Lía.
Definitivamente, he hecho un puto voto de celibato por lo menos hasta que termine la secundaria.
Estoy tan enojada con Patrick, por todo, el vídeo, su estupideces, sus decisiones, esta vez de verdad no lo soporto.
Hace mucho tiempo le deje en claro que no quería hablar sobre lo que alguna vez llegamos hacer, fue un error, me deje llevar por esos estúpidos sentimientos que ya deje enterrados. Al momento que desperté y me vi sola en mi cama supe que eso había sido un error y que nadie debería de enterarse. Tampoco quiero escuchar sus excusas sobre porque simplemente se marchó y no habló conmigo después.
Hace rato cuando llegué a su casa quería subir a su habitación y tratar de borrar el vídeo aunque sea de su computadora, pero la señora Bella me entretuvo hablando y se me olvidó por completo mi objetivo.
Tengo que borrarlo lo antes posible para librarme de él, solo que no sé cómo hacerlo.
Doy golpes en el volante con las palmas de mi mano con frustración.
¡Estoy muy molesta con Patrick!
El sonido de mi celular me llama la atención, miro el identificador para contestar con fastidio.
—¿Qué quieres?—contesto con severidad.—¿No te basta con seguir molestándome? Me llamas para...
—Lía.—la voz profunda de Patrick hace que guarde silencio de inmediato.—¿Estás muy lejos?—arrugo mis cejas con curiosidad.
—No mucho ¿Por qué? —reduzco la velocidad.
—¿Podrías por favor llevarme a tu casa? Mi auto se ha quedado sin gasolina y necesito ver a Liam.—su voz.
Lo que realmente me está atormentando es su voz profunda, apagada, nada normal en él.
Cruzo en la próxima flecha para pisar el acelerador. Por un momento toda la rabia que sentía se esfuma y le abre paso a la preocupación.
—Ya voy de regreso a tu casa.
—Gracias.—cuelga.
Menos mal no iba tan rápido, estaba tan furiosa que no quería pisar mucho el acelerador por mi seguridad, por lo tanto no estaba tan lejos de su casa.
Logro ver a O'Brien sentado en la acera frente a su hogar.
Cuando él divisa mi auto se levanta, se sacude y no espera que estaciones bien cuando entra en la camioneta para colocarse el cinturón de seguridad.
Vuelvo a mi camino, pero me distrae mucho el hecho que no ha dicho ningún tipo de comentario, está serio y tiene el rostro sombrío, en su regazo descansa una fotografía boca abajo.
Lo que más llama mi atención es que lleva sus dedos índice y pulgar al puente de su nariz para suspirar en el proceso.
Estoy segura que ha pasado algo.
—¿Sucede algo?—pregunto.
Pero él guarda silencio.
Apreto fuerte el volante y no digo nada más.
El auto está en completo silencio, por lo menos hasta que estamos llegando a la ciudad.
—He conseguido una carpeta en el despacho de mi madre... —habla con vacilación—Ella me había dicho que mi padre biológico no fue su novio o algo por el estilo, me dijo que yo había salido de una relación no muy estable.—su voz se apaga.
Eso contrae mi pecho. O'Brien no es de los que se le quiebra la voz al hablar o vacila.
»—También me habían dicho que a mi padre lo asesinaron en un asalto.—sigue hablando— Pero no es así, todo es mentira. Se supone que él no sabia del embarazo de mamá, pero ya ni siquiera sé que creer.
No sé qué decir. Debe ser difícil para él enterarse que todas las cosas que le dijeron de su papá no eran ciertas.
»—Ellos, sí tenían una relación que parecía muy estable.—me muestra la fotografía que estaba en su regazo.
Prendo la lucecita que está arriba de nuestras cabezas para observar con claridad.
En ella sale una Bella Müller mucho más joven e igual de hermosa sonriendo con los ojos brillantes. También está un hombre, con una sonrisa encantadora, una casta barba bien mantenida y los mismo ojos celeste de Patrick. Es una selfie y parecen felices.
No cabe duda que Patrick es la viva imagen de su padre biológico.
»—Así cómo está vi muchas fotos de muchas fechas distintas. Pero lo peor es que lo mataron por intentar secuestrar a mamá, él solo quería defenderla y se llevó la peor parte del asunto.
De todo lo que ha dicho esto es lo que más me sorprende.
No sé qué decirle ni cómo reaccionar.
De inmediato recuerdo que Patrick es una persona extremadamente agradecido, si en algún momento lo ayudas él te lo va a recompensará.
Esta es la oportunidad perfecta.
Si lo ayudo, él va a querer agradecerme y yo le pediré que borre el vídeo.
¿Qué hago? No sé cómo hacerlo sentir mejor
Cada vez que yo me siento mal por algo solo quiero comer, tal vez un poco de comida le servirá.
Cruzo a la izquierda en una de las calles para ir hasta el KFC más cercano a nosotros.
»—¿Qué haces?—me pregunta el chico.—Tu casa es para el otro lado.
—No vamos a mí casa.—lo miro por un segundo—Vamos a comer pollo.
—¿Por qué?
—Porque necesitas sentirte mejor.—es lo único que digo.
Entro en el autoservicio de KFC, pido dos porciones de pollo con gaseosa y me estaciono en el aparcamiento. Bajo la pequeña mesita que tiene mi auto para colocar bebidas y comidas, pongo el pollo ahí junto con las bebidas.
—No es necesario que hagas esto—mira la comida con desdén.—Solo necesito a Liam y Charlie.
Lo miro pero ignoro por completo su desaprobación. Tomo una pieza de pollo y le doy un mordisco. Lo entiendo, si algo parecido me pasara busco la ayuda de Mike y Nina.
Ya hasta se me olvidó la rabia que sentía.
Estoy orgullosa de mí, está idea es perfecta.
—¿Ya hablaste con tu mamá?—pregunto luego de un rato.
—No.
—No lo hagas.—lo miro a los ojos.
—¿Eso es un consejo?—bebe de su vaso de gaseosa.
—Si hablas con ella ahora la puedes herir—le comento con simplicidad. Cómo si estuviésemos hablando de cualquier tema.—Cuando estás enojado o estresado eres capaz de ser muy hiriente con tus palabras.