20.—Confusión.

Lía.

Besar a Patrick es tan relajante, tranquilizador y fascinante. No hay palabras para expresar lo inmensamente gratificante que es, y había olvidado ese sentimiento, se me olvidó lo mucho que me hace sentir solo con un beso.

Mi corazón late con fuerza y mi pulso es irregular, puedo tener la osadía de decir que me tiene demasiado nerviosa.

Una sensación cálida y de cariño se posa en mi pecho, y creo que esa es la mejor parte, siento como si estuviese volando, justo lo mismo de hace dos años.

Es algo tan maravilloso que me hace dudar, esto no puede ser real.

Sonrío porque esto es solo un sueño, o es parte de mi imaginación. Incluso la rabia ha disminuido, supongo que esto era lo que él estaba buscando.

—¿Crees que con besarme me derretiré en tus brazos?—susurro sin separarme de él.

Me da una sonrisa traviesa.

Eso hace que mi corazón este a punto del infarto.

—No esperaba menos de tí—me contesta bajo.

Necesito alejarme, cierro los ojos y suspiro para calmar el nerviosismo que me ha causado esta situación, me separo de él. Aún estoy molesta por lo que ha hecho, y esto no se va a quedar así.

Pero estoy tan confundida.

—Necesito que de verdad me digas que es lo que quieres.

—Todo lo que te dije es cierto, Lía, y créeme que nunca en mi vida he hablado con tanta sinceridad—su tono grueso hace que mis vellos queden de punta, prácticamente no tengo control sobre mí—Quiero estar contigo, lo deseo de una forma inexplicable. ¡Dios! Te prometo que borraré ese estúpido video, pero dame una oportunidad—Me está mirando a los ojos. Mi fuerza interior está apunto de ceder—Por favor.

Pero no lo hace.

Patrick es demasiado astuto y eso lo he aprendido yo con los años. Nunca me ha dado una mínima señal de que de verdad le gusto, nunca ha hecho algo importante, que yo recuerde...

Sonrío con ironía.

Supongo que él también busca algo mío, pero necesito esa pequeña confianza que de verdad va a borrar ese estúpido video.

—Suerte en eso, O'Brien.

Su sonrisa se ensancha, como siempre.

—Te voy a conquistar, Cooper.—me volteo para poder salir de los vestidores, me siento asfixiada—¡Para el baile de graduación ya serás mi novia!—sonrío mientras le doy la espalda—¡Lo prometo!—trato de caminar normal a pesar que mis piernas parecen gelatinas.

—¡En tus sueños más salvajes!—digo sin mirar atrás.

Por nada del mundo quiero que vea está estúpida sonrisa que cargo.

Camino hasta el baño de chicas.

El baño de la escuela es muy grande y elegante, siempre está limpio y huele a detergentes, por lo tanto es un buen sitio para respirar. Necesito relajarme y calmarme.

Miro mi reloj de mano para darme cuenta que es mejor faltar a la primera clase del día.

Me miro al espejo, estoy impecable, mi cabello está peinado y el uniforme perfecto, pero mis mejillas están ardiendo, estoy tan sonrojada que se me ve aún teniendo maquillaje.

Cierro los ojos para intentan respirar profundo y escuchar mi voz interior.

Aléjate de Patrick, Lía. Él no está en tus planes, tú tienes cosas más importantes que un chico.

Golpeo con frustración el lavamanos.

¿Por qué ahora? ¿Por qué decirme todas esas cosas ahora que tengo una vida tan planificada? ¿Por qué no se atrevió a cruzar estos muros antes, cuando teníamos más tiempo?

No, tiene que hacerlo ahora cuando la universidad está tan cerca.

Él no puede llegar ahora y decir como si nada que le gusto y que quiere conquistarme.

Para la hora del almuerzo estoy mas tranquila, a pesar que he pasado toda la mañana pensando en el beso con Patrick, trato de concentrarme en otras cosas que no sea él.

—Chicas, este fin de semana hay fiesta—se sienta Mike a mi lado. Link y Nina están frente a nosotros.—Y pienso que podemos ir todos, ya saben, para darle la bienvenida a Link.

Nina lo mira con cara de pocos amigos.

—No me gustan...—intenta decir la pelinegra.

—Sí, sí, sí, no te gustan las fiestas y mil cosas más—Mike pone sus ojos en blanco.—Aprende a divertirte, no puede ser que has pasado tu adolescencia encerrada en tu habitación, rata de biblioteca.

Nina lo mira con la boca abierta.

—¿Rata de biblioteca?—pregunta indignada—Por lo menos no soy un estúpido promiscuo.

Mi amigo suelta una carcajada a mí lado.

Yo también sonrío, es entretenido ver pelear a este par.

—¿Estúpido promiscuo?—repite—Se te han acabado los insultos, amargada.

Ella le lanza un hielo que ha tomado de su vaso para acto seguido sacarle la lengua.

Definitivamente mis amigos siempre me ayudan a mejorar mis ánimos sin darse cuenta.

Me percato que Link también tiene una pequeña sonrisa mientras se mete un trozo de pollo con verduras a la boca. Creo que le está agradando estar alrededor de nosotros.

—¿Tú si vas?—me pregunta Mike.

—Si no voy ¿Quién te va a cuidar cuando estés vomitando en algún baño?—le guiño un ojo.

—Ella sí es mi amiga.—Mike pasa su brazo por encima de mi hombro para abrazarme.

Todos en la mesa sonreímos. 

Observo como la silla a mi otro lado se mueve, veo que es Patrick quién está colocando su bandeja de comida junto a la mía para sentarse.

—Buenas tardes—sonríe.