mensaje, empeoraría la situación y gira en torno a lo que le preguntaré.
Cami. 🫧
Liz: Hola, llegué a casa pero estaba ocupada con unas cosas. Apenas te pude mandar mensaje. Te mando mensaje sobre lo que ocurrió hoy. Te percibí un poco distinta, y quiero que hablemos de ello.
Cami: Liz, no tengo nada jaja. No me siento menos, o celosa de ella. Te lo prometo, no es así. Pero sí me molesta qué las chicas me fastidien con ello, ya sé que yo soy así de latosa JAJA. Pero ahora no me agradó tanto, eso sí lo admito.
Liz: Cami, tu eres mi mejor amiga. El hecho de que hable con Amy no altera nada de eso. Te conozco, y sé que algo te molestó. No quiero eso, necesito que estemos bien. Somos mejores amigas. Siempre.♥️
Cami: Lo sé perfectamente. No hace falta que lo digas jaja. Yo te quiero mucho, somos mejores amigas. Me alegra que tu relación con Amy renazca, pero yo no termino de confiar en ella; tengo mis motivos. Fuera de ello, yo siempre te defenderé, y estaré. Nada cambia.
Liz: Lo sé, pero algo me dice que es sincera su forma en la que se acerca a mí. No lo sé.
Cami: Tranqui, yo te entiendo. Y no debes preocuparte por mí. Estoy bien. ♥️
Suspiro y reacciono a su mensaje. Apago la pantalla de mi iPhone y ahora sí, puedo darme una ducha.
Los días recientes han estado un poco atareados con exámenes antes de salir de vacaciones en diciembre, proyectos en clase y presentaciones. Diciembre está cerca, solo será unas dos semanas, o menos, para salir de vacaciones.
Izan prometió estar en línea, sin embargo no he visto esa actividad que prometió, dice que por falta de señal, le creo, pero me hace sentir dudosa sobre enviar más mensajes en días pasados. Aunque admito que su estado en línea no ha aparecido.
Amy ha hablado conmigo, pero al verme junto a mis amigas no tiende a acercarse mucho. Quizás siente el rechazo de Camila, pero hemos estado tan ocupadas en proyectos, que los días han pasado volando.
Aprovecho para pedir empleo e iniciar en mi vida laboral.
Lunes 20 de noviembre.
Llego a una casa enorme. Parecería una mansión que ocupa una parte de varias casas. Ventanas cuadradas y colores blancos con café tintos iluminan el inmueble. En la entrada principal hay dos bancas, en una de ellas hay 2 hombres mayores, uno de ellos porta una gorra del ejército. —Buen día—sonrió y me muestro agradable.
El hombre me devuelve en gesto y se porta agradable. —Muy buen día, señorita—contesta.
Yo levanto mi mano apuntando al interior. —Vengo a pedir informes sobre el empleo, casi cumplo los 18...—expreso cuando estoy a punto de dar un paso. Él sonríe y asiente. —Adentro dan informes—afirma.
Agradezco y avanzo. Ingreso a lo que parece ser la sala principal, aquí hay muchos hombres y mujeres de edades avanzadas, algunos incluso muy mayores. No son tantos como yo esperaba o imaginaba, una mujer de unos 35 años se acerca hacia conmigo, sonriendo. Su cabellera rubia le hace resaltar al lado de sus dos compañeras de cabello oscuro.