Cada mañana Víktor desayunaba con Yuuri en la cafetería, oficialmente los padres del menor ya sabían de la relación y lo en serio que iban, solo faltaban dos meses más para que terminara el curso de cocina y el mayor estaba planeando darle un pequeño regalo, esa mañana había sido invitado a la casa de la familia Katsuki para almorzar.
- ¿Que vas a preparar?- pregunto Víktor en la cocina.
- Una lasaña de berenjena y carne.- sonrió emocionando.
- ¿Te puedo ayudar en algo?- vio los vegetales.
- Si, parte estos en rodajas mientras yo hago lo demás.- ambos se dieron un beso.
Su familia llegaría al medio día para comer todos juntos así que solo estaban ellos dos en la cocina. Puso las verduras en rodajas dentro de una sartén las iba a sofreírlas para que quedaran tiernas y jugosas, por esa receta aun lloraba pues siempre se le quemaba, pero aun así seguía intentándolo.
- Espero que por fin te salga.- comento el peli plata moviendo la carne molida en la sartén.
- Eso espero yo también.- suspiro mientras preparaba la berenjena.
Solo se dio la vuelta unos minutos mientras le decía a Víktor que buscara una bolsa de queso en el refrigerador cuando un olor a quemado los invadió, de nuevo se le habían arruinado.
- Cariño no vayas a llorar...- dijo Víktor sacudiendo con un trapo de cocina.
- No lo haré, jamás volveré a intentar esa estúpida receta.- tiro la cacerola al lavabo.
- Yo pienso que sigas intentando.- le dio un beso en la frente.
- Y yo te diría que me beses en los labios.- sonrió coqueto.
Se paro de puntitas y enredo sus brazos en el cuello del mayor mientras lo besaba con pasión, no había nada en él fue por tanto estaban despreocupados devorándose entre sí hasta que escucharon la puerta abrirse, aparentaron que nada pasaba mientras la pareja entraba a la cocina para saludar. La lasaña quedo deliciosa, aunque Víktor no estaba muy seguro pues la berenjena no era algo que comiera a menudo y tampoco era su primera opción de escoger, debía admitir que Yuuri era bastante bueno con la cocina y ya no se diga con los postres, conversaron animadamente y al terminar el menor se llevó a Víktor a su habitación para descansar un rato y ver una película.
- No es una cama grande, pero cabemos los dos.- sonrió sentándose y encendiendo la televisión.
- Me vasta y me sobra con que estés conmigo.- se acostó con confianza.
Yuuri dejo una película de acción y se acomodó al lado del peli plata quien lo abrazo de forma mimosa, Víktor veía la película sin embargo los ojos de Yuuri estaban en otro lugar que no era la pantalla, decir que no fantaseaba con el momento en que Víktor lo tomara era una mentira y más aún si negaba las ganas que tenia de tocas más abajo de su abdomen, levanto su rostro y noto que el mayor se estaba quedando dormido, entonces aprovecho para hacer una maldad esperando no molestarlo.
Cuando estaba con Yuuri se sentía muy bien y en esa semana había tenido mucho trabajo por lo tanto estar en esa cama abrazado del ser que amaba le provocó una relajación muy grande y estaba quedándose dormido, entre sueños sintió al menor removerse un poco, pero pensó que solo se estaba acomodando, eso fue antes que un rose en su entrepierna le hiciera salir del sueño ligero, abrió los ojos y los labios de Yuuri se posaron sobre los suyos.
- ¿Te molesta que te toque?- pregunto Yuuri al cortar el beso.
- No, solo me has tomado por sorpresa.- dijo mientras veía la mano de Yuuri sobre su miembro que ya estaba duro.
- Te calientas con bastante facilidad...- sonrió y siguió frotando con un poco de presión.
- Tu también lo haces, sobre todo por las noches cuando dormimos juntos.- se acomodó un poco mejor dejando que Yuuri tocara lo que quisiera.
- No me culpes por ser un hombre tan sensual.- metió su otra mano bajo la camisa del mayor.
Víktor se quedó observando y disfrutando de las caricias, no lo iba a detener ya que le gustaba las sensaciones, paso una de sus piernas al costado del pelinegro dejándolo entre ellas.
- Has ganado más seguridad en estos últimos meses.- comento Víktor.
- Han pasado cosas que me dicen que no me quieres solo para pasar el rato.- se inclinó para besarlo.
- Que mal pensabas de mi...- respondió contra los labios del chico.
- Solo inseguridades.- lo vio a los ojos.
Mientras los besos seguían las manos de Yuuri desabrocharon cinturón, botón y bajaron el cierre dejando una delgada tela de algodón color negro cubriendo la notoria erección, Víktor se sentó recostando su espalda en la pared.
- Date la vuelta y siéntate entre mis piernas.- dijo con la voz muy ronca.
Yuuri lo hizo y se dejó manipular por el mayor quien le dejo las piernas abiertas sobre las suyas a tal modo que no pudiera cerrarlas, estaba nervioso y su corazón latía a mil por hora, vio como Víktor también desabrochaba el botón del pantalón y con una lentitud casi satánica metía su mano derecha dentro de la prenda interior.
- Se supone que yo te iba a tocar.- comento viendo con atención.
- Podrás hacerlo si llevas una de tus manos hacia atrás...- rió de forma maliciosa- Tus bellos son muy suaves.- comento.
- ¡Ahórrate esos comentarios!- dijo Yuuri sonrojado.
- Pero es la verdad, se siente bien jugar con ellos.- susurro cerca de su oreja.
- ¡Es vergonzoso que lo digas mientras me tocas!- se cubrió la boca con el dorso de su mano.
Soltó un jadeo al sentir la mano ajena tomar su miembro y comenzar a estimularlo, Víktor era bastante cuidadoso con su tacto y sabía muy bien lo que estaba haciendo o al menos esa impresión le daba a Yuuri quien tiro su cabeza hacia atrás disfrutando a tope cada una de las sensaciones, su mano libre la llevo hasta atrás y busco a tientas el pene del peli plata, bajo un poco el bóxer para tener acceso a tocarlo a su gusto y entonces sintió su piel ponerse erizada con un jadeo que Víktor dio sobre su oreja.