En un castillo al Oeste de Vilcoof en la capital del Reino, estaba la ciudad de Regnt, ciudad de inteligencia en un país donde había guerra y destrucción optaban por la paz y el desarrollo humano. En el castillo estaba en el mandato Andrew Forcel, una dinastía no muy antigua y reciente que se desarrolló por su fuerza, sus valores, sus estrategias, defensas. El pueblo le nombró rey y le dio poder ya que fue el primer recurso para no ser destruidos o penetrados por el poder del mal.
Regnt económicamente era más rico que la ciudad de Seth aunque algo más pequeña. Además el castillo que es donde vivía Andrew estaba su mujer Margareth Forcel, una mujer de armas tomar como su marido pues su estrategia junto con la de su marido era distinta pero igual de buena.
Margareth no dependía nada del ejército al igual que su marido y pesar de ser reyes podrían derrotar a medio ejército con solo una mano. Pero, eran reyes y tenían que ser protegidos por aquellos que no estaban muy de acuerdo de dar poder de reyes a unos que no fueron en su antepasado reyes.
Es más, por el hecho de que Margareth supiera luchar muchos miraban mal tanto a Andrew, como a su mujer pues una mujer no estaba hecha para pelear, o eso es lo que pensaban por ideas conservadoras e ideales antiguos por proteger a sus mujeres para que pudieran parir en paz a sus hijos. Margareth peleaba para proteger a los suyos, y si en caso de que su marido no estuviera poder protegerles ella, pues es su deber como madre.
Andrew y Margareth tenían cinco hijos: Fabian, Klaus, Anna, Richard y Lara.
Como reyes tenían el deber de proteger a su gente y a su familia, su pueblo y también el castillo. Y también a participar en sitios donde había reuniones de estado donde todos estaban obligados a ir.
La mañana se hacía poco a poco presentando un escenario donde tenía que empezar sus deberes como reyes.
Andrew se levantó para desayunar, era un día como cualquier otro, solo que tenía que presentar a la gente que su hija mayor cumplía dieciséis años. Era la época donde se tenía que presentar como una princesa ante cargos más importantes y ser una representación de la dinastía aunque no fuera la que llegara al trono, tenía que hacer acto de presencia.
Despertó a sus hijos y se fue a ver como los sirvientes ya estaban preparando el desayuno. Sirvieron los platos, comida y bebidas calientes como el Irixmah. Sus hijos comenzaron a venir para desayunar al igual que su mujer.
Después de comer y vestirse bien para estar en la sala de conferencias para presentar a su hija ante la corte. Cuando una vez estaban vestidos prepararon los caballos para el carruaje y partir nada más terminar los preparativos, y que fueran también sus hermanos mayores con ella, tanto Fabian, como Klaus. Richard y Lara se quedaban en el castillo cuidando del castillo protegidos por los guardias reales.
Una vez llegados a la corte real, se levantaron todos de sus asientos para saludar al rey y a la reina con una soberana reverencia. Una vez llegados al altar en referencia de que podían sentarse de nuevo.
—Rey Andrew, bienvenido, queremos dar la enhorabuena por el decimosexto cumpleaños de su hija y princesa oficial de Vilcoof, Anna Forcel —todos alrededor aplaudieron— concedemos la palabra a Anna si tiene que decir unas palabras.
—Antes de que ella diga unas palabras como corresponde, mi hija quiero que sea tratada como cualquiera de mis hijos, sé que muchos acostumbrados están por verme a mí como un superior ante incluso mi mujer, pero es algo de lo que me sigo quejando de la infravaloración hacia mi mujer. Quiero que se la trate igual, por pocas o no habilidades que pueda tener o las tantísimas habilidades que tenga, dicho esto, dejo la palabra en mi hija, Anna.
Anna se levantó algo insegura tras las palabras de su padre y cierta vergüenza porque su padre tenga que comentar ciertos criterios que quería aclarar ante más de cien personas en una corte. Aclaró su garganta que entre el silencio de toda la sala se escuchó el carraspeo, una vez el silencio dominó por unos segundos.
—Tras las palabras que mi padre ha comentado, quiero decir que gracias a todos por todo el apoyo a mi familia, hermanos. Trataré de hacer tanto mis deberes como princesa, ayudar al pueblo lo máximo posible pudiera ser o no la heredera del trono que pertenece a mi hermano Fabian porque es el mayor y el mejor guerrero de mi familia. Intentaré hacer la mejor parte de mí cada día y luchar tan posiblemente por la paz y la libertad.
Todo volvió a quedar en silencio, volvió a tomar forma y Andrew con su mujer aplaudieron y los demás siguieron el ritmo de las palmas, y Anna se volvió a sentar algo intranquila. Pasaron unos minutos en los que estuvieron hablando de sistemas del estado, economía, progresos.
Entonces en la puerta interrumpió alguien adentrándose de repente siendo parado por guardias reales.
—Rey Andrew —corrió el hombrecillo que fue derrotado por los guardias en el suelo.
Andrew miró hacia donde habían detenido al señor que había interrumpido en la corte. Le miró a los ojos y comentó que le soltaran, le ayudó a levantarse.
—Dime, buen hombre, ¿A qué viene tanta prisa?
—Hace unos días me encontraba de viaje cerca de la parte Norte de Vilcoof cogiendo minerales como bien se dedica mi trabajo para fabricar armas; entonces, es cuando oí unos caballos que estaban detrás de un arbusto que llevaba por un camino donde se encontraba el Rey Droken, que andaba hablando con alguien de los generales de su ejército, le oí hablando en mitad de la conversación y oí el rey nombrar al general llamándole Seth. A poco me pillaron, más mi maestría en conocimiento de cuevas me hizo esconderme en una de hierro negro que estaba ahí, pude salir por otro lado perfectamente. Pero, me preocupa que hablaran que Seth haya vuelto poseyendo a otro.
—¿Cómo osa a contar una mentira al rey? —se levantó uno de la corte enfadado—. ¿Intentando aquí causar miedo por un dios que está atrapado en una espada? Nadie puede sacarle de ahí?