Sabor Vainilla.✓

56.– Despedidas I

En el mes luego de la graduación nos sumergimos cada quien en su mundo.

Nina prepara todo para irse a Corea del sur, ha estado buscando un lugar donde poder vivir ya que la casa de su familia en aquel país le queda lejos de la universidad.

Liam ha estado asistiendo a la universidad para entrenamientos de verano antes de tener que marcharse al campus. Pasa casi todo el día en entrenamientos.

Mike como ya no tiene la responsabilidad de la escuela se ha concentrado en perfeccionar sus técnicas y varios pasos de baile, buscando audiciones en papeles pequeños mientras espera el ingreso a la academia.

Maya empezó un curso de verano antes de entrar a la academia en septiembre.

Yo me he estado preparando para irme a la universidad a finales de agosto, escribiendo mucho y leyendo aún más. Me han enviado un pequeño libro de revista de varios puntos que debo saber antes de comenzar con el programa. He visto que las personas que asistirán al programa son demasiado talentosas.

Patrick por su parte ha estado muy ocupado en su restaurante y preparándose para su próxima escuela.

Hoy es la inauguración de Sabor Vainilla y estamos todos invitados, yo he ido un par de veces ayudarlo cada vez que estoy libre.

Y claro está que pasamos, aunque sea un minuto juntos. Muchas veces Patrick solo se ha estacionado en algún sitio bonito mientras cenamos algo, todo esto de la inauguración lo tiene muy cansado.

El verano golpea Nueva York como nunca y a pesar de que es de tarde noche, hace un calor horrible.

Tengo puesto un vestido blanco corto de tirantes y unos zapatos de tacón, mi cabello suelto y liso hace contraste con mi maquillaje sencillo.

Mis padres, Liam y yo salimos de casa en dirección al restaurante de mi novio, un lugar que conozco a la perfección.

Cuando llegamos al lugar puedo ver la cantidad de autos y personas que están tratando de entrar. El frente sigue siendo igual que cuando vine la primera vez, pero ahora está mucho más iluminado y el cartel brilla por toda una cuadra. Me pone tan feliz saber que en la noche de su inauguración le vaya tan bien.

Pero mi sonrisa se desvanece al ver esa cabellera negra que ahora está un poco más corta.

—Entren, ya los alcanzo. —le digo a mi hermano.

Liam me da una mirada curiosa mientras arruga las cejas.

—¿Estas bien? —pregunta.

Yo solo asiento mientras le doy un apretón en el brazo y me acerco a esa chica.

Aunque por una parte ya he superado lo que hace meses hizo, una parte de mi quiere quemarle el rostro con aceite caliente.

Ahome está en el medio de la fila para poder entrar al lugar.

—Tú si eres bien cínica al presentarte aquí. —le hablo cruzándome de brazos.

La chica alza su vista de una joven más o menos de su edad, me mira y se le dibuja una sonrisa irónica en el rostro. Ese pequeño acto hace que mi sangre empiece a hervir.

—Cooper, ¿Por qué no me sorprende verte aquí? —se acerca un poco a mi saliéndose de la fila.

—Sera porque es el restaurante de mi novio—contesto, resaltando el "mi"

—Ah no, eso lo sabe todo el mundo. Y aunque no es de tu incumbencia, vine a hablar con Patrick.

Suelto una risa sin muchas ganas, ¿Qué se cree esta estúpida? Después de todo lo que hizo venir hablar con Patrick como si nada.

—Suerte en eso. —intento darme la vuelta para caminar hasta el guardia y decirle que no las deje pasar.

—Mi objetivo siempre fuiste tú, pero Patrick era mi arma para hacerte daño. —alza la voz para que yo pueda escucharla. —Vine a pedirle disculpas por eso, después de todo es un gran chico, no te lo mereces.

Me paro en seco, miro a mi alrededor y me percato que todas las personas tienen la atención puesta en nosotras. Me volteo, camino hasta ella y la tomo por el brazo para arrastrarla con fuerza al estacionamiento que está alejado de las miradas curiosas.

—¿De qué mierda estás hablando? —pregunto entre dientes cuando la rabia ya ha nublado mi mente.

Ahome sonríe.

—Esteban Walker—es lo único que ella dice.

Arrugo mis cejas sin comprender nada, no reconozco el nombre y mucho menos de lo que me está hablando.

—Estas loca. —le susurro.

Ahome me toma por la muñeca para mirarme con incluso más rabia de la que yo siento por ella.

—Esteban era mi mejor amigo, y tú lo humillaste luego que él se te declaró diciéndole frente a toda la escuela que nunca podrías estar con él. Luego de eso él sufrió tantas burlas que terminó retirándose de la escuela hace un año, pero también se alejó de mí, era mi mejor amigo y la única persona en la que confiaba.

Arrugo mis cejas y recuerdo a la perfección, eso fue hace dos años, yo aún estaba muy dolida por lo de Abby y el chico ya me tenía agobiada estando detrás de mí, hasta que un día exploté y le grite en mitad del pasillo, no fue la mejor forma de hablarle, pero me sentía acosada. Juro que no recordaba eso.

Pongo mis ojos en blanco mientras suelto un suspiro, todos los putos problemas que podría tener siempre son por los imbéciles de los chicos.

Pero mi rabia sigue tan presente que le contesto.

—¿Sabes que no fue mi culpa que se alejara de ti? —le digo en voz baja. —Si Esteban te dejó de hablar a ti también, tal vez es porque no eras realmente su amiga. —suelto con todo el veneno que hay en mí.

No me molesta tanto el hecho que me está culpando de algo que no es mi culpa, si no que metiera a Patrick en una situación que no tiene nada que ver y lo usara de esa forma.

A ella nunca le gusto el chico, simplemente lo utilizo porque se dio cuenta lo importante que siempre ha sido para mí.

Pero lo que siento a continuación es su palma impactando con mi mejilla.

La imbécil me ha dado una dolorosa bofetada. Al alzar la vista la veo con los ojos lloroso, mis palabras le han dolido más que la cachetada a mí.




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