Romance de otra vida

Capítulo 4 ~ Amor de otra vida y un plan.

—Leí que ese libro fue tendencia durante el verano, le di una leída... pero no logro atraparme—contestó a la pregunta de una alumna que me habla de una obra de romance que está haciendo ruido en redes sociales e internet.

Alejandra se incorpora a la conversación. —Escuché que es una historia de romance. Algo que trasciende a través del tiempo...—explica ella.

Yo veo de reojo a ese chico que roba mi atención, pongo atención a lo que Alejandra habla, pero no puedo negarme a ver a Adrien por el rabillo de mi ojo. —Volviendo al tema del libro que les pedí leer...—hago énfasis mientras camino hacia mis alumnos.

—Ni siquiera me molestaré en preguntarte a ti—colocó mis manos sobre la pequeña mesa, y observó a una chica rubia, su nombre es Paola y es una la típica rebelde del salón.

Ella me sonríe con burla. —No gaste saliva, por favor, maestra—contesta.

Me cruzo de brazos. —Todo el verano para leerlo... ¿y aún así no lo hiciste? No se porque me sorprende, al menos creí que harías un mínimo esfuerzo—expresó.

Ella sonríe. —Por eso es malo tener una expectativa alta de alguien, con frecuencia la verdadera realidad no es lo que esperamos—exclama ella cuando me observa.

La chica a su lado, Isabel, comienza a reír. Es su mejor amiga. —Ah, pero dele un libro de romance adolescente, o alguna trama parecidas a "50 sombras de grey" y en una noche lo termina—comenta ella para fastidiarle cuando se inclina un poco al costado para estar a su lado.

Paola sonríe pero con su mano le empuja para regrésale a su lugar.

Yo sonrío. —Eso no es algo que yo ponga en duda—me aparto de su lugar.

—Bueno, tomando en cuenta lo que la mayoría ha aportado sobre este libro. A veces... el amor, es fugaz y debemos aprovechar la ocasión, la otra persona no estará para siempre esperando. Y sí... a veces las personas no están juntas, pero ese amor traspasa la barrera del tiempo—camino delante de mis alumnos.

Alejandra levanta su mano para hablar. —Maestra, pero también creo que algunas veces quien están destinados a encontrarse, no importa qué; terminan juntos—afirma ella con una suave voz.

Le observo por algunas cosas, estando congelada. —Tienes mucha razón Alejandra... demasiada de hecho...—alzó mi pluma y asiento.

—Lo que les pediré hoy, será lo que aprendieron de este libro. Una hoja completa, analicen lo que leyeron, y con base a ello escriban lo que ustedes aprendieron—camino de nuevo a mi escritorio. —Adrien, en tu caso como no leíste el libro, pues aún no estabas con nosotros, puedes leer el mío—lo tomo y me levanto de nuevo, para caminar hacia él. —Es una lectura que no es pesada—agregó.

Él me sonríe. —Muchas gracias, maestra.

Lidia se acerca. Sus intenciones son claras. —Maestra, ¿él puede juntarse conmigo? Yo le puedo poner un poco al tanto de la historia—expresa ella cuando está a su lado.

Adrien voltea a verme. —¿Puedo?—inquiere. Cedió muy rápido a ella.

Veo a la chica de cabello oscuro y ondulado. Sin duda ella le ayudará mucho. —Sí, claro—me muestro feliz por la idea y doy la media vuelta para volver a mi escritorio.

Abro mi laptop, veo al fondo que Lidia está muy feliz por su nuevo acompañante. Genial... en el primer día ya está rompiendo corazones. No les aparto de vista.

Tecleo un poco para crear una lista, pero veo que la chica rubia se pone de pie y camina hacia mí. —¿Y yo qué? No leí la obra... solo un poco—expresa Paola con obviedad.

Sonrió de oreja a oreja. —Pues tendrás una tache en tus notas, recuerda que necesitas puras "palomitas" para tener una buena nota—contestó con una voz cariñosa. Su forma de ser hace que disfrute esto.

Ella rueda sus ojos. —A usted les satisface decirlo, en pocas palabras, joderme. Como la vez que me pasó a exponer frente a todos mis compañeros, cuando le dije que no sabía del tema—expresa mientas niega con su cabeza.

Suspiro. —Admito que en el fondo disfruto joderte... pero ya tienes 17 años, pon más atención a las clases y no tendrás problemas—levanto mis hombros.

Sonríe y se aparta para volver a su lugar.

En mi memoria viene un día que le coloque un 5 en la materia, reprobándola. La chica se tuvo que ir a clases sabáticas. Jamás lo olvidaré, porque disfruté hacerlo, en clases se la pasaba haciendo bromas y chistes fuera de lugar.

Muevo un poco mi silla, necesito observa bien al chico nuevo, y algunos de mis alumnos me estorban.

Con solo verle, me siento renovada, fresca y diferente, pero todo termina en una triste realidad.

La clase acaba, la mayoría me deja sus libretas. El último en salir es Adrien, antes de que se vaya le alcanzo, guardo mi laptop y salgo de la habitación, aunque yo no debo salir porque el próximo grupo está por llegar.

—Adrien...—le hablo y él voltea. —¿Mandé?

Suspiro al verle. Esos ojos cafés claros, idénticos. Los cambios son pocos. —¿Qué tal te pareció la clase? ¿Todo bien con tus compañeros?—preguntó cuando la mayoría de alumnos nos evaden como el río a una roca.

Asiente. —Lidia es muy agradable y me ayudó mucho con esto. De los demás he hablado muy poco, pero me alegro de estar aquí—sonríe y se muestra tranquilo. Quizás un poco vergonzoso.

Le escucho con atención. —A mi me alegra mucho que estés aquí. Suerte en tu próxima clase—ladeó un poco mi cabeza.

—Muchas gracias maestra Melissa. En cuanto pueda entregarle su libro, lo haré. La lectura me agradó...—exclama feliz.

Niego con la cabeza. —Considéralo un obsequio—sonrió de lado. —Oye, antes de que te retires a tu próxima clase... estaba anotando tu información en mi pase de lista. Noté que cumples años en octubre, ¿cumplirás 17 años, cierto?—me atrevo un con mi pregunta.



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En el texto hay: romance, magia, reencarnación

Editado: 02.08.2025

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