Darío
Me quedé estupefacto ante la declaración de Inés, sobre todo ante nuestro enemigo, ¿sabía algo Inés?, escudriñe su rostro, se veía tranquila pero Anker no, visiblemente estaba molesto y hasta ese instante reparé en sus palabras anteriormente dichas " la mujer que quiero para mi" apreté la mandíbula y pasé mi mano por la cintura de Inés, ella se estremeció pero disimulo su sorpresa ante mi tacto.
_ creo que ya conoces a Inés D'Angelo, la hija de Camilo y como escuchaste mi futura esposa_ Anker nos miró con furia contenida pero me puso en alerta la manera en que recorrió con la mirada a Inés.
_ ¿ por cuanto tiempo Graco? Tienes fama de ser mujeriego y me consta, te metiste en la cama con mi esposa Effie_ sonreía pero lo estaba haciendo a propósito, dar un golpe bajo ante mi futura esposa.
_ esos días se terminaron Sr. Anker, porque yo regresé para quedarme _ Anker la miró de una manera que me daban ganas de partirle la cara, le estábamos anunciando que nos casariamos y él recorría con la mirada a Inés como si deseara comérsela.
_ eres fuerte y decidida. Una mujer que admirar_ dio un pasó al frente pero acerqué más a Inés a mi costado_ no temas Graco, por el momento es tuya, yo si tengo las agallas para decirte en tu cara que tú mujer me gusta y de una manera que ni Effie logró hacerme sentir.
Sin pensarlo le dejé ir un golpe a Anker, lo miré con furia mientras el ponía su mano en su mejilla y sonreía.
_ debo marcharme preciosa afrodita pero esta no será la última vez que te vea_ sentí un escalofrío recorrer mi columna, nunca un hombre se había interesado tanto en mi, menos mirarme como lo hizo Anker... un hombre sumamente guapo pero peligroso.
_ no te le acercarás_ Darío tenía los puños apretados_ tu odio es hacia mi, deja a Inés en paz.
_ Graco no sabia que ella era tu prometida cuando flecho mi corazón así que prepárate porque ninguna mujer me ha interesado tanto como Inés_ sin esperar respuesta se dio la vuelta y yo me mordí el labio, al ver todos los empleados atentos a nosotros.
Inés
_ vamos a mi oficina_ me empujó suavemente por la espalda, no pude evitar mirar hacia la esquina donde estaba sentado Matías, estaba sumido en sus pensamientos y no se dío cuenta del golpe que le dio Darío a Anker, me percaté que Darío siguió mi mirada y se encogió de hombros, se apartó de mi lado y siguió caminando sin fijarse si lo seguía.
Frunci el ceño porque Darío daba grandes zancadas y a mi me costaba acostumbrarme a caminar con tacones aunque no eran muy altos, era cuestión de acostumbrarme.
_ Graco_ él se detuvo pero no se giró_ no puedo seguirte el pasó_ él me espero, una vez lo alcancé avanzamos a mi paso. Suspiré al encontrarme frente al maldito ascensor.
Una vez se abrió el ascensor, solté un suave suspiró, debía acostumbrarme al maldito ascensor.
Cuando llegamos al ultimo piso nuevamente, seguí el paso de Darío, sólo que era en dirección contraria a la de mi abuelo.
La asistente de Darío era una mujer muy hermosa y un poco liberal a la hora de vestir, frunci el ceño al ver a su asistente.
_ pasa Inés_ se hizo a un lado y espero que entrará.
_ bonita tu oficina_ Darío se quedó callado sólo se limito a cerrar la puerta y apoyarse en su escritorio.
_ siéntate Inés_ asentí y y de momento me sentía nerviosa_ informame porque desconocia que que me casaria.
Sus ojos no tenia expresión alguna pero por primera vez decidí mirar bien el rostro de Darío, era guapo, el hoyuelo en su barbilla me gustaba, sentí un calorcito al recordar que ese hombre una vez me amó con locura aunque fuera un niño pero hizo las promesas más bonitas que nadie jamás me había hecho, quizás era locura mía pero cuando escuché hablar a su madre de sus promesas sentí el deseo de que el me siguiera amando.
_ porque estoy madurando Darío, nuestra unión será el bienestar de muchos.
_ sabes del contrato_ me afirmó.
_ lo sé pero yo también haré el mio_ su rostro se endureció _ en vuestra sociedad la mujer hace sin decir nada lo que el esposo desea pero yo no soy así, soy griega pero me crié en un hogar latino así que no esperes sumisión de mi parte, odio compartir Graco_ a propósito lo llamé por su nombre griego.
_ ¿a que te refieres con compartir?
Me acerqué más a él y de mi altura de 1.70 lo miré a los ojos.
_ el día que me enteré que andas con otra o mejor dicho otras conocerás a la verdadera Inés _ él enarcó una ceja y sonrió con burla.
_ bien_ sonreí porque me daba cuenta que mi futuro esposo me estaba subestimado.
_ eres un griego de palabra, has aceptado que puedo hacer lo que yo consideré conveniente si descubro que hay otras _ me acerque más a él_ en mi contrato si hay divorcio mis acciones vuelven a mi.
Lo vi ponerse tensó e iba a protestar pero puse mis dedos en sus labios, no evite mirar esos preciosos labios que yo había besado.
Editado: 18.05.2018