- ¿Ya llegó?
- Aún no señor, el... Aún no se encuentra aquí.
- ¿Porque? ¿Que es lo que pasó? - dije molesto.
- Tuvimos un pequeño percance.
- ¿Pequeño?
- Es Elriy
- ¿Esa sombra molestan otra vez?
- Es amigo del dios Goth.
- No me importa quien sea, ve y asegúrate de que tenga una bienvenida propia de un dios - sonreí.
- Pero señor.
-¡¿Ahora que?!
- Yo siento la presencia de un mortal, no de un dios, Además...
- ¡¡Que!!
- Hay una chica también - dijo cabizbajo
- Bien, Parece que habrá un pequeño cambio de planes, quiero a todas las sombras en la entrada, no dañen a la chica, y, una cosa más, que ella no se etere de esto.
- ¿Ella? Con ella se refiera a ...
- Si, a ella.
- Como usted guste.
- Una cosa más, asegúrese de que el llegué a mi.
- Asi será señor.
- Retirate.
- Si señor, con su permiso. - salió a toda prisa.
- He estado esperando este momento por mucho tiempo, y pensé que nunca llegaría, pero parece que debo agradecerle a alguien por este maravilloso momento. - reí.
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- ¿Nunca te rindes?
- Sigo de pie, eso contesta tu pregunta, sylas.
- Si te vas ahora perdonaré tu vida.
- ¿Se supone que eso me hará sentir bien?
- Todos le tienen miedo a la muerte.
- Sylas, debería recordarte que tú no eres el dios de la muerte, no tienes derecho a decidir quién vive y quién muere.
- Y yo debería recordarte que ahora mismo ese trono está vacío.
- Te equivocas.
- No, quien tú tienes en mente podría matar a quien sea sin importarle si es su hora o no, y lo haría por diversión.
- Tu. - maldito, tiene toda la razón, aunque eso no debería preocuparme ahora, si no hago algo..
- Deberias pensar menos y sacar más plantas, ya terminé con está. - dijo dejando caer al suelo la flor más mortífera que tenía.
- Yo que tú no estaría tan despreocupado. - necesito más rapidez... Y si... ¿Funcionará?
- Estoy esperando, mi tiempo es valioso Ili, si eso es todo lo que tienes me temo que tendré que ir por Kavaryan y esa niña.
- Si lo que tú pides es diversión, eso tendrás. - lleve mis manos hacia atrás, después hacía delante para después cruzarlas, extendí las palmas de mis manos dejando salir ramas de todas partes de mi cuerpo, estás empezaron a cubrir mi cuerpo por completo hasta formar un capullo.
- ¡Que bien! Al fin algo nuevo, vamos a divertirnos. - dijo con una voz de niño inocente y con tono de emoción.
- Bien, Ili, tranquila, confía. - cerré mis ojos y dejé que mis oídos me indicaran la posición en la que el se encontraba, esto era lo único que me quedaba.
- Tengo curiosidad, ¿si no me vez como podrás atacarme?
- hice un ligero movimiento en uno de mis dedos, y la tierra que el pisaba se partió en dos. - ¿Esto contesta tu pregunta?
- Me quedo claro, pero aún así, no podrás detenerme Ili, conozco este tipo de magia, estás pidiendo prestada la magia del árbol sagrado.
- ¿Así que la conoces?
-¿Sabes porque tú cuerpo tiene que ser cubierto? Al usar esta magia quedas vulnerable, si atacó directamente al capullo podrías morir ¿Lo sabes?
- No importa, debo ayudarlos.
- Es una verdadera lastima perder a alguien como tu, no tienes la culpa, pero el simple hecho de que los defiendas te ha vuelto mi enemiga, y solo por eso... Yo tendré que matarte.
- Eso lo veremos, ¡valmount! - grite, se empezaron a crear olas, el viento azotaba con fuerza los árboles, se empezó a nublar y cayeron alguna gotas de lluvia.
-¿Esta lloviendo? Ili, ríndete.
- No lo haré Sylas, solo estoy empezando, ahora verás de lo que yo soy capaz.
- Ya no quiero jugar. - dijo con seriedad, era la primera vez que escuchaba a Sylas usar ese tono de voz, la lluvia se dejó caer sobre nosotros con más intensidad.
- Es tarde para eso. - los rayos se dejaron caer sobre la tierra mojada.
- ¿Lluvia eléctrica?
- Acabare contigo aquí y ahora ¡Sylas! - Haré que todos los rayos caigan sobre el y entonces yo... ¿Que fue eso? ¿Una luz? ¿que es esto? Me siento mojada.
-Te dije que eso era tu debilidad, acabo de usar tu magia en tu contra, uni todos esos rayos en uno solo y los dirigí hacía el capullo, acabo de romper tu barrera y también atravesé tu cuerpo.
-Pero como... - abrí los ojos lentamente, era verdad, el capullo había sido destruido y yo... y yo ahora estaba por caer al suelo.
- Te dije que ya no quería jugar.
-¿Este es el fin? Prometí ayudar a... Hanon, Kavaryan, ¿Que pasará ahora con este lugar? - no lo puedo creer, logro darme en un costado.
- No, no debiste estar de su lado.
- Ese era mi destino. - mi cuerpo me duele, me siento muy débil, casi no puedo respirar.
- Yo prefiero hacer mi propio futuro. - se acercó a mi.
- ¿Eres feliz?
- Lo seré cuando todos los humanos mueran.
- Si, eso creí.
- Tu no lo entiendes. - se detuvo y dió media vuelta.
-Sylas.... realmente ganaste como siempre, sabía que lo harías, aunque.... aunque tenía la esperanza.... de... de ser está vez yo.... qui... quien ganara... Adiós... odioso.
- Debiste rendirte. - mis ojos empezaron a cerrarse poco a poco.
- sylas está.... ahora no importa.
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- Este lugar no quedo muy bien.
- Sy... ¿Sylas?
- Parece que quedó alguien con vida. - me acerque hasta ella.
- Sylas ¿eres tú? No vayas por.... Déjalos, solo... Solo está... Vez
- No, yo soy... - parece que se desmayo, ha usado la magia del árbol sagrado, está apunto de abandonar este mundo. - Pero... Aún no es su tiempo, ¿Que estás haciendo Sylas?
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-¿Donde estoy? ¿Que diablos está haciendo Kavaryan? Está tardando mucho, además, este lugar me causa escalofríos. - está muy oscuro, y esas antorchas solo me hacen pensar en el tenebroso castillo de drácula, solo espero que no haya algún vampiro por los alrededores. - ¿Que es eso? ¿Una estatua? - no lo puedo creer hasta una estatua es más alta que yo. - No es tiempo para pensar en esas cosas, ¿Quien será? - me acerque un poco más. - Si que es alto, aunque su cara.... - toque con delicadeza el rostro de aquella estatua. - Sus ojos - los mire detenidamente. - sus labios - los toque con mi dedo índice y anular. - su pose es como si estuviera.... - puse mi mano sobre la suya y la otra sobre su hombro, la estatua termino rodeando mi cintura. - Bailando, desde esta posición pareciera que bailaba con alguien. - voltee a verla y me encontré con su mirada. - Si que se fijan en todo, la chica con la que bailo seguro que era de mi estatura. - ¿Bailamos? - pregunté simulando la voz de un hombre. - Pero que dices. - simule estar avergonzada. - Nos están mirando todos. - volví a simular la voz de hombre - No importa . - Entonces acepto. - aunque ahora que lo pienso, ¿dónde podría estar la pareja de esta estatua?