Romance de otra vida

Capítulo 1 ~ Romance de adolescencia.

Es un día soleado, muy hermoso. Camino de la mano junto a mi chico... rodeados de árboles, arbustos y pasto verde. Me encanta este parque, por lo bien cuidado que está y lo ameno que se vuelve la estancia aquí.

Tomo de la mano a Jacob, mi novio. Estamos buscando alguna área de bancas para sentarnos. Volteó y veo su cabello oscuro corto, pero un poco alborotado. Utiliza cera para acomodarlo, su piel morena clara y su sonrisa inconfundible... esos ojos de color café claro, iluminándose cuando el sol se alcanza a reflejar en los mismos. Es hermoso... y lo mejor de todo, es mi enamorado.

Coloco la pequeña bolsa que contiene los alimentos sobre la mesa, él se sienta sobre la banca y me lanza una mirada de enamorado. -Eres hermosa-expresa con su voz suave cuando jugamos un poco con las puntas de nuestras narices. Estoy sentada sobre sus piernas, en dirección opuesta a él, así que mis piernas están a su espalda.

-Y tú eres hermoso-muerdo su labio inferior. -¿Es increíble que nos conocemos desde que tenemos qué?... ¿7 años?-pregunto mientras envuelvo su cuello con mis brazos.

Él sonríe e intenta hacer memoria. -Teníamos 7... recuerdo cuando entraste por esa puerta, te miré y dije... a ella si le presto mis crayolas-exclama con una mirada de romance.

Suelto la carcajada. -Lástima que perdí como dos crayones...-respondo.

Él levanta sus hombros. -Sí recuerdo eso... mi mamá me regañó por eso, pero valió la pena. Así me pude acercar a ti desde el primer día... y ahora míranos. Llevamos 5 años de relación. No cambiaría estos años por nada del mundo. Estamos destinados a estar juntos. ¿Estás conmigo?-acaricia mi mejilla con su mano derecha.

Besó su mano. -Siempre... no importa qué, estaremos juntos-besó sus labios.

Sonríe después de que me aparto un poco. Es increíble que tenemos 17 años... y el único que creció en estatura fui yo... tu pareces la misma de cuando teníamos 12 años-bromea con sus ojos un poco cerrados.

Ruedo mis ojos. -No me hagas darte otra bofetada, amor-hago una expresión de que me intento contener.

Jacob curva sus labios. -Es que no creciste mucho. Pero eres perfecta así... ¿quieres empecemos a comer?-me pregunta con una voz melosa.

Asiento. -Te quiero comer a ti-finjo morderlo.

Él sonríe. -Eso también se puede...-contesta al mismo tiempo que me ayuda a ponerme de pie al lado de la banca para poder poner los artículos en la mesa.

El viento, sol, los colores verdes... aire natural rodeado por los árboles de nuestro al rededor, y vaya que estamos rodeados de árboles. Todo este parque tiene tal cantidad de árboles que podrían limpiar todo el aire de la ciudad.

Aquí estamos en una primavera de marzo... momentos perfectos rodeados de mi pareja.

Aún recuerdo ese día que mencioné, me cambiaron de escuela cuando yo tenía 7 años... me asignaron a una nueva primaria y llegué, había un niño peculiar que resaltaba de entre todos... y sí, desde ese entonces era un poco más alto que yo. Cursamos primaria y secundaria juntos... a la edad de 12 años dimos comienzo a nuestra relación...

-¿Quieres manzana verde?-pregunto cuando le veo sostener su vaso con agua de arroz.

Él asiente. —Recordaba la vez que te enojaste porque una chica me pidió que le enseñara unos problemas de matemáticas, era de otro salón-expresa con una sonrisa, qué quiere provocarme.

Yo de inmediato levantó mi mirada mientras sostengo el cuchillo con el cual parto el pan del sándwich. -Tengo un cuchillo y no dudaré en usarlo, querido-arqueo mi ceja para después finalizar de partir. -Pero sí... como olvidar a esa chica. ¿Perla? Y todavía recuerdo cómo se acercó y con su voz muy tierna... -volteó a verle y me pongo en una posición que causa lástima. -¿Me puedes ayudar con estos problemas?... es que tú sabes mucho-intentó imitarla y luego comienzo a reír.

Me observa de pies a cabeza. -A ti con mucho gusto, hermosa...-contesta cuando le entregó el plato.

Sonrió. -Recuerdo que esa vez casi me daban ganas de darle una patada... pero mantuve la clase que me caracteriza. Y por cierto... ¿por qué no te negaste?-sostengo mi plato.

Mi chico levanta sus hombros. -Quizás porque soy una buena persona... y me gusta ayudar a los demás-expresa con serenidad.

Comienzo a reír. -No ya en serio... háblame sin bromas-le contestó antes de morder mi sándwich.

Él me sin gracia. -Más respeto a tu novio. Que soy un pan de dios-contesta cuando está sentado a mi lado.

Me acerco y beso su mejilla. -Eres una persona dulce e inocente, la persona más pura en este mundo lleno de maldad... claro mi amor, ese eres tú-destacó con una voz llena de orgullo y mientras le veo.

Jacob solo sonríe y cierra un poco sus ojos mientas mueve su cabeza levemente de un lado a otro, causando ternura.

-Me acuerdo cuando al inicio de nuestra relación... mi papá dijo que desde cuando nos conocíamos. Apenas teníamos 12 años y pensaban que sería algo ocasional...-comentó después de morder mi sándwich.

Él asiente. -Ya se... el otro día que llegué a tu casa para esperándote para ir al cine, me comentó eso entre risas. Dijo que no creyó que duraríamos tanto... de broma le dije: "Ya pronto estaremos comprometidos". Creo que no debí decirlo porque su risa se ocultó-explica recordando ese día. -Por un momento pensé que te dirían: Ya no irás al cine con él-agrega antes de beber de su vaso.

-Sí me preguntó algo sobre eso... le dije que obvio que estabas bromeando, si le decís que era cierto, capaz y se le baja la presión del impacto-respondo cuando tomo una servilleta y limpio un poco el contorno de la boca de mi novio.

Sonríe. -No saben que a la menor oportunidad te comprometerás...-me mira coqueteando.

-Desde que tenemos 12... pero los formalizaremos pronto-guiño el ojo.



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En el texto hay: romance, magia, reencarnación

Editado: 06.05.2025

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