Sálvame

7. No es tan fácil como crees

 

El trayecto hacia la casa de mi madre es un quiebre que nunca pensé que llegaría en mi vida, es como dar un paso hacia atrás en los progresos que una espera para su vida. Volver al nido materno no es precisamente lo que hace un ave cuando extiende sus alas y echa a volar, yo siento que he fracasado, además…embarazada. Por todos los cielos, es imposible no sentir que a final de cuentas hice todo absolutamente mal.

Pasamos por calles familiares a lo que era mi vida de antes, pero todo parece nuevo y extraño, como si el mundo hubiera cambiado mientras yo estaba atrapada en mi propia pesadilla. No vamos a la casa que compartía con Pawel, esa casa que se había convertido en un riesgo ante la posibilidad fortuita de que él regrese en cualquier momento, tiene todas las de ganar y dejarme en la nada misma, tengo una vil dependencia económica de él y estoy atrapada ante la disyuntiva de no saber qué rayos sucederá con mi embarazo. De algún modo u otro se va a enterar, ¿cómo reaccionaría al saberlo? Me pone los pelos de punta el solo hecho de imaginarlo.

Cuando llegamos, la nostalgia me invade. Las paredes están decoradas con fotos que narran la historia de mi vida, los muebles antiguos pero acogedores que siempre han estado allí, y el aroma familiar de la cocina de mi madre, todo contribuye a crear una sensación de seguridad y calidez que no sentía desde hace mucho tiempo. Nikodem me ayuda a subir las escaleras hasta mi antiguo cuarto, que aún conserva algunos de mis viejos juguetes y libros. Me siento en la cama, mirando alrededor y dejando que los recuerdos me inunden.

Comienzo a acomodar mis cosas, moviéndome con un poco de dificultad, tratando de crear un espacio donde pueda sentirme segura. La tarea es abrumadora, no solo por el estado físico en el que me encuentro, sino también por el peso emocional de todo lo que he pasado. Cada prenda de ropa, cada objeto que coloco en su lugar, me recuerda lo lejos que he llegado y lo mucho que aún tengo por recorrer, pero tampoco me encargo de dejar mucho aún en la valija con la idea de que tendré que volver con Pawel, porque tendré un hijo de él, porque esta no es mi casa, porque mi deber es estar a su lado y porque no puedo permitir que se acerque a mi madre.

Mamá me anuncia que tengo visitas luego de un rato que consigo entrar en clima y él aparece por la puerta de mi habitación mientras me siento ante mi escritorio con la idea de seguir escribiendo mi novela, pero me encargo de cerrar rápidamente la pestaña en cuestión para que no se dé cuenta de las bobadas que escribo, Pawel siempre me dijo que esto son estupideces, que no es algo serio como se comportan las personas adultas y que debería comportarme como alguien adulto. Y tiene razón.

–¿Se puede?

–Doctor–murmuro en un suspiro cargado de tensión–. Sí, adelante, pase.

–Me desocupé en cuanto pude y pedí información a tu madre para venir a ver cómo estabas, Madalina.

–Ya me estoy recuperando, gracias de todos modos.

–Madalina, estás en peligro con Pawel libre.

–Lo sé, pero no puedo negarle que conozca a su hijo, tampoco puedo negarle un padre a mi bebé.

–¿Tienes pensado volver con él?

Mi mente se hace un lío al considerar las alternativas.

–Sabes–me dice él–, el hecho de haberte encontrado en ese momento tan difícil y sabiendo que esto tiene un tinte personal de querer saber que estás bien, impide que podamos analizar esto con perspectivas profesionales. Tendrás que hacer un tratamiento psicoterapéutico y también por la vía judicial para salir adelante.

–No puedo pagar un abogado, doctor. De hecho, no sé muy bien cómo hubiera accedido a la atención médica sin mi seguro de salud que tengo gracias a mi unión civil precisamente con Pawel.

–Hay maneras de salir adelante, pero depende de ti aceptar esas maneras.

¿Depende realmente de mí?

–Creo…–murmuro–, que debo hacer esto sin abogados ni terapeutas, sentarme con Pawel como personas adultas que somos y definir líneas de acción con decisiones maduras. Tuvo un error y debe estar arrepentido.

–¿Lo dices porque realmente lo crees así o porque él tiene el poder de quedar en libertad las veces que quiera luego de hacerte el daño que quiera?

Es probable que me haya leído el pensamiento.

–Creí que eras psiquiatra, no psíquico–le digo con cierta inocencia, pero él sonríe.

–Madalina, quiero ayudarte.

Se agacha frente a mí para quedar con su mirada a mi altura mientras estoy sentada y el corazón se me viene a la garganta. No tiene que hacer esto.

–Pero, doctor…¿por qué? No tiene que hacerlo.

–Luego de que vi lo que te sucedió, no pienso permitir que algo así se repita o exponerte. No me lo perdonaría jamás.

–Creo que–, se me corta la voz al pensar en mi embarazo, en Pawel, en la economía quebrada que tengo, en la enfermedad de mi madre, en sus medicinas, en nuestra casa, ¿no puedo simplemente aceptar que cometí un error y que Pawel cometió el suyo y que podemos cambiar?–, necesitaré definir esto con él. Debemos hablarlo.

–Este tipo de situaciones, generalmente no terminan nada bien, Madalina–. Mantiene la firmeza en la voz.

–Doctor, no tengo otra opción.

–Sí que la tienes. Déjame ayudarte.

Mis ojos se llenan de lágrimas.

No entiendo aún por qué, pero él está aquí para mí.

–No sé…qué tendría que hacer para pensar en algo que sea diferente a lo que ya ha sucedido–le digo con la voz en pedazos.

–El primer paso es que te quedes aquí en lo de tu madre.

–Ella está enferma, no puede lidiar conmigo. Y yo estoy herida. Por mucho que me pese, necesito ayuda.

–¿Me dejarías ser yo quien te brinde ese apoyo? No se puede ayudar a quien no permite recibir el auxilio necesario.

Lo dudo, pero acepto aún sin entender por qué Nikodem está enfrascado en meterse en esto.

Tengo miedo.

Tengo muchísimo miedo y quiero cortar de cuajo con cualquier peligro, lo último que deseo es involucrar a más personas en esto cuando se puede resolver hablando y con un compromiso férreo entre Pawel y yo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.