Patrick.
Mi sonrisa llega con facilidad a los ojos, la felicidad que estoy experimentando es asombrosa. Lía me está abriendo una pequeña puerta a su vida y tengo que aprovecharla lo más que pueda.
Tengo que esforzarme porque sé perfectamente que ella no es fácil de convencer o de conquistar, ella puede estar un día y al siguiente no. Tengo el atrevimiento de decir soy el único que lo ha querido intentar aunque sea.
Y yo, por ella soy capaz de cruzar el océano nadando si es posible.
—No te arrepentirás, Cooper—es casi imposible no demostrar mi felicidad.
Lo que le saca a ella una pequeña sonrisa.
Me levanto para tomar mi bandeja y poder decirle a mis amigos esto.
—¿Qué? ¿Ya te vas?—me mira con una ceja arriba.
Me paro frente a ella.
—Me acabas de decir que tengo que ser creativo.—me acerco un poco para poder tener su rostro cerca—Tengo que ir a planear como ganarme el corazón de Lía Charlotte Cooper—susurro.
Le doy un rápido beso en la mejilla para caminar hasta la mesa donde están Charlie y Liam esperándome.
Definitivamente sí tengo que ser creativo.
Lía nunca ha dado señal de que le gusto o le parezco guapo, aunque nunca ha dado señal de muchas cosas en su vida. Así que tengo que ganarme su corazón desde cero.
—¿Qué te ha dicho?—pregunta Charlie apenas me siento en la mesa.
Lo miro sonriendo.
—Me ha dicho que tengo permiso de conquistarla.—contesto.
—Wow, eso me sorprende.—expresa el castaño frente a mí.
Observo a Liam quien me está mirando con una media sonrisa en su rostro.
Yo nunca le he ocultado a mi amigo los sentimientos que tengo por su hermana. Él tampoco me ha dicho que se opone, pero, tampoco me dice que le preocupa.
—¿Estás seguro, Patrick?—pregunta el de ojos esmeralda luego de un rato.—Ya falta poco para que comencemos la universidad y podrás conocer a muchas chicas ahí.
Comprendo de inmediato que hay algo rondando por su cabeza.
—No le voy hacer daño, Liam, lo sabes.—lo miro con seguridad.
—Ella es mi hermana y no quiero que sufra la separación de la universidad. Pero, tú eres mi mejor amigo y hay algo que me dice que vas a salir perjudicado.—me mira a los ojos.—Lía, ella...—piensa por un momento lo que va a decir hasta que decide cerrar la boca.
Son muy pocas las veces que se le ha visto a Lía demostrando amor, solo la he visto cariñosa con su hermano y sus padres. Con sus amigos son contadas.
—Ella es un iceberg, lo entiendo.—le sonrío para tranquilizarlo—Pero si es eso lo que te preocupa, yo soy el puto calentamiento global.
Mis amigos sonríen y eso me relaja.
»—Quiero hacerlo, Liam, pero para lograrlo necesito tu consentimiento, ella es la chica que a mí me gusta, pero tú eres mi mejor amigo, y necesito saber que estás de acuerdo con esto, porque aunque no lo estés seguiré adelante y no quiero salir mal contigo.
Liam suspira para acto seguido darme una sonrisa.
—Si le haces daño te voy a romper las bolas con mucho cariño. Si ella te hace algo te apoyaré, pero es mi hermana y siempre va a tener la razón. Y no quiero que nada se ponga incomo entre nosotros.
Ahora mi felicidad si que está completa.
Nos damos cinco para luego abrazarnos dándonos unas palmadas en la espalda.
Que comience el juego.

**********
Lo que resta de tarde he decidido llevar las cosas con calma y por pasos.
Cómo si estuviese cocinando un pastel, pero no cualquiera, uno de esos pasteles de cumpleaños que salen en Cake boss, concentrarme en la mezcla, el sabor, contextura, relleno y hasta en los detalles de la decoración.
Me imagino un pastel para Lía que sea Sabor Vainilla, dulce como es ella a la vista.
—Chico—el señor taxista me saca de los pensamientos.—Llegamos al destino—informa.
Anoche luego que me enteré lo de mi padre me fui con Lía, y mis amigos tenían que entrenar así que me tocó venirme a casa en taxi luego de la escuela.
Le pago al señor para bajarme del vehículo, saco las llaves de mi bolso para poder entrar a mi casa.
Decido que es mejor dejar lo de Lía a un lado por el momento, ahora mi nerviosismo aumenta por la conversación que debo tener con mis padres.
Entro a la casa y a pesar de que tenemos personas de servio se siente vacía, nunca había sentido mi hogar de esta forma.
Doy un vistazo a la sala de estar y a los despachos para encontrar a mis padres en la cocina.
Entro en silencio
El primero en darse cuenta de mi presencia es mi papá quién se levanta de la silla.
Mi mamá voltea el rostro para después levantarse de la silla y caminar abrazarme.
Le correspondo el abrazo mientras observo como la cara de preocupación de mi papá se relaja.
Los amo mucho y supongo que tienen una buena explicación.
—Hijo, perdón—murmura mamá en mi oído.
Mis brazos se aferran más a ella. Acepto que soy un niño que aún necesita a su mamá, pero lo que más necesito es que ella esté bien.
—Ven, Patrick—habla mi padre—sientante.
Señala la mesa de vidrio para tomar asiento.
Le hago caso mientras que él sale de la cocina y regresa al rato con la carpeta que he encontrado ayer en el despacho de mi mamá.
—Cuando mataron a tu papá—empieza hablar mamá extendiendome la carpeta.—Estabamos juntos, sí fuimos novios y teníamos una relación bastante estable y bonita—sus ojos se llenan de lágrimas.
»—Pero un día—continua—Un hombre muy malo que fue quien mató a tu abuelo me secuestró. Él solo estaba en el lugar y en momento equivocado.
Mientras ella habla yo abro la carpeta.
Observo varias fotos; Mi mamá y mi padre Patrick, mamá mientras estaba embarazada, Patrick y ella sonriendo felices.