Sabor Vainilla.✓

Epilogo

Patrick.

Mis ojos arden, no puedo evitarlo más y algunas lágrimas salen de ellos sin permiso de mi parte.

Absorbo mi nariz mientras paso el dorso de mi mano por ella.

Esto cada vez se hace más complicado.

—No lo puedo creer—Lía entra a la cocina sonriendo. —Un chef llorando con cebollas. —suelta una carcajada.

Estamos en el departamento donde nos mudamos hace algunas semanas, muy lindo y cómodo. Con una buena cocina para mi y un espacio para todos los libreros de Lía, suficiente para los dos cerca de su universidad y de mi restaurante.

La academia de artes culinarias fue difícil, muchísimo para mi gusto, cada vez que pensaba que había hecho las cosas bien siempre había un error, no me salían las cosas bien al principio. Sin embargo, gracias a los duros que fueron conmigo es que logré mejorar muchísimo.

Los dieciocho meses pasaron muy lentos y agobiantes, pero lo superamos, con algunas peleas, uno que otro mal entendido y hasta algunos días sin hablar por la diferencia horaria y las responsabilidades, pero lo logramos.

—Una escritora de fantasía sin magia—le hablo con sarcasmo y ella ensancha su sonrisa.

—Touché. —llega hasta donde estoy para darme un beso en los labios.

Dejo la comida montada en la hornilla para ir hasta donde se va Lía, lo que se supone que debe ser nuestra sala de estar ahora está cubierta de manuscritos, la computadora, y libretas abiertas por toda la mesa.

Lía está en pleno proceso de edición de una de sus historias para sacarla en físico.

Me siento en el sofá y ella se sienta a mi lado.

—Los chicos no tardarán en llegar, deberías de llevar todo eso a la habitación. —le hablo refiriéndome a todos sus papeles.

—Estoy cansada.

A la chica se le notan mucho las ojeras, lleva bastante tiempo sin dormir bien, entre el proceso de edición, el programa de jóvenes escritores y la carrera apenas y descansa.

Y aunque a mi el restaurante tampoco me da mucho tiempo, tengo que estar al tanto de lo más mínimo, aún así, descanso un poco más que ella.

Varias veces le he dicho que debería dejar el libro en físico para después, pero ella siempre sale con su sermón que ella puede, que siempre puede todo lo que se propone ¿Y para que llevarle la contraria?

La sostengo entre mis brazos y piernas como una bebé.

Ella acurruca su rostro en mi pecho y sonrío, como amo tenerla así muy cerca de mí. Luego de tanto tiempo sigue despertando muchas cosas hermosas en mi interior.

—¿Quieres saber cómo se te quita el cansancio? —le susurro al oído.

Ella suelta una risita.

—Me cansaré aún más.

La estrecho más fuerte entre mis brazos.

Pasar todo este tiempo lejos de ella fue difícil, aunque nos vimos en navidad, y fechas especiales, incluso ella fue varias veces a Suiza a visitarme, unos simples días no eran suficiente para nosotros.

El restaurante ha sido un éxito, mi prima Ellen se ha encargado de darle buena publicidad.

Liam se ha destacado muy bien en el equipo de Columbia y eso hizo que a los meses de entrar lo sacaran de la banca para volverse titular.

Charlie, luego de entrar a la universidad en la facultad de administración y ser un poco más libre nos ha hablado de su vida privada, supimos que terminó con lo que sea que tenía con Brat, nos dijo que él lo ayudó mucho en cuanto a su sexualidad, y conoció a otro chico en la universidad. Su familia se ha recuperado poco a poco de la banca rota, sin embargo, no han logrado tener el dinero que tenían antes.

Mike ha logrado estar en dos shows de Brodway, aunque solo con un papel menor, aun así, Lía ha ido a gritarle su apoyo.

Nina ha venido de visitas unas cuantas veces, los días que la pelinegra está en la ciudad, Lía se olvida de todo. Como es de esperarse tiene muy buenas notas y se ha adaptado bien a su nueva vida. Lía me cuenta que esta muy bien estudiando audiovisual.

Link solo ha regresado a la ciudad una o dos veces, sigue en contacto con todos, es uno de los mejores de su clase de informática, ha hecho buenos amigos y le encanta todo.

De Maya no sé mucho, pero también tienen contacto con ella, Lía me contó hace unos meses que ha abierto un taller de diseño, eso me alegró mucho.

La castaña también le ha ido muy bien en el programa y la universidad, hace unos meses le ofrecieron contrato con una buena editorial, y se ha hecho muy amiga de la que fue su compañera de habitación, Abigail.

Cuando me doy cuenta Lía esta dormida en mis brazos. La miro y sonrío, parece en serio una bebé.

La cargo hasta nuestra habitación para dejarla en la cama e ir a estar pendiente de la comida, hoy cerré el restaurante para poder pasar el día con mi chica y amigos.

Cuando pasa una hora el timbre del piso suena, eso quiere decir que ya han llegado.

—Dime que lo que huele lo has hecho tú, porque si lo ha hecho Lía, no comeré —habla Liam entrando al lugar como perro por su casa. —Qué raro mi hermana.

Veo a donde Liam se dirige, se me olvidó por completo recoger sus papeles, aún así, Liam empieza a recoger todo.

—Que mal educado es ese amigo tuyo. —esta vez entra al departamento Charlie junto con un chico pelirrojo y muchas pecas. —Brandon, ellos son Liam y Patrick. Chicos él es Brandon.

El pelirrojo es un poco tímido, así que le doy unas palmaditas en el hombro.

—Adelante, estas en tu casa. —le animo para que se sienta mejor.

Charlie guarda unas cervezas con las cual entró en el refrigerados y le extiende una a su novio y a mí, menos Liam a quien le prohíben ingerir licor.

—En realidad, es la casa del pueblo. —comenta riendo Liam terminando de recoger las cosas de Lía y apilarlas en un lugar donde no se dañen o molesten.

—Si, aquí es donde siempre nos reunimos todos. —le explica Charlie.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.