Salvaje

~Recuerdos~

¿Donde estoy? - abri mis ojos y lo ultimo que recordaba era ver a Kavaryan y a su hermano. Camine sin rumbo, sintiendome perdida entre paredes blancas que no me llevaban a ningun lugar. -¿Hola? - pregunte a la espera de una respuesta  pero solo pude escuchar el eco de mi voz seguido de unas pisadas a lo lejos, pisadas que cada vez se escuchaban mas cerca. - ¿Hay alguien ahi? - me encogi de hombros y voltee a todos lados en busca de la precedencia de aquel sonido. - Esto no esta bien. -a mi espalda empece a escuchar susurros que cada vez se hacian mas fuertes hasta que pude darme cuenta de que se trataba de dos personas, di media vuelta y pude distinguir dos siluetas que se encontraban a escasos metros de mi, camine hacia ellos mientras mi vista lograba identificar poco a poco que habia un hombre y una mujer.

-Disculpe mi atrevimiento señorita, pero no pude evitar notar que se encuntra sin compañia.

-Oh! no, ¿acaso yo le he dado esa impresion mi estimado caballero?

-No me malienterprete, solo me preguntaba que haria una mujer tan hermosa en un sitio como este.

-Disculpe caballero pero ¿acaso no se ha dado cuenta donde estamos? este es el templo central, lugar donde se reunen los dioses.

-Porsupuesto, soy Ewith y vengo en representacion de la familia Vonette, y usted debe ser..

-Soy la diosa Doyth.

-Ah! ¿usted debe ser la hija mayor de la familia Wylow?

-Me temo que no es asi, Brena se encuentra ahora mismo hablando con mis padres y con el dios Mesoleth.

-Ya veo.

-Bueno, si me disculpa, creo que ire por una bebida.

-Espere señorita yo.. - el se quedo ahi, con la mano extendida y la mirada perdida.

 

¿De que estan hablando? - busque con la mirada a la chica, caminaba al otro lado del templo, en direccion a la selva.- Ella debe ser.... - la segui hasta llegar a un lugar apartado donde el silencio era interrumpido solo por el sonido de algunos animales, el viento al asotar las copas de los arboles y la corriente de agua al caer por la cascada.

-Al fin estoy aqui. - se sento y dejo que sus pies se sumergieran en el agua. -Pense que tendria que finjir por mas tiempo.

-¿Con quien esta hablando? - me puse frente a ella, pase mis manos por sus ojos pero no parpadeo, solo pude confirmar que no hablaba conmigo, porque ella no podia verme.

-Vamos ¿no vas a hablar conmigo? ¿sigues molesta por lo del otro dia? ya me disculpe, realmente lo siento.

No hubo respuesta, y no la esperaba la verdad, en un lugar como este donde solo hay una entrada a espaldas de una cascada y una salida que era atraves de los arboles con frondosas copas y ramas flexibles que llegaban a tocar el agua, los cuales no dejaban ver lo que se encontraba al otro lado. Si tenia suerte algun pez saldria y terminaria hablando con ella, no me extrañaria, despues de todo lo que he visto estos dias.

-Encerio necesito hablar contigo, ¿podrias salir? -  jugaba con sus pies dentro del agua sin apartar la vista de los arboles.

Se escucho un sonido tenue, las ojas empezaron a moverse y la corriente empezo a ir en dirección contraria, despues se volvio a escuchar el sonido pero con mas claridad, era hermoso, no entendia que era lo que decia, era como si alguien intentara tararear una canción pero lo hiciera con una voz dulce y delicada.

-Pense que no vendrias. - se puso de pie.

Una parte del agua empezo a levantarse hasta formar la silueta de una mujer, empezo dandole forma a su torso, brazos y manos, siguiendo con su rostro y terminando por su cabello. Era una mujer hermosa de rasgos finos, su piel, ojos y pelo eran de un color verde agua, su cuerpo estaba cubierto por la misma agua que se deslizaba por su cuerpo formando un vestido que iba desde los hombros hasta los tobillos.

-Erephya! - sonrio.

La mujer que se encontraba frente a nosotros empezo a caminar sobre la superficie del agua mientras su cabello ondulado se movia con suavidad cruzandose por su campo de vision.

-Te extrañe tanto. - Doyth se dispuso a caminar hacia ella, y justo cuando pense que caeria, empezo a emerger del agua un puente de agua cristalina que conectaba a un quiosco. Lo que acababa de ver no era posible, ¿como es que ella podia crear todo eso con agua? y mejor aun ¿porque Doyth no se caia? acaso existe magia que te permita caminar sobre el agua? 

-No deberias estar aqui Doyth.

-Lo se Erephya, pero esperaba que tu pudieras ir a..

-¿Ir a la reunion de los dioses? ¿Doyth has olvidado cuanto los odio?

-Odias tambien a los humanos.

-Sobre todo a los humanos, pero a los dioses los odio por creer que son superiores y no ayudar en nada.

-Erephya yo no creo que esa sea la razon por la que nos odies.

-No te odio a ti, a los demas si.

-Eso me alegra, aunque quisiera poder verte fuera de este lugar, eres mi mejor amiga.

-Lo se, pero no se podra, Doyth no soy diosa.

-Pero tampoco eres humana.

-Eso no importa. - la abrazo.

-¿Puedes decirme que es el amor?

-¿Porque esa pregunta?

-Siento que soy la Diosa de algo que desconozco por completo y eso me hace sentir un vacio, no se como explicarlo.

-Bien, supongo que esos dioses a los que llamas padres no te lo digieron.

-Dicen que no es importante.

-El amor es un dolor molesto que te sigue a todas partes, es como algo que no quieres tener pero que se pega en lo mas profundo de tu ser y te hace recordar que eres debil, que te pueden lastimar. Es un dolor que te acompañara siempre.

-¿No lo superas?

-Claro que si, despues entiendes que nunca lo necesitaste, que solo te tienes a ti y asi sera hasta el final de los tiempos, la unica persona fiel y que puede hacerte feliz eres tu.

-¿Entonces no debo preocuparme por casarme con alguien a quien no ame?

-Preferiria que no lo hicieras, estarias mejor sola.



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En el texto hay: dioses, romance

Editado: 09.08.2021

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