Sabor Chocolate.

Despertar.

Por la mañana Yuuri fue el primero en despertar, las cortinas estaban cerradas y Víktor estaba a su lado profundamente dormido, no sabía que día era ni quien era el en sí; le dolía la espalda, la cadera, las piernas y los brazos, sentía como si hubiera hecho una rutina de ejercicio militar, con mucho cuidado se sentó al borde de la cama viendo sus muslos llenos de marcas rojizas y tenía una muy cerca de sus bolas, se quiso levantar pero al intentar hacerlo se fue de boca y dio un quejido de dolor, sintió que su coxis se dislocaba y que sus vertebras se iban abrir. 

 

- ¡Yuuri, por dios! ¿estás bien?- Víktor se asustó y lo ayudo a levantarse. 

 

- ¡Me duele!- chillo aferrándose al peliplata. 

 

- No me extraña, tómalo con calma y no hagas tanto esfuerzo.- lo sentó en la cama de nuevo. 

 

Yuuri se acostó sintiéndose muy adolorido y al mover la sabana vio unas gotas de sangre donde había estado acostado. 

 

- ¡Eres un animal, me rompiste el culo!- exclamó Yuuri. 

 

- Te dije que eso pasaría, pero tu seguiste montándome como si no hubiera un mañana.- se encogió de hombros muy inocente. 

 

- Y tu tan noble corcel no me detienes...- se cruzó de brazos he hizo un puchero. 

 

- Intente hacerlo y pusiste esa misma carita.- se subió sobre el menor. 

 

- Dos metros no los recibe cualquiera.- hizo que Víktor soltara una carcajada. 

 

- Eres un exagerado, no mide dos metros...- le abrió las piernas y se acomodó entre ella. 

 

- No lo sé, que tal si probamos de nuevo y a ver si adivino.- Yuuri sonrió malicioso. 

 

Víktor quizás acababa de despertar una fiera que estaba dormida o quizás era el libido de la juventud que Yuuri poseía, pero no fue difícil hacerlo de nuevo sobre la cama y que ambos no se murieran ahí mismo por tanto ajetreo. Después de bajar los calores Víktor llevo a Yuuri a la ducha para refrescarse y limpiar sus cuerpos pegajosos por el sudor más otros fluidos, el menor a penas y se podía mantener en pie, por tanto, necesito ayuda para lavar su espalda y otras partes de su cuerpo. 

 

- ¿Qué haces?- pregunto Víktor al verlo hincarse. 

 

- No puedo más, me duelen mucho las piernas.- comento cansado. 

 

- Déjame poner una toalla para que puedas sentarte.- la puso sobre el suelo y Yuuri se movió a ella. 

 

- Ayer no tuve la oportunidad de verlo bien.- Yuuri dio unos besos en el muslo izquierdo. 

 

- No hay nada interesante que ver.- se quedó quieto sintiendo los besos. 

 

- Yo creo que si... Tú también tienes bellos y son grises.- sonrió y los jalo un poco. 

 

- Olvide quitarlos.- respondió burlón. 

 

- No hace falta, se ven muy lindos donde están.- le dio una succión en la ingle haciéndolo gemir. 

 

- Yuuri vas a matarme.- dijo totalmente sonrojado. 

 

- Cariño, nadie se muere por recibir amor en estas zonas.- tomo el pene de Víktor y comenzó a mover su mano. 

 

- Lo hemos hecho muchas veces, deberías descansar.- comento viendo los curiosos iris cobrizos. 

 

- No te dejare que me folles hasta que mi florecita este bien de nuevo...- siguió moviendo su mano. 

 

- Para que la vuelva a romper.- soltó una risa ronca. 

 

Yuuri frunció el ceño al escucharlo burlarse de su dolor, sin previo aviso metió el glande a su boca y succiono sacándole un gemido muy agudo a Víktor.  

 

- ¡No es justo!- dijo con la voz ronca. 

 

- No te burles de mi...- Yuuri abrió más su boca. 

 

No le cabía todo sin embargo podía tragar lo suficiente sin tener arcadas. 

 

- ¿Ya lo habías hecho antes?- pregunto curioso el mayor. 

 

- Es mi primera vez en todo.- respondió Yuuri viéndolo desde abajo. 

 

- ¿Como sabias lo que tenías que hacer? - alzo una ceja y le acaricio la mejilla. 

 

- Películas porno...- Yuuri volvió a lo suyo. 

 

Víktor se atragantó con su propia saliva al escuchar esa respuesta, en definitiva, había despertado al monstruo que Yuuri llevaba dentro, sintió llegar a la misma gloria ya que el menor movía su legua de una forma muy lasciva y eso lo iba llevando cada vez más al orgasmo, sus piernas temblaron y tomo al chico por el cabello para ayudarlo a llevar el ritmo que quería para lograr correrse, lleno la boca del menor y tuvo que soltarlo con rapidez ya que casi lo ahoga. 

 

- Lo siento.- dijo Víktor al oírlo toser. 

 

- Estoy bien...- sonrió y le limpio la boca. 

 

- Es hora de que salgamos de aquí.- lo cargo y ambos salieron. 

 

Lo ayudo a vestirse, pero antes de eso le puso una crema contra las rozaduras, lo dejo en la sala mientras el preparaba algo para almorzar, Yuuri estaba cansado y por más que lucho por quedarse despierto viendo la televisión al final el suave pelo y el calor de makkachin lo hicieron quedarse dormido, cuando Víktor fue a la sala con la comida sintió ternura de verlo dormido, dejo la bandeja en la mesita de centro lo levanto con cuidado para acomodarlo sobre su muslo, lo vio removerse un poco para acomodarse mejor y seguir durmiendo. 

 

- Yuuri... Yuuri despierta.- le pico las mejillas. 

 

- Tengo sueño...- se quejó. 

 

- Llevas dos horas durmiendo, despierta ya y come algo.- volvió a picarle las mejillas. 

 

- Te voy a morder.- gruño dándose la vuelta. 

 

- Y si mejor me das otra mamada...- dijo burlón esperando a que se levantara. 

 

- Mejor dámela tu a mi.- se levantó sonriendo. 

 

- Si quieres podemos hacer algo más interesante.- dijo mientras tomaba a makkachin. 




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