Sabor Vainilla.✓

33.– Brighton Beach II.

Patrick

Respiro profundo y le doy permiso a mis pulmones de que entre el aire fresco de la playa. 

Mis manos se hunden en la arena al mismo tiempo que alzo la vista al cielo que hace nada tenía unas estrellas pequeñas pero brillantes. 

Como lo había planeado el cielo ha jugado a mi favor para poder darle a Lía la vista que he querido. Ahora estamos sentados arriba del impermeable que le traje ya que ha dejado de llover. 

Lía está a mi lado izquierdo en posición de indio bastante cerca tomándole fotografías a la hermosa vista que tenemos en frente. A pesar de que tiene la cola de caballo bien peinada, por la brisa de la playa el cabello se le escapa y tiene algunos mechones rebeldes bailando en el aire. 

He cumplido con mi misión y fue traer a Lía a mi playa favorita para que se relajara un poco. Al principio solo íbamos a cenar, pero con lo que pasó el domingo pasado en Boston, y la pequeña pelea que ha tenido con Nina está misma tarde, supuse que necesitaba respirar un poco.

Mis piernas están tendidas y cruzadas frente a mí. Hace un rato me he dado cuenta lo mucho que siento por ella, ya no estoy muy seguro si esto que embarca mi pecho es solo una atracción.

—¿Por qué el vídeo?—me habla la chica luego que coloca su celular en el bolsillo.

La miro. Su cabello choca con su rostro, aun así se ve hermosa.

Tengo que decirle la verdad, hace un tiempo he decidido no mentirle o molestarla más.

—¿Te soy sincero?—me encojo de hombros.—No lo sé.

Miro al frente para poder perder mi vista en las olas que se dispersan en la orilla, tratando de recordar la razón por la cual comencé con esta idiotez.

»—La misma semana de la fiesta subí al cuarto de vigilancia para poder ver en las cámaras algo que perdí—hablo bajo, pero claro.—Mi casa es muy grande y siempre hago eso cuando pierdo algo. Papá me lo enseñó hace ya mucho tiempo.— Volteo mi rostro para conseguirme con los ojos verde oscuro de Lía, los cuales me miran con bastante atención.

»—Estaba viendo en simultáneo todas las cámaras y me llamó la atención la pareja en el baño. Para mi sorpresa tú eras la chica.

Observo como las mejillas de Lía se tornan coloradas. Lo que no sé si es vergüenza o rabia.

»—Me molesté tanto.—le doy una pequeña sonrisa.—O sea sí había escuchado muchas veces esos rumores tuyos con chicos del equipo o la escuela, pero jamás me imaginé verlo.—por un momento la molestia vuelve a crecer en mí.

Ese vídeo para ser sincero solo lo he visto unas dos o tres veces, no me gusta el saber que Lía estuvo con el estúpido de Hudson.

—Primero, hay muchos rumores que no son cierto, la verdad no he estado con muchos chicos. Y segundo, ¿Lo hiciste por celos?—me pregunta sorprendida.

Carcajeo, porque he hecho cosas estúpidas en mi vida, pero nunca pensé chantajearla por celos. Pero también me pone contento saber por la misma Lía que muchas de las cosas que se dicen de ella son falsas, aunque ella misma haga creer que sí.

—Claro que no—contesto de inmediato.—Al principio no le presté mucha atención. Fue días después que se me vino la que creí yo era la mejor idea de todas.—sonrío con ganas.—Lo pensé mucho porque tus padres son abogados, y no cualquiera, los mejores de la ciudad.

»—Pero sabía por una parte que posiblemente tú no le dirías a tus padres, o si, nunca supe eso con certeza hasta después de mostrarte el vídeo. De verdad quería acercarme a tí, supongo que para momentos desesperados, se necesitan medidas desesperadas y me arriesgué—prosigo—No tenía idea de cómo hacerlo.

La castaña suspira para desviar la vista hasta el océano que se extiende frente a nosotros.

—Eres un idiota, ¿Lo sabías?

—Lo sé, mi prima Ellen y mi hermana me lo repiten siempre.

—¿Por qué hacerlo de esa forma?—pregunta casi en susurros.—¿Por qué simplemente no volver acercarte a mí?

—¿Acaso tú estás consciente de los muros que construirte a tu alrededor después de la muerte de Abby?—mi pregunta sale más como un reclamo.—O peor aún, después de que tuvimos sexo.

Ella se tensa por un momento y de inmediato comprendo que prefiere ignorar mi último comentario.

—Solo quería protegerme.—estas solas palabras arrugan mi corazón.

Su rostro está bastante serio, podría decirse que hasta un poco triste. Y entiendo que luego de todo lo que pasó desde su infancia tome esas decisiones.

—Liam y tú siempre fueron distantes y cerrados, hace poco entendí el porqué de esas actitudes.—también llevo mi vista al frente mientras hablo.—Pero después de ese accidente, tú te volviste inalcanzable. Te parecías a la luna llena, te veías cerca, pero no podía tocarte.

Los sentimientos que llevo bastantes años aguantando por fin los estoy dejando florecer, y justo con la persona que debo hacerlo.

»—Tú eres como la vainilla ¿Sabes?—sonrío un poco mientras volteo a verla de nuevo.

Ella imita mi acto y me mira con las cejas arrugadas.

—¿Cómo la vainilla?—pregunta.

—Sí, como el Sabor Vainilla.—afirmo.—Tiene un olor dulce y atrayente, pero si la pruebas pura tiene un sabor horrible. —Lía sigue con sus cejas arrugadas.—Tú eres hermosa, bellísima, inteligente, responsable y muchos chicos te quieren, pero, con todos eres horrible. Sin embargo la Vainilla le da un sabor y olor a los postres magníficos. También pasa contigo, las personas que dejas entrar en tu vida saben el significado de tus actitudes y saben que con ellos eres como la Vainilla mezclada con la maza; Le das a todo un sabor rico, incluso cuando estás rodeada de personas que te importan eres deliciosa, a pesar de que tú sigues siendo ese amargo sabor

La chica a mi lado me da una sonrisa bastante amplia cuando entiende la metáfora tan vaga que acabo de dar.

—Me estás tratando de decir que soy una mala persona, pero solo con las personas que no me importan, que soy horrible y mezclada con mis amigos y familia soy diferente con palabras lindas.




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