Sabor Vainilla.✓

23.—¿Más cosas que saber?

Patrick.

Trato de descifrar mis sentimientos.

Enojado no estoy, triste tampoco, no sé que siento.

¿Decepcionado? Tal vez.

Pero no de Liam, si no de nuestra amistad. Nos hemos ocultado cosas, una más pequeña que otra pero ese no es el punto, lo realmente importante es que no nos hemos dado la confianza que deberíamos luego de tantos años de amistad.

Llego a casa rápido a pesar del tráfico que hay a esta hora.

Estoy cansado, el no dormir bien la noche anterior me está pasando factura ahora.

Entro a la casa que se siente bastante silenciosa lo cual me parece raro, mis hermanas son demasiado bullosas.

Subo a mi habitación, cuando abro la puerta veo en mi cama de dos plazas las fotografías de mi papá Patrick, supongo que mis padres las dejaron aquí.

Las tomo para darles otro vistazo, por un momento siento un poco de rabia para con la persona que me quitó la oportunidad de conocerlo.

Claro está que no culpo a mi mamá, pero ella también me ocultó la ilusión de estos momentos. Aunque ya no vale la pena, ya todo pasó y hay que aceptarlo.

Coloco las fotografías en mi escritorio, luego les compraré un retrato para ponerlas en un lugar especial.

Entro al baño, me ducho con agua tibia y mi cuerpo se relaja.

Ahora que he decidido conquistar a Lía necesito muchas ideas. Ella odia todo eso del romanticismo, odia lo empalagoso.

Definitivamente no sé qué hacer.

Tengo tantas cosas en la cabeza como lo es también la universidad, la decisión que debo tomar dentro de poco.

¡Me molesta tanto no estar bajo control!

Al salir de la ducha estoy un poco más relajado, pero ahora el cansancio aumenta y mi cuerpo duele. Ha sido un día excesivamente largo.

Me coloco un pantalón de algodón para ir hasta la habitación de mis madres y tocar la puerta.

No soy mucho de darles las buenas noches, ellos son siempre los que se acercan a mí habitación, pero tengo está pequeña necesidad de hacerles entender que todo está bien.

—Pasa—escucho la voz de mamá del otro lado de la puerta.

Es un cuarto bastante grande, tiene dos escritorios, una cama gigante, el closet es prácticamente otra habitación y un ventanal gigante que da a un balcón.

Observo a mamá en su escritorio y a papá en la cama sentado viendo televisión.

—Vengo a desearles buenas noches—asomo mi cabeza.

Ellos se miran para luego mirarme a mí.

—¿Todo bien?—Alan lleva toda su atención a mi.

—Sí, es que estoy cansado y quiero dormir ya—les doy una sonrisa de boca cerrada.—Quiero que sepan que los amo y que pasen una linda noche.

—Tú también pasa una linda noche, hijo—me habla papá.

Sueña con los angelitos.—habla mi madre en español.—Te amo

Les doy una última sonrisa para cerrar la puerta y caminar hasta mi habitación.

Tomo mi celular y me acuesto en la cama.

¿Por qué me siento tan desolado? ¿Por qué me siento solo si no lo estoy?

Por la ventana solo entra la luz del jardín trasero, lo cual hace que mi habitación este casi oscura. Llevo mi vista hasta el otro lado donde está debajo del televisor un mueble largo, ahí tengo algunos recuerdos y retratos de mis familias y amigos.

¿Cómo llegué a este punto de ser inocente de secretos hasta de mi propia familia?

El sonido de mensajes del celular me saca de los pensamientos. Son dos mensajes distintos, de dos personas distintas.

Liam;

Tenemos que hablar de algo muy importante. ¿Mañana después de clases? También le diré a Charlie.

Lía;

Ya he hablado con Liam. Por favor se comprensivo con él.

Suspiro.

No me imagino lo difícil que debe ser para ellos esto. Claro que siempre seré comprensivo con las personas que quiero.

No los quiero presionar en contarme nada, no quiero que ellos se sientan incómodos.

Sé que tal vez Liam no me dijo nada porque tenía miedo a que lo reputáramos , pero yo nunca lo haría.

Nací en un ambiente donde nunca jamás me faltó nada material, siempre he sido consentido por mis tres familias y gracias al cielo no me falta absolutamente nada.

Pero tampoco me han faltado valores, mi papá Alan viene de una familia bastante humilde y siempre ha hecho que tratemos de ver la realidad de otras personas.

Mientras que mamá a pesar que es una heredera, es excesivamente buena y cariñosa, ha hecho trabajos sociales y ha donado dinero para personas de bajos recursos.

Desde pequeño mis padres siempre me mantuvieron presente que no todos somos privilegiados, me han enseñado que nadie es más o mejor que nadie, y que todos por el simple hecho de ser personas necesitamos respeto por igual.

Y aunque soy una persona que nunca le ha faltado nada, ni material, ni sentimental, es difícil imaginarme todo lo que los demás sufren, pero trato de hacerlo.

Todo esto hace que sea una persona medianamente comprensiva y nunca juzgaria a mí mejor amigo y a la chica que me gusta por sus raíces.

Patrick;
Está bien, hermano. Yo tengo algo que contarles.

Le contesto a Liam.

Todo esto me ha hecho cambiar de opinión acerca de ocultarles mi fascinación por la cocina a mis amigos. De verdad no quiero más secretos con nadie. Aunque sean pequeños y uno los vea insignificantes pueden llegar a lastimar a las personas.

Voy a tratar de no ocultarle nada a nadie.

Patrick;

Voy a tratar de que se sienta lo más cómodo posible. Yo también les contaré sobre mi gusto para la cocina.

Le contesto a Lía.

Con ella es con quién menos quiero tener secretos. Es con ella con quien quiero hacer las cosas mejores.

Para eso tengo que borrar el vídeo y hablarle acerca de nuestra primera vez.




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