Sabor Chocolate.

Regalos.

Dos semanas conversando por textos y por llamadas, Víktor estaba realmente feliz de irse ganado la confianza de Yuuri, el menor le contaba lo que hacía durante sus clases he incluso le mandaba fotos de lo que había preparado, no habían tenido la oportunidad para salir a cenar de nuevo o tan siquiera a pasear un fin de semana ya que estaba demasiado ocupado con la semana de San Valentín, preparando todo tipo de postres que se vendían muy rápido. 

 

- ¿Que le vas a mandar a Yuuri?- pregunto Chris. 

 

- Estaba pensando en una caja de chocolates. - respondió el peli plata. 

 

- Que delicia...- sonrió dándose una idea de lo que podría hacer su amigo- Yo le mande un ramo de rosas a Phichit con unos chocolates. - presumió feliz. 

 

- ¿Le mandaste un regalo a Phichit?- pregunto Víktor incrédulo. 

 

- Si, es un chico muy lindo y pienso que se merece mis mejores detalles. - bajo la vista con un leve sonrojo. 

 

- Pienso lo mismo de Yuuri...- vio su reloj y sonrió- Ya debe haber recibido el regalo. - dijo volviendo su atención al trabajo. 

 

Yuuri no dejaba de pensar en Víktor y le hubiera gustado volver a salir con el sin embargo en esas semanas estaba mucho más ocupado que antes. 

 

- Yura deberías llevar a ese oso gigante al área de descanso. - dijo Hiroko viendo al peluche en una silla junto al mostrador. 

 

- Que envidia, le regalaron un oso que es más grande que él. - suspiro Mila jugando con el moño. 

 

- De que te quejas si te han comprado muchos postres y te han dado flores. - dijo Georgi. 

 

- ¡Me encanta San Valentín!- dijo Phichit sonriendo. 

 

- ¿Que le habrán regalado a Yuuri?- cuestiono la pelirroja. 

 

En ese justo momento el pelinegro llegaba de sus clases, el repartido ya lo conocía pues no era la primera vez que le entregaba un regalo, esta vez era una caja de color marrón oscuro con un lazo del mismo color, Yuuri la recibió fuera del local y después entro con una gran sonrisa en los labios, fue directo a la sala de descanso y los chicos lo siguieron para ver qué era lo que llevaba en manos, saco la tarjeta y al leerla sus mejillas se pintaron de rojo. 

 

"Un dulce delicioso para una hermosa persona, estoy seguro que su sabor no se compararía con el sabor de tus besos que muero por probar." 

 

- ¿Que te dieron? - pregunto Georgi. 

 

- Creo que son chocolates. - dijo quitando el lazo. 

 

Al abrir la caja a todos se les hizo agua la boca al ver una gran variedad de chocolates en ella, de todas las formas y tamaños, cada uno más apetecible que el otro, Phichit les saco muchas fotografías como a los demás regalos, quizás en algún momento le sirvan esas fotos. 

 

- Yo también quiero un sugar daddy.- comento la pelirroja. 

 

- ¿Quieren probar? - pregunto Yuuri sonriendo. 

 

Cada uno agarro el que más le llamo la atención, su sabor era algo de otro nivel y estaban deliciosos, Yuuri sabía que Víktor no esperaba nada a cambio, al menos no algo monetario, ya había comenzado a pensar en que podría regalarle sin embargo estuvo investigando un poco y sabía que a ese hombre no le hacía falta nada y podía comprar lo que quisiera sin ningún problema. 

 

Al final de la jornada les toco cerrar de nuevo a los tres y ahí Yuuri decidió pedir consejo a sus dos amigos. 

 

- Phichit ¿Que le vas a dar a Chris? - pregunto mientras limpiaba. 

 

- Pues no lo sé, me dijo que no me preocupara en darle algo y mañana vamos a salir a cenar. - comento el moreno sonriendo. 

 

- ¿Yura?- vio al rubio. 

 

- Nada, no me fío de ese hombre por muy sexi que se vea. - dijo ocultando la verdad. 

 

- Quisiera darle algo a Víktor, pero no sé qué ya que no le hace falta nada. - agacho la cabeza. 

 

- Porque no preparas algo para él, le gustan tus postres y siempre viene a desayunar aquí por las mañanas. - dijo Phichit. 

 

- No suena mal, una caja con algo que disfrute comiendo. - Yuuri soltó una risita. 

 

Terminaron su jornada y al salir Otabek estaba esperando a Yurio con un ramo de flores de muchos colores, el rubio que iba con su oso gigante solo se sonrojo hasta las orejas y fue hasta el para darle un abrazo, el hombre le dio un casto beso en la frente y lo ayudo a subir al auto. 

 

- Vamos, los llevo a casa. - comento el kazajo con amabilidad. 

 

- No gracias, no queremos interrumpir su velada. - dijo el moreno despidiéndose. 

 

Otabek sonrió y se subió a su auto, mientras caminaban les dieron un susto. 

 

- ¡Alto ahí, este es un robo...- Phichit se sobresaltó ya que fue a él a quien tomaron por la cintura- Dame tu corazón si quieres vivir! - era Chris quien le dio la vuelta y le planto un beso apasionado en los labios. 

 

Yuuri solo río al verlos, también se asustó con la voz ronca y repentina sin embargo le hizo gracias cuando noto que era solo Chris, negó con la cabeza al ver que la pareja no cortaba el beso y dio un grito al sentir un aliento caliente chocar con su nuca, era Víktor quien estaba ahí también sonriendo de forma inocente. 

 

- ¿Como estas? - pregunto como si nada. 

 

- B-bien...- Yuuri tenía su piel erizada. 

 

- Vamos, te llevo a casa. - comento extendiendo su mano para que pasara. 

 

Se despidió de Phichit y Chris para seguir a Víktor, como la primera vez le abrió la puerta del auto y Yuuri subió a este con un poco más de confianza. 

 

- Me has sacado un buen susto. - comento cuando Víktor ya estaba adentro. 

 

- Esa era la idea, darte un susto y ver tu expresión. - le tomo la mano y le dio un beso. 




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